Llevo un tiempo meditando la idea de dedicar una
entrada, llamémosle, aclaratoria. Y es que cuando hablo de la necesidad de interés por parte de ciertos profesionales por el tema de las altas capacidades intelectuales, hago referencia precisamente a eso: a "ciertos" profesionales. Pero obvia decir que también he conocido, en persona o virtualmente, a muchos otros que un querido profesor mío denominaría "docentes decentes".
Mi crítica en ningún momento va dirigida hacia el sistema público de enseñanza, ni a todo el colectivo... todo lo contrario. Mi experiencia en este sistema ha sido como (me imagino) la de la mayoría: me he encontrado profesionales de los que ya ni me acuerdo, profesionales (pocos) que preferiría no haber conocido y otros que jamás olvidaré por haber conseguido que amase su materia.
Lo que realmente me indigna ahora mismo es comprobar que no demasiadas cosas han cambiado con respecto a mi época estudiantil :-)... más allá de dejar atrás la EGB, el BUP y el COU, para pasar a llamarse ESO (o "lo otro").
El método de enseñanza, el amor por la profesión, el impulso de la motivación hacia cada alumn@ o el respeto por los diferentes ritmos de aprendizaje, sigue siendo algo que el sistema no protege ni considera realmente, lo cual hace que l@s alumn@s sean, precisa y paradójicamente, las personas que quedan expuestas a que sea el azar el que determine si les toca un buen profesional o no tan bueno. E insisto en este punto: si se incidiese más en este tipo de cuestiones, es probable que muchas de las hoy consideradas "problemáticas", llegaran a mejorar e incluso a erradicarse.
En todo caso, como decía, hay grandes profesionales a los que siempre merece la pena recordar, y a los que hay que tener como referencia a la hora de proponer mejoras, así como de mantener esas propuestas. Y el resultado se ve, se palpa; epecialmente cuando tu hijo adora el cole porque aprende... y es que ¡es superdivertido! En palabras de mi hijo Álex, claro, gracias a Ana (docente decente :-)).
"Quienes tenemos responsabilidades en la
formación y educación de niñ@s y jóvenes no deberíamos olvidar NUNCA que
estamos tratando, ante todo, de personas, y que como tal hay que abordar la
tarea, ardua y agotadora tanto como gratificante y enriquecedora.
Va contra toda ética ,profesional y personal, atenderles y entenderles como una masa informe y homogénea. No pretendemos formar un ejército, ¿verdad?, sino la sociedad del mañana... que no es poco.
Me niego a aceptar que salgan del colegio como productos manufacturados en serie. Los mejores recuerdos que guardo de quienes fueron mis profesoras-es son de aquellos que me hablaron a mí, teniendo en cuenta mi forma de ser, mis circunstancias... ¿Es casualidad que es@s mism@s sean de quienes más he aprendido? No lo creo." Elvira Laruelo (docente decente :-))
Va contra toda ética ,profesional y personal, atenderles y entenderles como una masa informe y homogénea. No pretendemos formar un ejército, ¿verdad?, sino la sociedad del mañana... que no es poco.
Me niego a aceptar que salgan del colegio como productos manufacturados en serie. Los mejores recuerdos que guardo de quienes fueron mis profesoras-es son de aquellos que me hablaron a mí, teniendo en cuenta mi forma de ser, mis circunstancias... ¿Es casualidad que es@s mism@s sean de quienes más he aprendido? No lo creo." Elvira Laruelo (docente decente :-))
De la misma forma que es necesario una mejora educativa formal, también pienso que urge mayor implicación por parte de padres y madres en este tipo de proceso educativo. No se trata de estar a la altura en cuanto a conocimientos académicos para apoyarles en las materias (para eso ya están sus maestr@s y profesor@s), sino de no fallarles en la importancia del apoyo que necesitan para hacer que disfruten del aprendizaje (atent@s al punto 3 de la II parte que se va a exponer a continuación).
Como ya he comentado en otras ocasiones: en lo referente al proceso educativo, colegios y familia necesitamos remar en el mismo sentido para que la barca no vaya a la deriva.
Y esta es la reflexión personal que intento desarrollar en cada entrada, especialmente gracias al talento de muchas otras personas que siguen trabajando para que esto de lo que estamos hablando no se quede en el grado de utopía y alcance el de realidad... como esta magnífica entrada de mi amiga (docente decente :-)) Pilar Andrés...
http://menosesmas2011.blogspot.com.es/2012/04/reflexiones-sobre-nuestro-sistema.html?spref=fb
Últimamente parece que todos miramos a Finlandia
cuando pensamos en un buen sistema educativo. Lo sorprendente de esto, es
que en los años 70 el rendimiento de los estudiantes era bajo, y fueron
reformando su sistema hasta llegar a convertirse en el mejor del mundo. A
continuación os presentamos los cambios más importantes que establecieron para
arreglar el sistema:
1. Eliminaron la
obligatoriedad de los examenes estandarizados a nivel nacional para
darle más libertad e iniciativa a los profesores.
2. Elevaron el nivel
requerido para ser profesor. En Finlandia para ser profesor tienes que
hacer un programa de post grado de 3 años una vez graduado de la universidad.
El programa es gratuito y el gobierno paga por la manutención de los
futuros profesores durante los 3 años de duración si son elegidos para el
programa. Estos incentivos atrajeron a más candidatos que querían optar a
ser profesores. Tantos, que solamente el 15% de los candidatos son
seleccionados en la actualidad.
3. El enfoque en tener profesores de calidad continúa
una vez incorporados como docentes. Los
profesores pasan prácticamente la mitad del tiempo en programas de desarrollo
profesional, planificación colaborativa y trabajando con los padres de los
alumnos.
Los finlandeses confían en sus
profesores. En los
años 70 tenían guías del profesor con los temarios establecidos. Las guías
tenían 700 páginas. Hoy en día, tan solo tienen 10 páginas. Se les
da mucha libertad.
II PARTE:
Ayer hablemos de las claves del sistema
educativo finlandés y de su transformación desde los años 70. Hoy
queremos plantear qué debería hacer España para transformar su sistema
educativo, y cuáles son las barreras sociales y políticas que impiden que esto
pase. Para ello, debemos hablar de 3 aspectos diferenciales muy importantes que
debemos cambiar si queremos evolucionar en educación:
1. Competencia. En
España, como en la mayoría de los países occidentales, hemos sido educados para
competir. Tenemos la necesidad de utilizar baremos para situarnos socio
económicamente, ya que esto nos hace sentir seguros al pertenecer a un grupo
específico. Esto también ocurre en la educación. El sistema es rígido y basado en exámenes estandarizados que fomenta el
individualismo y la competencia entre alumnos y entre colegios. En Finlandia
trabajan en grupo. Por supuesto que existen diferencias entre alumnos,
pero en vez de aumentar esa diferencia, tratan de minimizarla enfocándose en
aquellos alumnos que necesitan más ayuda. Tanto
los profesores como los alumnos más aventajados ayudan a compañeros con dificultades.
Este comportamiento ayuda a los estudiantes a comprender el mundo diverso en el
que vivimos y ayuda a desarrollar las dotes de enseñanza a aquellos alumnos
aventajados.
2. Nuestros
profesores. El sistema es rígido y
anticuado y no da libertad ni poder al profesor. No confiamos
suficientemente en ellos. Este nivel de motivación por parte de los
profesores ha hecho que la sociedad pueda confiar en ellos y les ha permitido
obtener la libertad necesaria para poder tomar decisiones sin necesidad de burocracia
y regulación académica.
3. Nosotros
los padres. Resulta irónico que a pesar de que no confiamos en
nuestros profesores, la mayoría tampoco somos
capaces de involucrarnos directamente en la formación académica de nuestros
hijos. En Finlandia el colegio empieza a partir de los 7 años.
Anteriormente los padres han asumido labores educativas previas con sus hijos.
Además, durante los años de colegio los padres están involucrados junto a los
profesores en el proceso educativo como parte activa e indispensable de
la formación de los niños.
4. Política. En España el sistema educativo está regido por
políticos, que en general no han sido profesores. Están lejos de
la realidad de lo que pasa en el día a día en las aulas. Son burócratas. En
Finlandia, el sistema educativo está completamente apartado de la política.
Todos los directores han sido profesores, y entienden lo que ocurre en los
colegios ya que lo han vivido personalmente. Su objetivo principal es velar por
la educación mientras que en España, hay muchos intereses creados, partiendo
por el mantenimiento de la clase política y la falta de voluntad de
reestructurar la plantilla actual de profesores y gestores.
La necesidad de
reformar nuestro sistema educativo está clara, pero también queda claro que no
es un esfuerzo de los partidos políticos sino de la sociedad en general. Si
queremos que nuestros hijos disfruten de una educación competitiva, tenemos que
empezar a cambiar de actitud en lo que respecta a nuestros valores y actitudes
frente a un sistema retrógrado antiguo y poco equitativo como es el sistema
educativo español.
Las palabras que más feliz me pueden hacer sentir como profe. ¡Mil gracias! :-)
ResponderEliminarGracias ¡qué piropazo!
ResponderEliminarEn realidad tampoco he dicho nada que no sea bien merecido :-)
ResponderEliminar¡¡¡ Felicidades a todas !!!
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