Recuerdo la llegada del mes de junio desde mi infancia como el comienzo de una fiesta. En realidad más de la mitad del mes aún tenía clase, pero la sensación ya era similar a la que ahora mismo poseo cuando llega el viernes: hay trabajo por hacer, pero el fin de semana ya pica a la puerta.
Esta sensación ha ido cambiando con los años, aunque ha seguido conservando esa misma áurea de festividad. En la universidad era un mes duro, de exámenes... pero ya no había clases... y cuando empezaron mis hijos al colegio, la sensación ha ido mutando, aunque sigue siendo de índole similar.
Sin embargo he de reconocer que la mutación vivida a lo largo de este curso escolar ha sido muy diferente.
En la última reunión de familias con la tutora de Jon, mi hijo mayor, la profe nos preguntó acerca de cómo habíamos percibido las familias el curso escolar. Yo respondí que corto.
Lógicamente, muchos añadieron que
"el tiempo pasa rápido".... pero creedme que no siempre es así. Estos años de atrás, el tiempo era lento, tedioso, angustioso... la llegada de junio anunciaba no sólo descanso, sino también por fin reposo, paz, tranquilidad. Yeste año con el cambio de cole, ha sido muy diferente. Necesitábamos descanso, por supuesto, pero la angustia se fue difuminando poco a poco a lo largo de todo el curso escolar, para dar paso a lo que siempre tenía que haber sido: ganas de aprender.
Este año además también fue el año de comienzo al cole de Íker, mi hijo pequeño... se me hace mayor.
Fue también el año en que Álex termina la etapa de Infantil para dar paso a la Primaria para el curso que viene. Se mezclan muchos sentimientos, pero la angustia se ha ido y ha dejado paso al orgullo.
Así ha de ser. Así tenía que haber sido siempre.
Hay un discurso, no sólo leído, sino también redactado por Raúl, el hijo de mi amiga gaditana Eva, que quisiera también dejar plasmado aquí, no sólo porque ha planteado genialmente los puntos fundamentales que suponen la gran motivación para ir al colegio, sino porque refleja a la perfección la idea de que
"así ha de ser... así tenía que haber sido siempre".
¡Enhorabuena por el discurso Raúl!... estoy segura que en Secundaria te va a ir también genial.
"Hoy es un día al que nos ha costado llegar.Y en especial no únicamente por el hecho de que nos graduamos, sino por los que nos graduamos. Desde el primer curso de Educación Primaria hemos aprendido matemáticas, lengua, conocimiento del medio, inglés... Pero lo más importante que hemos aprendido es a respetarnos, valorarnos, ayudarnos, preocuparnos de los demás y a ser un gran grupo.
Y ¿cómo hemos aprendido todo esto? Pues bien, lo hemos aprendido entre alumnos/as y profesores/as, entre alumnos/as y otros alumnos/as. Entre amigos, compañeros, personas que se han tenido que ir y otras que han venido. Esto no habría sido posible sin los profesores y las profesoras. Ellos son los que nos han enseñado datos, fechas, hechos y sobre todo han fomentado la convivencia. Por eso, queremos dar las gracias, desde a los profesores y a las profesoras de Infantil, hasta a los de Primaria, al apoyo, confianza y conocimiento que habéis transmitido durante todos estos años.
Es por eso por lo que hoy estamos aquí y es por eso por lo que seguiremos celebrando graduaciones, actos,... cada vez más formados y preparados, pues lo que aprendimos y aprenderemos será la base de nuestra vida, una vida llena de amistades, retos, objetivos y agrado.
Y por último, pero no menos importante, algo que nunca podremos olvidar y que ha sido lo más significativo desde que nacimos. Algo que tenemos que agradecer a los padres y madres. Ese algo es el esfuerzo, apoyo, dedicación y preocupación por nosotros. A ellos, que nos han dado la vida, nos han cuidado y querido con todas sus ganas. Porque son, fueron y serán los que impulsan nuestra educación desde la posición más cercana a todos los niños y niñas: la familia."