Cuando hablamos de prejuicios, en numerosas ocasiones no nos remitimos exclusivamente a etiquetas impuestas a determinadas personas en función de determinadas "características" que comparten entre sí (y a su vez les diferencia de otras personas).
Los mitos o prejuicios también son extrapolables a determinados conceptos, como es el caso de la sensibilidad, concepto con multitud de acepciones, pero ninguna de ellas hace alusión a "sinónimo de debilidad". Sin embargo, tiende a asumirse con demasiada frecuencia dicho prejuicio.
Y dado que con mayor frecuencia se habla de la "alta sensibilidad" también como rasgo definitorio característico (aunque con matices individuales) de las altas capacidades, quizá la mejor forma de desmitificar el término es ir desgranando y analizando las acepciones que sí se encuentran recogidas y reconocidas por la RAE, más allá de las puramente referidas a acepciones más inertes (como el grado o medida de la eficacia o precisión de ciertos aparatos):
** Capacidad propia de los seres vivos de percibir sensaciones y de responder a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas.
A pesar de tratarse de una definición excesivamente "conductista" (estímulo-respuesta) para mi gusto, sí que hay que reconocer la aportación de comprensión a una cuestión que en ocasiones genera confusión cuando nos referimos a las altas capacidades: cuando una persona reacciona de una manera percibida desde el exterior como desmesurada, no es por una condición innata propia de la condición de AC, sino debida a una reacción provocada por una sensación desmesurada. Es decir: el enfado, la alegría, la tristeza, el miedo.... todo ello surge del individuo, pero por un motivo habitualmente externo, o lo que es lo mismo, por haber percibido algo en el entorno que obra como la causa de la dicha reacción. Un@ niñ@ llora y dice no querer ir al colegio porque hay algo ahí que le hace sentir mal; protesta constantemente en casa, porque es probable que no se sienta comprendid@ por parte de personas importantes para él/ella.... prácticamente todo en esta vida tiene un porqué y el hecho de que no lo conozcamos no significa que no exista.
** Tendencia natural del ser humano a sentir emociones, sentimientos.
No podemos evitar sentir. Cualquier hecho, situación o persona.... nos evoca un sentimiento, que puede situarse en un continuo de tal forma que se inclina más hacia el aprecio o hacia el desprecio (o la indiferencia en el término medio, que en todo caso también es un sentimiento).
Por eso cuando hablamos de "aprender a controlar emociones en las altas capacidades", más bien deberíamos centrarnos una adecuada gestión de las mismas. La intensidad con la que se siente no es susceptible de control, ahora bien, a la hora de gestionar su expresión (y expresividad) hay un amplio abanico de posibilidades.
Cuando sentimos ira o enfado, en ningún momento está justificada la agresión hacia otra persona... y esto es fundamental hacérselo entender especialmente ya desde la infancia.
** Capacidad de entender y sentir ciertas cosas, como el arte.
Quizá entra en íntima relación con otros dos conceptos más de suma importancia: el desarrollo de diversas habilidades diferentes a las puramente académicas (como la expresión corporal o la inteligencia musical) y la capacidad de abstracción que nos posibilita la necesidad de búsqueda de más de un sentido ante una misma percepción.
De ahí que ante una misma experiencia percibida por 10 personas distintas, hará que con toda probabilidad surjan 10 historias diferentes, acorde a la diversidad con la que ha sido percibida.
Lo cierto es que no sólo se percibe con mayor intensidad, sino también se recibe mayor cantidad de estimulación. ¿Podemos hablar de "don"? Honestamente, no creo que nada en esta vida sea un don o una maldición per se.... todo va a depender una vez más, del ojo que lo mire (y del cerebro que lo interprete)
Los mitos o prejuicios también son extrapolables a determinados conceptos, como es el caso de la sensibilidad, concepto con multitud de acepciones, pero ninguna de ellas hace alusión a "sinónimo de debilidad". Sin embargo, tiende a asumirse con demasiada frecuencia dicho prejuicio.
Y dado que con mayor frecuencia se habla de la "alta sensibilidad" también como rasgo definitorio característico (aunque con matices individuales) de las altas capacidades, quizá la mejor forma de desmitificar el término es ir desgranando y analizando las acepciones que sí se encuentran recogidas y reconocidas por la RAE, más allá de las puramente referidas a acepciones más inertes (como el grado o medida de la eficacia o precisión de ciertos aparatos):
** Capacidad propia de los seres vivos de percibir sensaciones y de responder a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas.
A pesar de tratarse de una definición excesivamente "conductista" (estímulo-respuesta) para mi gusto, sí que hay que reconocer la aportación de comprensión a una cuestión que en ocasiones genera confusión cuando nos referimos a las altas capacidades: cuando una persona reacciona de una manera percibida desde el exterior como desmesurada, no es por una condición innata propia de la condición de AC, sino debida a una reacción provocada por una sensación desmesurada. Es decir: el enfado, la alegría, la tristeza, el miedo.... todo ello surge del individuo, pero por un motivo habitualmente externo, o lo que es lo mismo, por haber percibido algo en el entorno que obra como la causa de la dicha reacción. Un@ niñ@ llora y dice no querer ir al colegio porque hay algo ahí que le hace sentir mal; protesta constantemente en casa, porque es probable que no se sienta comprendid@ por parte de personas importantes para él/ella.... prácticamente todo en esta vida tiene un porqué y el hecho de que no lo conozcamos no significa que no exista.
** Tendencia natural del ser humano a sentir emociones, sentimientos.
No podemos evitar sentir. Cualquier hecho, situación o persona.... nos evoca un sentimiento, que puede situarse en un continuo de tal forma que se inclina más hacia el aprecio o hacia el desprecio (o la indiferencia en el término medio, que en todo caso también es un sentimiento).
Por eso cuando hablamos de "aprender a controlar emociones en las altas capacidades", más bien deberíamos centrarnos una adecuada gestión de las mismas. La intensidad con la que se siente no es susceptible de control, ahora bien, a la hora de gestionar su expresión (y expresividad) hay un amplio abanico de posibilidades.
Cuando sentimos ira o enfado, en ningún momento está justificada la agresión hacia otra persona... y esto es fundamental hacérselo entender especialmente ya desde la infancia.
** Capacidad de entender y sentir ciertas cosas, como el arte.
Quizá entra en íntima relación con otros dos conceptos más de suma importancia: el desarrollo de diversas habilidades diferentes a las puramente académicas (como la expresión corporal o la inteligencia musical) y la capacidad de abstracción que nos posibilita la necesidad de búsqueda de más de un sentido ante una misma percepción.
De ahí que ante una misma experiencia percibida por 10 personas distintas, hará que con toda probabilidad surjan 10 historias diferentes, acorde a la diversidad con la que ha sido percibida.
Lo cierto es que no sólo se percibe con mayor intensidad, sino también se recibe mayor cantidad de estimulación. ¿Podemos hablar de "don"? Honestamente, no creo que nada en esta vida sea un don o una maldición per se.... todo va a depender una vez más, del ojo que lo mire (y del cerebro que lo interprete)
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