"La educación empieza en casa"... ¿cuántas veces puede haberse oído esto?
Y efectivamente, así es. Pero el sentido de toda la premisa completa puede variar en función de la intención con la que se emita. De poco va a servir si la persona que la dice hace referencia a "otros", en lugar de aplicárselo a sí misma.
El sentido a entender ha de ser global, es decir, considerar los puntos uno a uno, pero siempre en íntima relación y sin desatender que tan importante como "decir" qué hay que hacer o no hacer, va a ser el dar ejemplo con el propio comportamiento.
Personalmente me resulta altamente irónico el hecho de que una persona te diga a gritos y con gesto amenazante que lo que pasa es que eres "una maleducada", o que se considere la importancia de compartir momentos junto a l@s hij@s en museos y talleres, pero olvidar que a veces lo que más llena de esto no es la visita en sí, sino precisamente el haber brindado la oportunidad de compartirllo junt@s. O que nos preocupemos por su formación, por aportarles material y herramientas para su enriquecimiento intelectual, pero olvidemos que tan importante como eso es aprender a desconectar... clave fundamental también para su enriquecimiento emocional.
Me hago eco, por tanto, a propósito de esta entrada de estos 15 consejos extraídos del blog Viviendo con Superdotados.
15 Consejos para la educación del superdotado en el hogar (Milner-Davis,1996)
2.- Motive a su hijo a asumir riesgos intelectuales, pero sin presionarle. Los niños superdotados conocen sus límites y se animan a sí mismos cuando se les estimula, se les motiva o se les reta. Las presiones del entorno familiar a menudo les hacen encerrarse en sí mismos.
3.- Elogie a su hijo superdotado por sus logros y por su perseverancia. La ansiedad que les produce el querer conseguir sus objetivos hace que se les tenga que alabar y tranquilizar frecuentemente. Ayúdele en sus esfuerzos y aprenda, a su vez, cómo su hijo precisa su ayuda y guía también.
4.- Escuche a su hijo. Préstele atención. Su curiosidad le hace preguntar continuamente sus dudas. Su prodigiosa mente necesita que le contesten. Su inteligencia tiene la necesidad de ser estimulada y nutrida. Proporciónele acceso a todo tipo de fuentes educativas, tales como libros, revistas, enciclopedias, ordenadores, Internet y todo tipo de información basada en recursos.
5.- Apoye a su hijo superdotado en la búsqueda y seguimiento de sus pasiones e intereses. No fuerce que sus aspiraciones se tornen incumplidas, ni que afloren las frustraciones propias en él. Déjele aspirar a lo que él desee ser y no a lo que usted quiere que sea.
6.- Recuerde que su hijo es también humano. Déjele vivir como a él le guste. No le exija que esté despierto y "trabajando" cada minuto del día. Su mente se estimula también cuando está leyendo, jugando, sueña despierto o está viendo la televisión.
7.- Visite con su hijo bibliotecas, librerías, museos, galerías de arte, zoológicos, exposiciones científicas, lugares históricos y sitios de interés. Déjelo participar en clubs o asociaciones.
8.- Fomente su originalidad. Ayúdele a conseguir y hacer todo aquello que responda a sus elevados intereses, alabando sus producciones como si fuesen "únicas en el mundo entero". De este modo le ayudará a enorgullecerse del trabajo original y creativo.
9.- Recuerde lo fina y frágil que es la línea que separa el "alentar" y el "presionar", lo que puede marcar la diferencia entre un niño superdotado feliz y productivo y un niño superdotado insatisfecho y con bajo rendimiento escolar.
10.- Por lo general, los niños superdotados tienen una aguda conciencia de los problemas adultos, tales como la vida/la muerte, el bien/el mal, la enfermedad, la guerra, el hambre, etc. Debido a su falta de experiencia y a las carencias propias de su edad, son incapaces de llegar a resolverlos, de manera que necesitan de su orientación y de su apoyo para reasegurarse en estas áreas.
11.- Respete al niño y a su conocimiento. Esto, la mayoría de las veces, suele ser mejor y más positivo que el anuncio de su propia impaciencia y autoridad. Asuma que los fallos que cometa su hijo no son intencionales, sino que él siempre pretende hacer bien las cosas. Por tanto, no imponga su autoridad paterna excepto en crisis y problemas importantes. Permítale mucha libertad en temas poco trascendentes o en materias insignificantes.
12.- Ayúdele con sus habilidades de estudio. Oriéntele y guíele en como planificar sus tareas escolares, así como también sus deberes, obligaciones y proyectos, en el lugar y en la comunidad.
13.- No compare a su hijo superdotado con hermanos o amigos que no lo son. No lo favorezcan o lo elijan para algo simplemente porque él es superdotado. Esto causará celos, resentimiento, alejamiento y rechazo entre sus compañeros o hermanos.
14.- Enseñe y exija disciplina a su hijo superdotado del mismo modo que a sus hermanos o amigos que no lo son. No lo estropee simplemente porque él es superdotado. Enséñele lo bueno desde lo malo. La superdotación no puede nunca ser una excusa para un comportamiento inaceptable.
15.- Por último, recuerde que usted también es humano. Tiene una vida que vivir. Necesitará ayuda, orientación, apoyo y comprensión para apreciar y responder a las necesidades especiales de su hijo, sin que surjan sentimientos de inferioridad. Los sentimientos hostiles pueden conducirle, sin apenas darse cuenta, a la sobreprotección o a la dominación. No tema pedir ayuda para alcanzar sus objetivos.
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