viernes, 30 de diciembre de 2011

PROPÓSITOS PARA EL AÑO NUEVO :-)

Cada fin de año llega el momento de cumplir ciertas tradiciones que van a depender de cada un@, según creencias, ideologías, pensamientos o cultura. Y una que viene cada vez más arraigada es precisamente la de crearse nuevos propósitos para el año que entra. Realizar un "borrón y cuenta nueva", un "dejar atrás lo vivido y empezar una nueva época en mi vida"... y por supuesto, que no falte el "este año dejo de fumar", o "voy a empezar a hacer más deporte", pasando claro por el "mañana me pongo a dieta para bajar estos 10 kilos que me sobran" :-)

Y después de varios meses entrando en este blog y (¡cómo no!) hablando en confianza con todo aquél o aquella que desee leerme, desearía compartir mis 10 propósitos para el 2012...una especie de los "Top 10 de la Pomy" (como me llamaban algunas compañeras de la Facultad de Psicología... de hecho, alguna todavía me lo llama jeje):

1) Seguir aprendiendo de mí misma y empapándome de todo lo que me rodea.

2) Seguir buscando una mayor comprensión de las altas capacidades intelectuales, destinando esfuerzo tanto hacia mi formación, como hacia la de los demás.

3) Seguir luchando donde haga falta (fundamentalmente en el colegio) para que se reconozcan las necesidades educativas especiales de mi hijo mayor.

4) Seguir buscando la manera de fomentar la cultura y el arte, especialmente en la zona en la que vivo, con el colegio de mis hijos como punto de referencia (...de hecho, algún proyecto ya está ahora mismo en mente, en este año 2011, jejejeje).

5) Seguir amando a l@s mí@s con todas mis fuerzas... sólo apoyando tu propia red de apoyo, se logra el auténtico triunfo personal. Y esta victoria es mucho más poderosa que cualquier bien material, por mucho valor económico que le sea otorgado.

6) Seguir levantándome cada mañana en este lugar auténticamente privilegiado donde vivo... en serio, es un paisaje maravilloso. Tengo la grandísima suerte (y el privilegio) de poder comer cada día viendo un paisaje intensamente verde y con la Cordillera Cantábrica al fondo.

7) Seguir disfrutando del crecimiento de mis 3 hijos, de su evolución como personas...y enfadándome cada vez que me arman alguna faena, para poder reírme de todo eso un tiempo después.

8) Seguir viendo a mis grandes amig@s... o simplemente hablando con ell@s (vivir en el campo tiene sus ventajas y algunos inconvenientes), tanto si puedo ponerles cara, como tan sólo un nombre, para poder compartir alegrías o tristezas, pero en todo caso siempre junt@s aun en la distancia (gracias a San Facebook, patrón de l@s amig@s virtuales).

9) Seguir levantándome cada mañana, tanto para cumplir rutinas, como para hacer nuevos descubrimientos a lo largo del día.

10) Seguir riendo, llorando, soñando, emocionándome, esperando, luchando, sufriendo, compartiendo, buscando, ofreciendo, priorizando, abandonando...... aprendiendo.

...seguro que si al menos logro cumplir algunos de estos propósitos a lo largo del 2012, me puedo dar por satisfecha. Porque es muy probable que haya experimentado más cambios en mi vida, que me permitan seguir evolucionando como persona... eso sí... siempre y cuando, siga siendo YO.

¡¡Hasta el año que viene!!

LAS CREENCIAS SUPERSTICIOSAS

Dicen que pronto dejamos de ser niñ@s. Que perdemos la inocencia infantil y eso hace que nos desencantemos de la vida. Pero pienso que no es exactamente así: más bien nos educan para no reconocer que tod@s y cada un@ de nosotr@s en realidad siempre llevaremos es@ niñ@ dentro, aunque nos empeñemos en no dejarle salir... no vaya a ser que volvamos a ver la vida con otros ojos.

Y es que cuando se llega a la vida adulta, que te llamen "niñ@" o que tilden tu comportamiento de "infantil", puede llegar a ser considerado incluso como un insulto... curioso y paradójico. Como también lo es que quizá no podamos escapar de esa sensación que podamos tener ocasionalmente de que la magia existe. Ayer mismo lo hablábamos en la radio mi compañero Santi y yo: "no creemos en las meigas.... ¡pero es que haberlas, haylas!".... ¿y si las creencias y los comportamientos supersticiosos estuviesen sustentados por es@ niñ@ interior que de vez en cuando desea salir a flote? Eso daría explicación a que aunque sepamos que hemos cerrado el coche, necesitemos realizar todo un ritual de comprobación de puertas cerradas, o que no salgamos a gusto de casa sin haber revisado (sólo una vez más) si hemos cerrado la llave del gas, o que Raúl, aun en el Schalke 04, siga besando su anillo cada vez que marca un gol... y es que hay ciertos comportamientos que aunque son irracionales (y lo sabemos), nos aportan seguridad en el día a día.

El porqué de las creencias supersticiosas
Entendemos por superstición aquella creencia de que un determinado fenómeno o situación tiene una explicación mística, mágica o simplemente asumida socialmente por una cultura o religión, sin que exista evidencia científica alguna. En numerosas ocasiones tendemos a confundir la superstición con la sabiduría, cuando la primera tiene que ver con ciertas atribuciones mágicas (incluyendo así a las llamadas pseudo-ciencias: astrología, alquimia, parapsicología,...) y la segunda, se basa en hechos empíricos y "corroborables". Y esta confusión (quizá por ignorancia del tema) es la que frecuentemente puede llevar a seguir manteniendo numerosos prejuicios y se defiendan como hechos válidos, aunque se pueda demostrar su falacia... como cuando alguien de otra provincia intenta explicarme a mí cómo somos los asturianos, o un hombre se jacta de explicarnos a las mujeres "qué es lo que a nosotras nos gusta", o una persona ajena al tema de las altas capacidades intelectuales nos adoctrina acerca de los problemas que ello conlleva, con el consiguiente vaticinio de fracaso escolar y social.... el prejuicio es fuerte socialmente, a veces incluso, más que la razón.

Volviendo al tema de las supersticiones, lo cierto es que necesitamos encontrar un motivo a las cosas que acontecen, bien sea personalmente o a nuestro alrededor. Nos cuesta una barbaridad entender el concepto de "azar" en nuestras vidas, entendido como aquello que se escapa de nuestro control o del control de cualquier persona (o ente) externa. Y que hay determinados acontecimientos en la vida que si aparecen juntos en varias ocasiones es por una cuestión de CASUALIDAD, no de CAUSALIDAD... es decir: el azar ha hecho que en varias ocasiones, por ejemplo, en el mes de marzo hayan nacido varias personas con talento musical, o haberse puesto un pantalón rojo el día que has conocido a una persona maravillosa, o llevar una medalla y sacar buena nota en los exámenes... pero una cosa no es la causa de la otra. La causa real no es tan superficial.

El profesor Hood, de la Universidad de Bristol, sostiene la hipótesis de que nuestro cerebro inteligente nos predispone hacia este tipo de creencias mágicas, que hace por tanto que tendamos hacia el mantenimiento de ciertas supersticiones. Así, tomó un grupo de personas (entre ellas, había bastantes que se autodefinían como no-supersticiosas o escépticas con el tema) y propuso levantar la mano a toda aquella que estuviese interesada en ponerse una chaqueta de un color determinado, cuyo bolsillo contenía 10 libras. Lógicamente, más que contar cuántas levantaron la mano, hubiese resultado más sencillo centrarse en las que no lo hicieron. Pero cuando añadió un segundo dato (inventado por él), con la misma velocidad que levantaron la mano, la mayoría fueron bajándola: les dijo que esa chaqueta había pertenecido a un conocido asesino en serie... ¿seguimos creyendo en el mal fario que pueden dar los objetos inanimados?

Quizás, si juntamos dos cuestiones básicas en la especie humana, se crea un maravilloso caldo de cultivo para la generación de supersticiones:

1- Necesidad de encontrar una causa o motivo a todo aquello que acontece y nos rodea. Nos da mayor sensación de control ante lo incontrolable (como lo es el futuro, por ejemplo). Nos cuesta discernir que el concepto de "posibilidad" es sustancialmente distinto al de "probabilidad", de tal forma que determinadas cosas "imposibles", tendemos a percibirlas como "improbables" (y por lo tanto, "posibles").

2- Atribuímos significados a objetos inanimados (e incluso también a personas) en función de la importancia subjetiva que le vayamos a dar. De esta forma, creamos símbolos a los cuales dotamos de significado independiente de su uso real. Así, si perdiéramos la alianza de matrimonio, aunque nos hiciéramos con otra exactamente igual (mismo peso, mismo tamaño, mismos quilates, misma inscripción...), para nosotr@s, nunca significaría lo mismo.

Y en estas fechas, se ha establecido un ritual en nuestra cultura, como es el de desear "Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo" a toda aquella persona que se cruce en nuestro camino, no vaya a ser que si nadie te lo desea, no se cumpla... a veces llega febrero y cada persona nueva que nos vamos encontrando le deseamos ese ¡¡FELIZ AÑO!! de rigor... y yo no voy a ser menos ¡¡FELIZ AÑO 2012!! ...por si acaso... :-)

miércoles, 28 de diciembre de 2011

MÁS MÚSICA PARA MIS OÍDOS

No podía dejar escapar el año sin volver a aportar más música para nuestros oídos. Especialmente después de la anterior entrada "musical", gracias a la cual descubrí 2 maravillosas melodías que nos regalaron a través de sus comentarios Raquel y Danilo.

Raquel, he de decirte además, que cada vez que escucho esta, ya no puedo hacerlo sola... Álex viene corriendo para sentarse en mi regazo y me dice "¡mami! ¡esta es la canción del piano! y se toca así"... y empieza a mover los deditos.

A River flows in you -  YIRUMA


Cuando me siento ante el ordenador para escribir en este "diario personal-público", a veces tengo la sensación de que me aporta intimidad: mis sentimientos y emociones delante de la pantalla ante mí. Pero lo cierto es que no seré yo la única que lo lea. Y me alegra. Danilo nos comentaba que a veces sólo "espiaba"... pero a propósito de la anterior entrada (hablando en confianza: Música para mis oídos), nos regaló gracias a su comentario esta maravilla... disfrutadla.

                                                          Sigur Rós - Ára Bátur
 


La música puede descubrirse de mil maneras diferentes. A veces entra a través de nuestros oídos y llega al corazón cuando ya hemos cumplido unos añinos (aunque siempre jóvenes :-)) y otras llega cuando aún somos pequeñ@s. Por eso, la forma en la que ciertas melodías lleguen a nosotr@s, es lo de menos. Simplemente, han llegado y se quedarán para siempre. ¿Sabéis cómo llegó esta a Jon? A través de dibujos animados (Little Einsteins)

Edvard Grieg - La Mañana


...y esta, llegó a mi vida de pequeñita, en el coche de mi padre, amante de todo tipo de música, camino de León. Nana Mouskouri fue una habitual durante un tiempo.... ¡gracias papi!

                                   NABUCCO - Verdi (voz Nana Mouskouri)


Antes de convertirse en "consorte" (palabra que detesto con la misma intensidad con la que es repetida una y otra vez a través de los medios de comunicación), llegaba a nuestras pantallas cada día a través del anuncio de Nescafé. Investigué de quién era aquella canción, y me compré el disco (que por cierto, no tiene desperdicio). Para sentarse tranquilamente, cerrar los ojos y dejar que nos embriague...

CARLA BRUNI - Quelqu'un m'a dit

LA EDUCACIÓN EN LA FAMILIA EN CARICATURA

Ayer mismo recibí en mi correo este mensaje de parte de una amiga. Y como me gusta todo aquello que incite al trabajo neuronal intenso, o lo que es lo mismo, a la reflexión :-)... dejo estas perlas para el uso y disfrute de toda aquella persona que sepa apreciarlas.

Quino, el caricaturista argentino autor de Mafalda, desilusionado con el rumbo que está tomando el mundo en cuanto a valores y educación, expresó su sentimiento al respecto... brillante!!!










La genialidad del artista produce una de las mejores criticas sobre la educación de los hijos en los tiempos actuales...

...y personalmente añadiría otro de los "valores" que más se están transmitiendo y  que sustentan una gran lacra social, como lo es el machismo. Este dibujo es la portada del libro de Lucía Etxebarría, escrito junto con Goyo Bustos, "El Club de las Malas Madres". Si os interesa la educación de l@s niñ@s, tanto desde una perspectiva de madre, como desde la de docente, os lo recomiendo. De lectura obligada.

martes, 27 de diciembre de 2011

LA INTELIGENCIA COMO CONJUNTO DE CAPACIDADES

 - ¿Por qué se llora?

- ¿A qué te refieres?
- ¿Qué pasa físicamente?, digo.
- Bueno ... los lacrimales cumplen la función de lubricar y proteger el ojo. Cuando te emocionas se excitan y producen lágrimas.
- ¿Por qué? ... ¿por qué se excitan?
- No lo sé
- Tal vez ... tal vez la emoción se vuelve tan intensa que el cuerpo no logra contenerla, la mente y los sentimientos se vuelven poderosos y el cuerpo se lamenta."

                                                                                         City of Angels


Tendemos a cuantificar las cosas para intentar lograr alcanzar una mejor comprensión de las mismas. No es novedoso. Ya lo he comentado en más ocasiones: nos cuesta reflexionar (y en consecuencia, comprender) acerca de aquellas cuestiones que no son tangibles. Por eso, en un ejercicio de reduccionismo, las convertimos en algo que sí podamos palpar.

Recuerdo una escena de la película "City of Angels", donde la doctora en medicina le está explicando al ángel qué es lo que somos. ¿Qué es un ser humano? ... ¿un conjunto de células agrupadas que forman órganos, que a su vez, son sistemas y que es lo que hace que permanezcamos viv@s?
Cuando hablamos de que seguimos viv@s gracias a que nuestro corazón late, no nos referimos sólo a ese sentido literal. Porque el latido es rítmico, constante... pero metafóricamente siempre hay un motivo por el que lo hace con mayor o menor intensidad.
Eso es la VIDA: un conjunto de células que hacen que sintamos, que amemos, nos emocionemos, nos entristezcamos, razonemos, busquemos significados, nos pongamos en el lugar de otra persona (empatía), nos expresemos (con palabras o sin ellas), aprendamos de los demás y al mismo tiempo tengamos necesidad de mostrar que también podemos aportar para sentirnos útiles, podamos imaginarnos lo que nos rodea sin necesidad de verlo.... y sigamos respirando.

Por eso quizá cuesta entender que la inteligencia no es algo único y aislado del resto de las funciones del organismo (individual o social). Para facilitar su comprensión desde un punto de vista científico se le ha colocado una cifra (C.I.), pero no por ello ha de ser reducida a este número. Su comprensión ha de ir más allá... entender el porqué la poseemos y para qué la utilizamos. El número sólo es una metáfora que ha de intentar facilitar la comprensión, no la explicación en sí (cosa que a veces da la sensación que un sector del mundo científico ha olvidado).
Y toda la anterior descripción de lo que es VIDA, en psicología lo traducimos en siglas (RV, RN, IA, ME,...), lo cual ha de ser utilizado para mejorar la comprensión y facilitar la descripción de algo que en definitiva posee una maravillosa complejidad que jamás ha de ser reducida a un mero número.

¿Y si nos esforzamos por entender que la inteligencia no es un ente, como digo, único?... un Factor G (como tradicionalmente se ha entendido desde la psicometría). Howard Gardner nos ha colocado en el camino para empezar a entender que podemos ser (y de hecho somos) hábiles en distintas capacidades... o capaces en distintas habilidades. Ahora reflexionemos acerca de lo que ello implica para la comprensión de la capacidad intelectual, tal y como se nos ha propuesto desde el blog de ASA Málaga:

Ejemplo gráfico real de Perfil de Capacidades

Para la elaboración del presente perfil de capacidades se ha tomado como referencia un ejemplo real que nos proporcionó la Dra. María Dolores Prieto, de la Universidad de Murcia, durante la I Jornada sobre Altas Capacidades Intelectuales celebrada el pasado 14 de enero de 2011 en la Universidad de Málaga.


FUENTE: http://asamalaga.org/Informe_Psicopedagogico.pdf

Como se puede comprobar fácilmente, la estructura del perfil se asemeja bastante a una suerte de "ecualizador", lo que nos permite una visión rápida y eficaz de las áreas en las que alguien destaca y las áreas en las que puede mejorar. Esto permite operacionalizar la labor de atender a alguien según su propio perfil, único, sin reducir toda la rica información a un simple número, poco o nada operativo, como es el CI.

Nomenclaturas:

RV
Razonamiento Verbal
RN
Razonamiento Numérico
RL
Razonamiento Lógico
RM
Razonamiento Mecánico
RE
Razonamiento Espacial
OR
Ortografía
RP
Rapidez y exactitud perceptiva
MO
Memoria de relato oral
IA
Intrapersonal
IE
Interpersonal
ME
Manejo del estrés
AD
Adaptabilidad
EA
Estado de ánimo
IP
Impresión positiva
CO
Conciencia
AP
Apertura
EX
Extraversión
AM
Amabilidad
IN
Inestabilidad emocional

viernes, 23 de diciembre de 2011

PÁJAROS PROHIBIDOS



Por increíble que parezca, la principal cárcel de la dictadura militar uruguaya se llamaba “Libertad”. Y por increíble que parezca estaba prohibido en esa cárcel llamada Libertad que los presos dibujaran o recibieran dibujos de mariposas, estrellas, parejas y pájaros.
Uno de los presos, Didaskó Pérez, maestro de escuela, preso por tener, como dijo el oficial que lo detuvo... preso por tener “ideas ideológicas”, recibió un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trajo un dibujo de pájaros, como los pájaros estaban prohibidos los censores rompieron el dibujo a la entrada de la cárcel.
Al domingo siguiente la niña trajo un dibujo de árboles... como los árboles no estaban prohibidos... el dibujo pasó. Y el padre le preguntó:
- Esas frutas, esas frutas de colores que hay... ¿qué son?, ¿naranjas, limones, manzanas?, ¿qué son?
Y la niña lo hizo callar:
- Sssshhhhh, bobo, ¿no ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.

Eduardo Galeano

PENSAR EN NAVIDAD NO ES GRATIS

...Y una vez más parece que volvemos al mismo tema de siempre: "el coste de la vida". Como si cualquier cosa que deseáramos desempeñar o llevar a cabo, llevara tras de sí un gasto económico, que hace que nuestros bolsillos más que echar humo de tanto rascarlos, se estén quedando congelados, al darnos cuenta de que no podemos usarlos. Y es que estamos, otro año más, en Navidad.

Pero ¿y si el mayor coste que hayamos de pagar por aquello que necesitamos realmente no es económico? ¿Qué ocurre con el coste emocional? Ese puede llegar a resultar en realidad mucho más caro... y no hay banco capaz de financiarlo.

Resulta paradójico encontrarnos cuando llegan estas fechas que el "Mensaje" (así, con mayúscula, como el que emite el rey :-)) que toca ser difundido a través de medios de comunicación es el de amor, fraternidad, compañerismo, cariño, familia unida,..... etc, etc. Y sinceramente, a mí la palabra que más me viene a la mente es otra bien diferente: hipocresía.

La mayoría de las personas adultas que conozco, esperan e incluso casi ansían que pasen estas fechas por el agobio que ello supone en nuestras vidas. Y realmente no creo que sea porque se masifiquen tanto las tiendas que haya que hacer cola hasta para ir a comprar el pan, o que las cenas y comidas familiares hagan que el trabajo doméstico se multiplique, no por 1000, sino hasta el infinito y más allá :-), o que justo después de la cena de Nochebuena nuestro estómago vaya tomando dimensiones tan voluminosas que se puede llegar a tener la sensación de que si añadimos un sólo trocito de turrón más a la boca, entraremos por la puerta grande en el Libro Guiness de los Records.
No, sinceramente no creo que eso sea lo que nos causa tedio ante la llegada de las fiestas navideñas. Pienso que es la hipocresía imperante la que hace que la carga emocional se va incrementando tanto que no hay ser humano que lo resista.
Aquell@s que tenemos hij@s pequeñ@s, nos damos cuenta de que muchas cosas "las hacemos por ell@s", porque se lo pasan genial viendo las calles (y casas) adornadas e iluminadas. Y porque cuando llega el momento de abrir los regalos que traiga Papá Noel, el Olentzero o los Reyes Magos, no sólo es por lo material, sino por la magia generada entorno a la llegada de los mismos.

Y conforme crecemos y la magia va desapareciendo, desaparece la ilusión.... si nadie hace nada por remediarlo. Mi "magia" desapareció ayer un poquito más, cuando en la fiesta del cole de mis hijos, se olvidaron por completo (salvo algun@s profesor@s) de que son un colegio público y destinaron gran parte de las actuaciones a recordarnos que se trata de una festividad religiosa. Por supuesto, gran parte de esas actuaciones fueron coordinadas por la profesora de religión... quedando fuera niños y niñas que no tienen esa materia NO EVALUABLE. Una vez más, han quedado fuera. Una vez más, se les discrimina por ese motivo. Mi "magia" se va difuminando por el coste emocional que me supone tener que comprobar que no se les muestra la cultura de nuestras costumbres, sino que se les sigue manejando bajo el hipócrita lema de "paz y amor"... eso sí, hacia los que sean "iguales" a ellos, porque el resto se siguen quedando fuera, al olvidarse una vez más (¡qué cansino!) que las escuelas públicas han de desarrollar sus actividades para TODOS LOS NIÑOS Y TODAS LAS NIÑAS (no para las "mayorías"), y que su función es la de enseñar, no adoctrinar.

No nos engañemos: la Navidad no es una festividad religiosa. Su origen es pagano (consultad los enlaces que os propongo a continuación), pero como todo aquello que no se puede erradicar por lo ampliamente aceptado que estaba, entonces se transforma, adueñándose así de algo que no era propio. No es la conmemoración del nacimiento de Jesús (estudios@s bíblicos ni siquiera llegan a un acuerdo acerca de la fecha)... es la apropiación de una costumbre pagana pre-cristiana.

No se me malinterprete: que cada un@ lo celebre (o no lo celebre) con la ilusión que desee o con las creencias que elija tener... pero, por favor, que no las imponga a "las minorías".

Mi casa este año está "adornada" con murales que he estado haciendo junto con mis hijos sobre costumbres ancestrales o sobre cómo se celebra la Navidad en distintas partes del mundo, de cultura eminentemente cristiana o no... y he de reconocer, que esto, está haciendo que vuelva a empezar a recuperar... "la magia".

¡¡FELIZ NAVIDAD!!... o también ¡¡FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO!! :-)

LOS ORÍGENES DE LA NAVIDAD
TRADICIONES DE NAVIDAD EN EL NORTE DE ESPAÑA
HISTORIAS DEL ORIGEN DE LAS CELEBRACIONES NAVIDEÑAS

lunes, 12 de diciembre de 2011

Madre no hay más que una...


Curiosa frase. A pesar de tratarse de un dicho que pasa de generación en generación, cada vez que se pronuncia "madre no hay más que una", puede estar agregándose un nuevo sentido. Depende de quién la pronuncie y de la intención con la que lo haga. Si lo hago yo como madre, probablemente esté aludiendo a amor, coraje, lucha,... Si lo hace un@ hij@ que siente que ocasionalmente "padece" a su madre, probablemente añadirá la coletilla de "...¡y gracias a Dios!" :-).
Pero hay más posibilidades. Tantas como personas que la pronuncien. Y de vez en cuando, si lo escuchamos de una tercera persona cuando estamos hablando del tema de las altas capacidades de nuestr@s hij@s, una no sabe muy bien cómo tomárselo. Normalmente, duele.

Las altas capacidades no son un invento moderno. No es una mera etiqueta que queremos colocar a nuestr@s hij@s para demostrar al mundo que son más list@s que nadie (o que nos queremos colocar nosotr@s mism@s). Son una condición. Son un don, cierto, pero que como gran parte de las cosas importantes en la vida, no crecen por sí solas. Y si no se les permite desarrollarse, diseñando un marco adecuado para potenciarlas, pueden llegar a ocultarse. ¿Y cuál puede ser la consecuencia? Que cuando dejamos de aceptar lo que sentimos y lo que somos, cuando no tenemos la posibilidad de exponerlo con naturalidad o cuando nos topamos una y otra vez con una continua incomprensión (ya no sólo institucional, sino también social), es cuando dejamos de hablar de "don" para empezar a hablar de "problema".

¿Ayuda o caridad?
Cuando leí ese comentario a propósito del último post de este blog, que acabo de utilizar para poner título al presente, he de reconocer que me embargó la ira. Y comenté algo, lo cual posteriormente eliminé, porque no me gustaría que llegara a malinterpretarse. Contesté que si en lugar de estar hablando de la alta capacidad de mi hijo, lo hubiese hecho de algún tipo de discapacidad, probablemente no hubiese osado a hacer ese comentario. Y lo borré precisamente porque lo que deseo es que se entienda lo que quiero decir realmente.
Cuando un@ niñ@ posee algún tipo de discapacidad, hay mucha mayor probabilidad de que se le coree:
- ¡Ánimo, que tú puedes!
- Sácale el máximo partido a lo que puedes hacer
- No te centres sólo en lo que no puedes conseguir
- Acepta tus límites, pero luchas por tus potencialidades...

Y cuando se consigue algo que parecía "supuestamente  increíble", entonces sale en las noticias, hay un programa especial, se da difusión al mensaje "coraje de superación"....
No nos engañemos. Si bien es cierto que es necesario que se hable de nuestr@s niñ@s cuando poseen algún tipo de excepcionalidad, sea del tipo que sea, nos suele hacer un flaco favor que el tono de la noticia vaya más encaminado hacia la compasión y la caridad que hacia lo que cada un@ de est@s niñ@s necesita realmente: empatía, comprensión y que se les escuche a ell@s, sus necesidades reales y diarias.
Es complicado no estar dentro de la normalidad estipulada dentro de la campana de Gauss... da igual que sea hacia el este, que hacia el oeste. En cambio, lo que sí es cierto, es que el mensaje que se da parece que debe de ir acompañado de algún "pero" o "a pesar de", porque de lo contrario, no hay noticia. Si una chica es una excelente abogada, a pesar de que le falten ambos brazos, o si un chico consigue sacar la carrera de magisterio, a pesar de tener síndrome de Down. Y en el caso de l@s niñ@s de altas capacidades, también hay que buscar ese "a pesar de"... así genera al menos compasión y se convierte en noticia.
Pero no queremos dar pena. Y si intentamos difundir el mensaje en positivo, no centrado en "esos pobrecit@s niñ@s que aunque son tan list@s, sufren tanto, son un@s inadaptad@s y fracasan en la escuela" (¿ves? si en realidad merece la pena ser normalit@, ¿para qué sirve ser inteligente?), si intentamos huir de esa carga más prejuiciosa que real, entonces es cuando se recibe por respuesta madre no hay más que una.
Pues es una lástima que no se nos quiera ni escuchar... no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Tiritas para todos los males
"Los españoles somos los de la tirita"... nos recordaba mi amigo José Luis Sánchez, haciéndose eco de las palabras de Echanove. Efectivamente, en ese momento, comenté que había tenido una especie de dejà-vu, aunque en realidad sí que era algo mucho más profundo que todo eso.

Cuando en una ocasión hablé en otra entrada acerca de los sentimientos que en mí afloraban cada vez que voy al colegio y las "soluciones" que proponen al "problema" de mi hijo, acabé por darme cuenta de que en realidad, antes de llegar a determinar nada en firme, antes de llevar a cabo un proceso exhaustivo de evaluación con el niño y con su entorno (tanto nosotros, el padre y la madre, como la propia maestra), sin querer ni llegar a considerar el informe privado, sin que después de 2 años se me haya entregado informe alguno por parte del orientador (con el que SÍ que he hablado, SÍ que le ha pasado pruebas, SÍ que ha obtenido resultados, según sus palabras espectaculares para su edad)... antes de todo esto, ya se le estaban poniendo las oportunas "tiritas". A lo cual, el curso pasado, tanto mi marido como yo nos opusimos: NO se llevará a cabo nada extraordinario con el niño hasta que no haya interés real por entender a mi  hijo de manera global.
Se escapa de mi comprensión que sin conocer a un niño, tan sólo guiándose por "posibilidades", ya se pretenda aportar lo que llaman una solución a.... ¿a qué? me he preguntado una y otra vez. Si es imposible que lo sepáis, porque por el momento, no existe el más mínimo interés. No han habido aportación de soluciones construtivas, sino tiritas: si veo que te cuesta relacionarte.... voy a trabajar eso.
Pero es que hay considerar un pequeño-gran detalle: ¿por qué se da este hecho? Sólo cuando se busque una respuesta, la actuación posterior será la adecuada. Y la actuación posterior también ha de pasar por lo que a mi hijo le convenga. Pero lo que le convenga realmente, no lo que los demás puedan opinar acerca de "lo que le conviene".
Cuando obviamos el porqué de las cosas y aún así nos empeñamos en aportar una solución, lo que en realidad estamos haciendo es colocar una tirita: parece que estamos haciendo algo, pero lo que en realidad lo que sucede es que tapamos aquello que consideramos inoportuno.
Y lo que es peor aún: cuando la tirita se coloca sobre tejido sano, éste no está en contacto con el aire y la luz, tan necesario para que lo sano siga su curso, lo cual puede hacer que el tejido enferme.
A esto, me niego en rotundo. Me da lo mismo que me acusen de "madre despreocupada" por no aceptar la supuesta ayuda que pretendían prestar a mi hijo (que de hecho así fue) o de "madre prepotente" porque me empeñe en demostrar que las altas capacidades (de mi hijo o de cualquier niñ@) NO SON UN PROBLEMA, porque quiero aportar una visión positiva del concepto. Porque aunque a veces sea duro, no lo es tanto por nuestr@s niñ@s, sino por la gran cantidad de incomprensión y falta de empatía con la que de vez en cuando nos hemos de enfrentar.
.... al fin y al cabo, es que "madre, no hay más que una...."...y padre.




sábado, 10 de diciembre de 2011

¿"CUÁNTA" INTELIGENCIA O "CÓMO" ES LA INTELIGENCIA?

A lo largo de un cierto tiempo vengo realizándome una serie de preguntas, en cuyas respuestas (o al menos la reflexión que necesariamente hay que llevar a cabo para lograrlas) pueda apoyarme para llegar a entender un poco más a conciencia el concepto de "inteligencia". Porque pienso que hasta que no nos centremos de manera eficaz sobre este concepto, que aunque intangible, en absoluto es abstracto, no lograremos la tan ansiada comprensión. Y en consecuencia, los instrumentos utilizados para su medida seguirán poseyendo demasiadas taras.

Y precisamente creo que nos acercaremos un poco más a la realidad del constructo "inteligencia" cuando empecemos a entenderlo en términos algo más cualitativos que cuantitativos. Es decir, que no nos preguntemos tanto CUÁNTA inteligencia puede poseer una persona, y optemos más por el CÓMO ese individuo desarrolla y utiliza su capacidad intelectual. Asimismo, también CÓMO resulta de diferente cuando esa persona posee alta capacidad intelectual. Porque quizá deberíamos llegar a plantearnos que en realidad no sólo supone ser más rápid@ que alguien tenga una inteligencia comúnmente denominada "normal" (aunque pienso que "habitual" es una palabra más adecuada a este respecto). La rapidez de respuesta está más ligada a la práctica que a la capacidad en sí misma.

Voy a poner un ejemplo: mi hijo empezó a hacer puzles cuando aún no había cumplido los 2 años de edad. Dicha cualidad fue desarrollándola progresivamente conforme crecía, pero lo más llamativo del asunto en cuestión ya no resulta lo tempranamente que empezó a desarrollar sus capacidades (o habilidades) visoespaciales. Lo que ha sido mucho más interesante que esto, es precisamente que nadie le enseñó, lo cual implica que él mismo los llevaba a cabo a su manera, la cual siempre ha sido sustancialmente diferente a lo que hasta el momento había venido observando en las demás personas de mi entorno. Él no empezaba los puzles por las esquinas, para seguir por los bordes y continuar a partir de ahí observando de vez en cuando el dibujo orientativo de la caja. Comenzaba tirando todas las piezas, poniéndolas de tal forma que pudiera ver la parte del dibujo y, prescindiendo de la imagen final que había de conseguir como orientación, comenzaba a encajar piezas de tal forma que él mismo entendiera su propio método. Y al finalizarlo, lo primero que hacía (y aún hace, aunque ahora con 5 años, su abanico de intereses es mayor) era llamarme para enseñarme su logro. Lo segundo, destrozarlo para hacerlo de nuevo. Eso sí... con otro método diferente. Perfeccionando la técnica :-)


Por eso, pienso que lo que menos importa realmente no es que el niño tenga MÁS inteligencia que los demás, sino que aquellas personas que le rodeamos, en todo caso, nos esforcemos por observar CÓMO hace las cosas y supongamos un apoyo a sus habilidades. Sin temer a lo desconocido. Sin prejuicios sobre los que orientar nuestra labor educativa y docente. Entendiendo que esa persona que tiene delante, no sólo hace sumas y restas antes que los demás niñ@s, o lee a la perfección cuando la mayoría de sus compañer@s aún silabean. Esto puede ser lo más llamativo, pero no necesariamente lo más importante. Lo que esa persona necesita, tenga la edad que tenga, seguramente sea sentirse aceptada, escuchada y por qué no decirlo, también admirada cuando consigue un nuevo logro o desarrolla un pensamiento complejo. Y poder compartirlo con los demás. No olvidemos que la autoestima es una noción que está en continua evolución y para la cual se necesita no sólo de esfuerzo personal, sino también de apoyo social.

Porque cuando alguien, con toda la "buena intención" del mundo, pretendía orientar a mi niño para que ese puzle se hiciese "correctamente" (es decir, indicarle el método tradicional para desarrollarlo), lejos de ayudarle, lo que conseguía era que el resultado no acabase siendo tan satisfactorio como cuando se le dejaba que desplegara sus alas, sintiéndose tremendamente orgulloso de sí mismo, y simplemente.... empezara a volar.

viernes, 2 de diciembre de 2011

SOMOS DE CARNE Y HUESO

Cuando llega un momento determinado en el que se habla de algún tema concreto con mayor asiduidad de lo que antes se hacía, se tiende a pensar (por otro lado, erróneamente) que acaba de surgir una nueva moda. Como si en épocas pasadas, este tema no fuera importante o ni si quiera existiera. Y una cosa es bien cierta, recordemos: "aquello de lo que no se habla, simplemente no existe". O al menos no existe para la "mayoría".
Recuerdo cuando al acoso escolar se le acuñó el nombre de bullying. Fue posteriormente al desgraciado suceso del suicidio de Jokin, un adolescente en Hondarribia, a raíz del acoso que en repetidas ocasiones venía recibiendo por parte de sus "compañeros" de clase.... y lo que me parece aún más grave: el desinterés y ausencia de implicación por parte de la comunidad escolar. De pronto, se empezó a hablar en los medios, se vendían libros de expertos que trataban del tema y la sociedad empezó a hacerse eco de un problema que de moderno tiene muy poco: siempre han existido los abusones, los acosadores.... y pocas veces se les ha hecho frente con los medios con los que ha de hacerse, es decir, tanto desde las familias (normalmente sólo se implican las de las víctimas, no tanto las de los acosadores), como de la institución escolar.

¿Qué está sucediendo, pues, con el tema de las Altas Capacidades Intelectuales? Cuando aparecen en las noticias, creo no equivocarme si me aventuro a calcular que entorno al 90% de los titulares van acompañados de palabras que intentar inspirar lástima "el drama de ser el más listo", "no se relacionan porque no encajan en su grupo de iguales", y el más repetido: "el fracaso escolar de los superdotados". A una le da la sensación de que para que se hable del tema ha de existir algún  tinte dramático de fondo al que no se le busca explicación, ni por supuesto solución, porque de lo contrario no tiene objeto la noticia. Son titulares escritos sin criterio, sin emociones.
O quizá deberíamos empezar a llamarlo ""High Abilities"... seguro que si acuñamos un término en inglés, despierta mayor interés...

Aún así, yo sigo en mis trece. Prefiero atender a palabras que se desarrollen con criterio:

Somos de carne y hueso.
No somos extraterrestres ni nada por el estilo.
Aunque casi con toda probabilidad, si estás leyendo esto, es porque alguna vez te habrán hecho sentir así.
¿Te preguntas si eres o no superdotado? Pues... ¡a quién le importa eso!

¿Sorprendido? Verás, "oficialmente" eres superdotado si tu C.I. (cociente de inteligencia) es superior a 130. A nosotros no nos interesa el numerito, sino la muy probable carga de malestar que, eso sí, podría estar tras él. Un superdotado no es una persona que habla nueve idiomas, que estudia cuatro carreras, y que toca además catorce instrumentos (ni falta que hace tampoco). Un superdotado es un ser humano implicado por sus características propias en una situación difícil y que, lamentablemente, puede por ello llegar a alcanzar un sufrimiento dolorosamente profundo.
¿Por qué? Porque a nadie le agrada no ser comprendido y sentirse por tanto, rechazado.

¿Sabes cuándo algo es considerado normal? Cuando la mayoría lo asume así. Pero... ¿Qué ocurre cuando alguien puede contemplar cada situación desde un punto de vista un poco más peculiar?
Ocurre que puede cuestionar. Y si puedes cuestionar lo asumido, entonces puedes dejarlo atrás. Y si puedes dejar atrás lo considerado normal, entonces tú mismo dejas de serlo.
Eres un ser, pero te tratan como a una entidad a-normal. Seguramente tú puedes hacer lo que otros no pueden, y ésa es una situación muy delicada. La otra cara de la moneda es que a lo mejor tú no puedes hacer lo que ellos sí pueden, y ésa es también una situación muy delicada, porque se ha de vivir en el mundo. La diferencia margina, y el marginado, sufre. Y, sufriendo, debe vivir en el mundo y en la sociedad que le hace sufrir.
Pero... ¿Por qué? ¿Por qué se tiene que dar esa situación conflictiva? Por las características propias del superdotado, que básicamente son las siguientes:
§ Inteligencia. Para la mayoría de la gente, pensar se trata más bien de un esfuerzo. Pero... ¿tú no puedes evitar pensar y darte cuenta de las cosas, verdad?
§ Tesón. Para la mayoría de la gente, concentrarse en algo resulta sencillamente agotador. Pero... ¿tú no puedes evitar concentrar todas tus energías en aquello que te apasiona, verdad?
§ Creatividad. Para la mayoría de la gente, las cosas están bien así como siempre han sido. Pero... ¿tú no puedes evitar tratar de hacer algo completamente novedoso, verdad?
§ Sensibilidad. La mayoría de la gente, vive. ¿Pero tú no puedes evitar sentirte profundamente herido y conmocionado en tu delicado interior, verdad? ¿Verdad que a ti te cuesta vivir?
Estas características giran en realidad en torno a un mismo punto común: el superdotado es interiormente efervescente, bullicioso, caótico..., todo un volcán en erupción de pensamientos, ideas, proyectos, inquietudes, emociones, sensibilidades, sufrimientos... La mayoría de las personas no son así. No son ni mejores ni peores que nosotros; simplemente son diferentes. Simplemente, su ritmo interno de vida es por naturaleza más sosegado que el nuestro. Así las cosas, es normal que se acabe por denominar a nuestro modo natural de operar como "alta capacidad". Sin embargo, nosotros no podemos adaptarnos a una forma de vida y de ser que se nos antoja ralentizada, absurda, insensible..., y de ahí nuestro escaso margen de adaptación en la sociedad. Vivimos con "claustrofobia", y nuestra vitalidad se resiente. Incluso en casos extremos podemos llegar a perder las ganas de vivir.
Pero si un superdotado se caracteriza por algo, es porque se trata de alguien a quien, sin duda, no es posible clasificar.

Ramón Fernández García de Zúñiga

jueves, 1 de diciembre de 2011

MÁS FICHAS PARA LA AUTOESTIMA

Daniel Goleman, ya en las primeras páginas de su "best-seller", "Inteligencia Emocional" habla acerca de que la inteligencia, entendida como racionalidad, no es condición suficiente para acceder al éxito. Para ello se necesitarían otros factores más de tipo emocional, que nos permitirían desarrollar nuestras ideas de tal forma que consiguiésemos hacerlas llegar adecuadamente al resto de la humanidad.
En fin, aun con el aluvión de críticas que personalmente se me pueden ocurrir a propósito del desarrollo del libro anteriormente mencionado, algo si es necesario reconocer: algo importante para cada un@ de nosotr@s va a ser la aceptación de lo nuestro por parte de los demás. Colocando un límite, por supuesto... nuestra vida no puede hallarse condicionada cara a conseguir el beneplácito de todo aquél que se cruce en nuestro camino. Pero ¿qué ocurre con los individuos que nos rodean y que son significativamente importantes para nosotr@s?... o lo que es lo mismo, aquellas personas a las que guardamos un lugar privilegiado dentro de nuestro corazón.

Y enlazando con la anterior entrada, esas palabras mal dichas en un momento determinado, o esa actitud no deseable en determinadas circunstancias en las que lo esperable sería la comprensión y el apoyo, actúa directamente sobre nuestra manera de percibir el mundo, a los demás. Y lo que es aún más profundo: actúa sobre la forma que podemos tener para analizar nuestra propia existencia, la manera en la que nos podemos definir (autoconcepto) y más concretamente, sobre el aprecio que cada un@ pueda llegar a desarrollar hacia sí mism@.... nuestra AUTOESTIMA.
Y quiero dejarlo así, en mayúscula y en negrita, porque considero que he ahí la base de nuestra manera de encontrar soluciones a nuestros problemas, el cimiento de la madurez personal para afrontarlos y salir adelante con la cabeza alta... hayamos o no alcanzado la solución deseada.
La felicidad no es un estado continuo de auto-enamoramiento.... es un estado más bien de plenitud, con sus altibajos, pero en el cual podemos apoyarnos, tanto para valorar todo lo bueno que nos rodea, como para superar lo más negativo de nuestra existencia.

Quisiera finalmente, agradecerle a mi amigo Ramón que un día hubiese colocado en mi camino este vídeo. Sólo con ese pequeño gran gesto, ya me aportaste miles de fichas ;-)
ENLACE AL VÍDEO "TRABAJAR LA AUTOESTIMA EN LA INFANCIA (When the chips are down)"
http://www.youtube.com/watch?v=fBWcO-RNc94

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Cuida tus palabras....

La capacidad para poder usar el lenguaje es un don maravilloso. Gracias a él, podemos expresar claramente un "te quiero", un "me encanta lo que haces", un "aprendo de ti".... efectivamente, gracias al lenguaje podemos comunicarnos y expresar mucho más que simples palabras.
Pero como la gran mayoría de las cosas importantes en la vida, puede resultar un arma de doble filo. Un uso inadecuado podría infligir un daño tal, que con tan sólo una palabra puede asumirse un rol con el que se llega a manejar el resto de la vida. Sólo una palabra mal colocada, o en un momento inadecuado, y se genera una etiqueta, por otro lado, tan difícil de arrancar. O se crea una falsa expectativa acerca de lo que un@ mism@ puede (o no puede) llegar a hacer. O simplemente, una palabra hiriente...duele.

Por este motivo deberíamos de esforzarnos con especial ahínco en conseguir expresar adecuadamente lo que sentimos. Puede ser una expresión positiva, o una negativa, pero en todo caso, habrá que esforzarse para que esté correctamente diseñado aplicando no sólo la corrección, tanto en cuanto a pronunciación (en el caso del lenguaje oral), como en cuanto a ortografía (en el escrito), sino también aplicando una justa dosis de empatía hacia la persona a la que nos estemos dirigiendo.... quizás por eso voy a añorar a las maestras de mis 2 hijos cuando tengan que dejar paso a l@s que han de ocupar su plaza. No digo que l@s otr@s maestr@s lo hagan mal. Sólo que, tanto a Ana, como a Rocío... ¡en fin! las echaré de menos :-)


"Cuida tus palabras, y más aún si te diriges a un@ niñ@, pues lo que le digas lo asumirá como una verdad. Si tus palabras son amorosas florecerá como los almendros en primavera, si son palabras feas y negativas, se marchitará. Decir a un@ niñ@ en el mes de noviembre que va a repetir curso no es sólo altamente dañino para su autoestima, sino, además, es asegurar una mentira. Nadie sabe lo que va a suceder, ni docente ni el/la niñ@. ¿No es acaso más útil olvidarse de los números (las notas) y ayudarle para que llegue un momento en que se crea capaz de lograrlo y lo consiga finalmente?. Se trata de enseñar con amor, de ayudar a la persona a descubrir en su interior la capacidad que posee y potenciarla. Se trata de impulsar, no de limitar. Se trata de amar, no de menospreciar. Se trata de generar seguridad y autoestima, no de hundir en la miseria. Se trata de ayudar a todos/as, no de dejar a un lado a los más débiles y quedarse sólo con los que aparentan mayor fortaleza. Se trata, en definitiva, de unir, no de separar.
Por favor, reflexionemos sobre ello, es importante para todos/as."

martes, 29 de noviembre de 2011

EL MACHISMO NO ES COSA DE HOMBRES

Hace unos meses escribí algo al respecto de las altas capacidades y de cómo las mujeres nos quedamos al margen de su detección con una probabilidad alarmantemente muy superior a la de los hombres. Nunca ha sido mi pretensión culpabilizar al género masculino por ello, generalizando al extremo sin determinar un análisis más profundo en este tema. Es de índole muy seria... demasiado como para frivolizar con ella.
El machismo y la violencia patriarcal no es cosa de hombres. Es un asunto social, propio de tod@s nosotr@s. Esto nos convierte en responsables no sólo de nuestros actos u omisiones, sino también, y en concordancia con esto, de consentir, apoyar, tapar, ignorar los actos que consideramos "ajenos". Y especialmente, somos tod@s responsables (que no culpables) en mayor medida de educar para estos actos.

Cuando una mujer es víctima de violencia machista, sea de la índole que sea, física, psicológica o ambas (por otro lado, la más común), no suele ser víctima sólo de un hombre, de una pareja "despechada", de un ex-marido "dolido" o de un hombre que "sufre" porque no puede alcanzar tu amor. Estas excusas son las más utilizadas, y desgraciadamente las que suelen hacer que se goce de mayor comprensión hacia el agresor.
Pero en realidad, cuando una mujer, cualquier mujer, se convierte en víctima del patriarcado, también lo es de la familia de ese agresor, en un lamentable elevado porcentaje de casos. Y de manera activa, no sólo por negación de apoyo hacia la víctima y apoyo hacia el maltratador, sino también con actos, amenazas y vejaciones.
Cuando una mujer, cualquier mujer, es víctima de actos violentos propios de la mentalidad machista, también lo es de la sociedad en su conjunto. De manera pasiva, por cerrar lo ojos y no preocuparse por este problema tan desgraciadamente común, "siempre que a mí no me toque...".
Pero he aquí el peligro real: esa ceguera no sólo es externa. No sólo por haber cerrado los ojos, dejas de ver lo que te rodea en el exterior, al modo del viejo refrán "ojos que no ven, corazón que no siente". Lo peor de esta ceguera, es que es probable que sí que te esté tocando de una u otra forma. Pero al tener cerrados los ojos, lo que no se ve es el interior... afecta tanto que llega a a lo más profundo del corazón. Y un corazón ciego, no vive: su latido no significa nada más allá del ruido que emite cuando acercamos el oído al pecho.