miércoles, 4 de diciembre de 2013

LAS RELACIONES DE COMUNICACIÓN CON LA ALTA CAPACIDAD

Cuando hablamos de precocidad en las altas capacidades, hay ocasiones en las que si no explicamos con claridad que, en realidad, tan solo estamos aludiendo a determinadas habilidades (diferentes según cada niñ@), podemos llegar a caer en el error de pensar que tener un@ hij@ con altas capacidades es como tener una personita adulta en miniatura.
Nos suele costar por lo tanto llegar a entender que sigue siendo un@ niñ@, y que o aprendemos a manejar nuestra relación con él/ella y aplicamos una gran dosis de empatía, o de lo contrario podemos estar llevando a cabo actuaciones que pueden llegar a perjudicar más que apoyarle.

Pero... ¿qué debemos entender y cómo debemos esforzarnos en comprender a un@ niñ@ de alta capacidad, en lo que a comunicación se refiere?
Observemos las distintas formas de manejar una conversación.

1) Por un lado, tendríamos la función fática, cuya finalidad es la de iniciar, mantener o finalizar una conversación. No hay contenido informativo relevante en este tipo de conversación, pero tiene gran importancia, ya que nos puede ayudar a comenzar y establecer las relaciones sociales.
¿Qué sucede si no se encuentra sentido a este tipo de conversación intrascendente?
Lógicamente resulta mucho más complicado establecer relaciones sociales cuando incluso resulta molesto este tipo de conversación, como puede suceder en las altas capacidades.
Y es que cuando el inicio de contacto comienza con algún tema tal como todos los tipos de dinosaurios que conoces, la clasificación de los animales en función del tipo de hábitat y alimentación o la cultura egipcia.... a no ser que encuentres a una persona con intereses similares, lo cierto es que tiende a generar rechazo.

2) Expresividad no verbal.- Se haría referencia no solo a la emitida, sino también a la percibida.
Por lo tanto, si consideramos la existencia de una mayor capacidad de captar estimulación del entorno, lo cierto es que ciertos gestos, miradas, risas e incluso tonos en el habla no pasan en absoluto desapercibidos de manera especial en las altas capacidades, lo cual obviamente puede generar rechazo al contacto (esta vez por parte del propi@ niñ@).

3) Uso de metáforas o ironía en el lenguaje.- Hemos de considerar que aunque cada vez estemos más informad@s sobre ciertas cuestiones propias del desarrollo infantil, como por ejemplo, que el tono irónico (y metafórico) no suele ser adquirido hasta alcanzar un determinado nivel de desarrollo cognitivo. Aún así, las personas adultas tendemos a abusar de la ironía cuando nos comunicamos con ell@s... y digo bien: abusamos. Mal ejemplo estamos dando si por un lado pretendemos educar en el respeto, pero por otro lo aparcamos cuando nos dirigimos a un@ niñ@ de 4 años con frases como "tú sigue así, ya verás que bien te irá en la vida" probablemente le hagamos sentir confus@, porque por un lado habrá detectado que nuestra comunicación no verbal no ha acompañado al mensaje literal que hemos transmitido.
En las altas capacidades, el riesgo que se corre es que además sí que se haya comprendido el segundo sentido del mensaje.... pero emocionalmente (con 4 años) no esté preparado para entender que no se dice "en serio".







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