¿Te imaginas que estás terminando un trabajo en el ordenador y alguien viene, te lo arrebata y se lo lleva?
¿Te imaginas que estás comiendo algo super-rico, viene un gigante 3 veces más grande que tú, te lo arranca, lo tira a la basura y te dice que “eso no se come”, que no es bueno para ti?
¿Te imaginas que estás durmiendo y de pronto alguien viene bruscamente y sin previo aviso, te destapa, te levanta, te cambia, te hace tomar un vaso de leche y te manda a tu trabajo?
¿Te imaginas lo que siente un bebe o un niño
cuando los tratamos como objetos y no como personas? Cuando no nos
percatamos de lo que están haciendo e imponemos nuestras necesidades a
las suyas. Cuando no les anticipamos "nuestro plan" que es distinto al
suyo, pero no más importante.
Esto sucede cuando creemos que lo que ellos hacen no es valioso. No nos damos cuenta que la atención tan grande que ellos otorgan a sus actividades diarias, puede ser la atención que les pedimos que tengan cuando sean más grandes.
¿Qué podemos hacer? Algunos consejos:
- No es necesario tenerlos entretenidos todo el tiempo. Para ellos el mundo es ya un lugar lleno de estímulos. Con todo lo que ven a su alrededor basta y sobra. Si los sobreestimulamos ahora, serán niños que se aburrirán fácilmente luego.
- Anticípale lo que va a suceder, lo que vais a hacer. Para esto nunca es demasiado temprano, un bebe necesita saber qué va a pasar también.
- Intenta hacer las cosas con calma, si sabes que algo te llevará mucho tiempo, empieza antes. Los niños se "contagian" de tu nerviosismo.
- Evita la televisión. Esto pone al niño en una situación completamente pasiva. Si bien hay programas educativos, aprenderá mucho más de la experiencia.
- Los niños necesitan tiempos ininterrumpidos de juego. Adapta un lugar seguro donde pueda explorar, un lugar donde no hayan objetos peligrosos. No tiene que ser un espacio muy grande, basta con que el adulto no esté preocupado y pueda permitirle ser autónomo.
- Los juguetes deben ser sencillos, ellos prestan mucha atención a los detalles. Un juguete que suena de demasiadas formas o tiene demasiados colores, no lo ayuda a concentrarse, lo puede perturbar.
- Observa lo que hace, eso no es "hacer nada". Es comprenderlo y conocerlo.
- Ellos se interesan más por lo que escogen ellos mismos. Ellos mismos le dan un uso a lo que encuentran. No escojamos por ellos, ni les digamos para qué sirve; es mejor observar qué utilidad le quieren dar ellos.
- No lo distraigas cuando le das de comer o cuando lo cambias. Eso hace la tarea más fácil (aparentemente) para el adulto, pero el niño quiere ser incluido en su vida. ¡¡Invítalo a participar!! (No es fácil en el momento, pero a la larga conseguirás que colabore y todo será mucho más sencillo).
Esto sucede cuando creemos que lo que ellos hacen no es valioso. No nos damos cuenta que la atención tan grande que ellos otorgan a sus actividades diarias, puede ser la atención que les pedimos que tengan cuando sean más grandes.
¿Qué podemos hacer? Algunos consejos:
- No es necesario tenerlos entretenidos todo el tiempo. Para ellos el mundo es ya un lugar lleno de estímulos. Con todo lo que ven a su alrededor basta y sobra. Si los sobreestimulamos ahora, serán niños que se aburrirán fácilmente luego.
- Anticípale lo que va a suceder, lo que vais a hacer. Para esto nunca es demasiado temprano, un bebe necesita saber qué va a pasar también.
- Intenta hacer las cosas con calma, si sabes que algo te llevará mucho tiempo, empieza antes. Los niños se "contagian" de tu nerviosismo.
- Evita la televisión. Esto pone al niño en una situación completamente pasiva. Si bien hay programas educativos, aprenderá mucho más de la experiencia.
- Los niños necesitan tiempos ininterrumpidos de juego. Adapta un lugar seguro donde pueda explorar, un lugar donde no hayan objetos peligrosos. No tiene que ser un espacio muy grande, basta con que el adulto no esté preocupado y pueda permitirle ser autónomo.
- Los juguetes deben ser sencillos, ellos prestan mucha atención a los detalles. Un juguete que suena de demasiadas formas o tiene demasiados colores, no lo ayuda a concentrarse, lo puede perturbar.
- Observa lo que hace, eso no es "hacer nada". Es comprenderlo y conocerlo.
- Ellos se interesan más por lo que escogen ellos mismos. Ellos mismos le dan un uso a lo que encuentran. No escojamos por ellos, ni les digamos para qué sirve; es mejor observar qué utilidad le quieren dar ellos.
- No lo distraigas cuando le das de comer o cuando lo cambias. Eso hace la tarea más fácil (aparentemente) para el adulto, pero el niño quiere ser incluido en su vida. ¡¡Invítalo a participar!! (No es fácil en el momento, pero a la larga conseguirás que colabore y todo será mucho más sencillo).
María Jesús Núñez