HABLANDO EN CONFIANZA
Temporada 2013/2014
PROGRAMA 8
La psicología es una ciencia no solo del comportamiento humano. En todas sus vertientes se encarga del análisis y reflexión de todo lo que tenga que ver con lo humano.
Desde luego, si algo NO es la psicología es una suerte de don. Se trata en todo caso de comprender que quienes la ejercemos como profesión pasamos por un periodo de formación exhaustivo, el cual comienza en el primer año de universidad y finaliza cuando nos jubilamos. Y aunque es cierto que quizá para ejercer esta profesión se necesitan con toda probabilidad una serie de cualidades relacionadas con lo que en la actualidad se viene denominando como inteligencia intra e interpersonal, así como la emocional, desde luego, no nacemos psicólog@s. Se necesita un desarrollo de la capacidad de observación (sin emitir inmediatos juicios de valor), de empatía y de manera especial, de escucha activa.
La psicología NO es intuición, sino un trabajo reflexivo y serio que solo puede tener lugar de manera posterior a un proceso de formación.
Cuando entendemos la psicología como una especie de "don", probablemente este hecho nos pueda llevar a cometer una serie de errores tales como el de dotar a nuestra intuición de más valor del que realmente posee, sin ser conscientes realmente de que en numerosas ocasiones ésta puede conllevar que nos dejemos llevar por nuestros prejuicios, lo cual nos puede llevar a mantener actitudes un tanto irracionales , buscando "pruebas" que nos llevan a corroborar que eso que pensamos (o intuimos) es cierto y desechando aquellas que nos demostrarían que efectivamente no estamos acertando.
EJEMPLO DE MITO: "Para que cese la actividad en una persona, hay que hacer que se canse"
En psicología hay ocasiones que utilizamos ciertas analogías, que en realidad han de ser utilizadas como metáforas de funcionamiento, más que en un sentido literal. Si no poseemos ciertos conceptos, ni tenemos claras ciertas nociones, podemos correr el riesgo de sesgos en la interpretación de los mismos.
Por ejemplo, cuando hablamos de "ejercitar el cerebro como si fuera un músculo, puesto que aquello que no se ejercita tiende a la atrofia".
Se puede correr el riesgo de aplicar el símil en un sentido literal y completo (como de hecho así ha sido en numerosas ocasiones) y pensar que de la misma manera entonces en que para cansar un músculo hay que ejercitarlo de forma continua, entonces, el cerebro también puede agotarse cuando lleva todo el día con un cierto grado de activación (especialmente bajo la condiseración de que este órgano consume mucha más glucosa que otro tipo de órganos).... sin embargo, nada más lejos de la realidad: cuando el cerebro se encuentra en un proceso de activación continua, lejos de tender al agotamiento, parece buscar más actividad.
Esta cuestión tiende a corroborarse de manera especial en personas con altas capacidades: el proceso creativo tiende a experimentar su punto álgido cuando existe una cierta activación previa de cierta intensidad (no suele surgir en momentos de abatimiento o descanso).
El "reposo mental" (entendido como una acción deliberada e intencional) no suele ser necesario por tanto cuando se ha producido un"cansancio mental", sino cuando estamos experimentando un posible bloqueo (normalmente ocasionado por cuestiones de tipo emocional, más que por trabajo intelectual) que conllevaría cometer ciertos errores en el procesamiento de la información.
Por lo tanto, el símil anteriormente mencionado, tendría más bien un sentido metafórico y debería de ser comprendido desde la perspectiva en que el propio desarrollo del sistema nervioso requiere de la práctica y el entrenamiento para que una potencialidad se torne habilidad.