miércoles, 15 de junio de 2011

PADRES Y ESCUELA ¿PROBLEMA DE COMUNICACIÓN?

Es curioso. Los años pasan, la tecnología se renueva, las personas progresan, el mundo "evoluciona".... y el ser humano sigue estancado en un problema tan común como casi  me atrevería a decir que ancestral: el de la comunicación. Y no creo que sea por falta de empeño para solucionar el problema, sino más bien por un sentimiento de incapacidad para lograrlo. ¿Será que  no sabemos expresarnos adecuadamente? ¿Será que no sabemos escuchar? ¿Una combinación de ambas?... Habrá que reflexionar al respecto, al menos en mi opinión.


Una queja muy común es la del sentimiento de soledad, o de aislamiento del resto. Viene acompañada de la sensación de "no encajar" allá donde sí crees que deberías, además de un sentimiento de confusión... si estoy rodeado de gente, ¿por que me siento solo? Esta pregunta la he oído en numerosas ocasiones, lo cual puede resultar chocante o paradójico si tenemos en cuenta que vivimos en una era informatizada que facilita la comunicación, incluso a miles de kilómetros.


Podría llegarse a pensar que la base del problema nace en la falta de acuerdos, o ausencia de intereses comunes. En cambio, no creo que vayan por ahí los tiros... ¿Y cuando tenemos intereses comunes y aún así no hay acuerdo? En parte ese el motivo por el que en esta ocasión me apetecía tocar este tema. Cuando los niños comienzan su andadura en la escuela, honestamente, no creo que la intención del personal docente sea someterlos a su sistema. Quizá porque recuerdo en alguna ocasión en la que personalmente me he encontrado con algún que otro antiguo profesor, y se interesaba realmente por mí: "¿qué tal te va?" "estudiaste una carrera ¿verdad?" "¡psicología! ¡me alegro!"...y creo que era un sentimiento honesto y sincero. Entonces...¿qué sucede? ¿hablamos padres y profesores idiomas diferentes? Si no somos dos bandos opuestos y los intereses son de índole similar ¿cómo acercar posturas?

Y más concretamente, y refiriéndome a la reflexión de mi amiga Lourdes Madueño (Estimulación Precoz) ¿por qué se hace tanto hincapié en no poner freno al conocimiento, en fomentar la importancia de la estimulación temprana, incluso en la etapa de bebé, pero luego nos encontramos que ante las altas capacidades intelectuales, no se da la respuesta adecuada a sus necesidades?
Pienso que algo tiene que estar pasando, si se da el caso de que hay tantos padres y madres de niños con altas capacidades intelectuales que tienen una queja tan acusada en lo que respecta a la escuela o a ciertos profesionales que desempeñan su labor en este sitio.
¡Quién sabe! Puede suceder que todos necesitemos llevar a cabo un ejercicio de autocrítica...


POSIBLES CAUSAS DEL PROBLEMA CON LA COMUNICACIÓN


No es la primera vez que tratamos este tema en los programas de radio. Intento aportar distintos puntos de vista, enfocar el tema adoptando diversas posturas. Pero acabo incluyendo las 3 reglas para mantener una buena comunicación, que a mi entender tendríamos que trabajar. Cuando una persona decide comunicarse de manera voluntaria, tiende a enfocar sus ideas planeando qué es lo que desea decir y cómo ha de decirlo para que se entienda su mensaje. Es correcto, aunque hay que ir más allá:


1- Planear qué y cómo decir las cosas.
2- Pensar y meditar acerca de aquello que NO se debe decir.
3- Estar dispuesto a escuchar lo que el otro desee aportar (y cuando digo escuchar, no estoy diciendo meramente "oír", sino que me refiero a una ESCUCHA ACTIVA).


Al leer estas 3 propuestas, uno puede considerar que se trata de cuestiones de Perogrullo.... pero, ¿las ejercitamos en la práctica? Realmente pienso que el punto 2- y el 3- son los que más fallan.
En lo referente al 2-... me imagino que para un maestro, tiene que ser duro estar escuchando las propuestas, sugerencias, exigencias de todos los padres y madres con los que se entreviste... o mejor dicho...de ALGUN@S PADRES Y MADRES. Por poner un ejemplo, si tú no has fomentado que tu hij@ sea una persona autónoma desde casa (que coma, se vista, se asee...sol@), quizás no es...digamos..justo, que vayas con esa exigencia a la escuela, poniendo en tela de juicio la capacidad docente del maestro o maestra en cuestión (y es un ejemplo real, no figurado). Y a la inversa, cuando un padre o una madre va a hablar con el profesor, éste tendrá que sopesar como si en una balanza pudiera colocarse, los aspectos positivos y negativos del niño, sin ponderar o despreciar unos sobre otros, desatendiendo la opinión paternal y especialmente en aquellos casos en los que se ha reconocido ignorante. No olvidemos que es muy frecuente (si bien no podemos afirmar que inevitable) que si uno se siente atacado, responderá defendiéndose del ataque...


En cuanto a la escucha activa... ¡qué difícil resulta a veces sentirse escuchado, ¿verdad?! Escuchar activamente hace referencia a atender a lo que el otro está aportando, evitando por tanto cortarle, asintiendo mediante comunicación no verbal y hacer un ejercicio importante de empatía, en lugar de hacer alarde de nuestra capacidad para leer el pensamiento. ¿Alguien ha oído en alguna ocasión aquello de "si ya sé lo que vas a decir.." o "como te conozco, sé por dónde vas? A eso me refiero con la lectura del pensamiento. Resulta tremendamente molesto sentirse no escuchado, rompiéndose así la oportunidad de seguir comunicándose.
He de reconocer que personalmente he escuchado en más de una ocasión eso de "no...si es que yo tengo mucha psicología...sé calar a la gente". Ante esto, procuro tragar saliva y pensar que no se pretende decir la barbaridad que se está diciendo. Y si hay confianza, puedo contestar: "¡vaya! ¡qué suerte! Fíjate, que yo tuve que estudiar varios años, como no nací con el don de tener psicología...". La ironía puede venir bien de vez en cuando...


Las buenas intenciones


Hay un dicho que afirma que "el camino al infierno está sembrado de buenas intenciones". Cierto es que una buena intención al menos es algo... pero no basta si lo que deseamos es llegar a un buen entendimiento. Pongamos el ejemplo de regalar algo a alguien. Si ese regalo deseamos que sea algo más que un mero acto de cortesía y nos interesa que la persona que lo recibe se dé cuenta de que la apreciamos de corazón, tendríamos que  esforzarnos por indagar acerca de los gustos reales que esa persona posee. Y sin hacer alarde de lo mucho que conocemos sus gustos, atender a lo que nos dice, a lo que expresa mediante comunicación verbal o no verbal. Incluso pienso que es preferible preguntarle abiertamente por sus gustos, antes que meter la pata con un regalo que tenga repetido, o que nos acepte por compromiso.


El motivo por el que he empezado exponiendo este ejemplo es porque desearía tocar un tema que a lo largo de estos días he venido meditando (con la inestimable aportación de amigos, por supuesto). Me refiero a la sensación que a veces he tenido de que, con toda la buena intención del mundo, nos regimos por el principio de la "caridad", más que en atender a las necesidades reales de las personas que nos rodean.
En mi opinión, nos falla el ejercicio de realizar preguntas para conocer a los demás, para llegar a sus verdaderos intereses y descubrir qué necesidades pueden llegar a tener. Nos dejamos guiar por contra (y en demasía) por prejuicios y tópicos, como la necesidad de ayudar al "débil", sin percatarnos de que la sensación de debilidad puede ser altamente subjetiva. Recuerdo en una ocasión, cuando vivía en Gijón, una situación que me resultó un tanto curiosa: había una chica que era invidente e intentaba cruzar la calle ella sola. No era la primera vez que lo hacía, probablemente haciendo ejercicio de su capacidad auditiva. Cuando alguien intentaba ayudarla, rechazaba tal ayuda... y se ganó la fama de "persona desagradecida y maleducada". ¿Por qué? Curioso. En cambio, comprendo lo que esa mujer podía sentir. Quizás porque soy mujer y conduzco...y aparco. Y aunque no se me da mal (digo yo que más de 17 años de carnet, servirán para algo :-)), no sé en cuántas ocasiones habré recibido la inestimable ayuda, dotada eso sí, de buena intención de algún que otro señor caballeroso que se empeña en darme instrucciones para maniobrar correctamente.


Quizás este principio de "caridad" (o egocentrismo, según se mire), es el que nos hace sentir mejores personas, nos dota de buenos sentimientos hacia el prójimo, se tranquilizan nuestras conciencias y se puede dormir tranquilamente por la noche con la sensación del deber cumplido. Pero es una ilusión. Sólo es una sensación subjetiva. Si obviamos la reciprocidad, nuestras buenas intenciones carecen de sentido, al menos de sentido social. ¿Cómo se sienten los demás cuando  actuamos sobre algo que les incumbe? Esa quizá es la pregunta clave que toda persona que haya elegido dedicarse a un trabajo con, por y para las personas (maestros, psicólogos, médicos,...y padres) ha de hacerse cada mañana antes de irse a trabajar.


Resulta relativamente sencillo caer en este error. Es cierto, tal y como afirma mi amigo José Luis Sánchez: "[..] si alguien no sabe nada de un determinado tema y le preguntan que a quién apoyaría, si a una persona que tiene "más" de algo o a otra que tiene "menos" de ese algo, la respuesta más común sería: por lógica, a la que tiene "menos", precisamente porque son los que MÁS necesitan de ayuda". Una gran verdad. Quizás porque partimos del prejuicio de que aquél que tiene más de algo... tiene de todo. Es decir, se tiende a aplicar injustamente un pensamiento en términos absolutistas, obviando lo realmente importante en todo ser humano: la necesidad de sentirse comprendido por los demás para dejar de tener esa sensación de soledad.


Por este motivo creo que es tan importante llevar a cabo y desarrollar activamente la empatía cuando tratemos temas de diversa índole, pero más aún cuando hablamos de alguien que nos interesa y preocupa tanto como sucede con nuestr@s niñ@s. Maestros y padres nos preocupamos por ellos. Eso implica que debemos de dejar de hacer alarde de cuánto les conocemos, rivalizando incluso en algunas ocasiones por ver quién les conoce más. Practiquemos la escucha activa, consideremos distintas posibilidades de una misma cosa, sigamos informándonos y aprendiendo a lo largo de toda nuestra trayectoria vital, especialmente cuando se nos plantean nuevos retos de los que ni teníamos conocimiento...  pero no se nos debe olvidar pedir la opinión del niño o de la niña, preguntarle cómo se siente... y si no sabe expresarse con palabras, ayudémosle a hacerlo observando lo que nos está diciendo con su mirada, con sus gestos, con su comportamiento....

Aunque no sepamos nada acerca del tema de las altas capacidades intelectuales, y la única información que poseamos probablemente esté basada más en tópicos que en realidades... no pasa nada. Puede parecer una obviedad, pero no podemos entender de todo, ni el más erudito en diversos temas. Pero cuando nos encontremos de frente con el reto, trabajemos juntos, en el mismo sentido, busquemos información veraz, estudiemos.... no sólo por seguir haciendo correctamente nuestro trabajo de maestros, o psicólogos,... o padres. No sólo por eso. Es que las personas por las que hacemos ese esfuerzo, nuestr@s niñ@s, no se merecen conformarse con menos.

jueves, 9 de junio de 2011

OBSERVAR. SIMPLEMENTE....OBSERVAR

Quisiera comenzar en esta ocasión con un "pequeño plagio" de un post extraído del blog de ASA Málaga (http://asamalaga.blogspot.com/). Se trata de un cuento breve...pero intenso.

CUENTO PARA EDUCAR EDUCADORES
"Una vez hubo un niño que cumplía 3 años y empezó el colegio. Tenía muchas ganas, porque su mamá le había contado todo lo que se hacía allí y le parecía que era muy chulo. Llegó el primer día y la maestra dijo "Hoy vamos a hacer un dibujo". El niño pensó "¡Qué bien, me encanta dibujar, voy a dibujar peces, soles, estrellas, una casa, un árbol,...." Pero la maestra dijo "¡Esperad, no empecéis todavía, primero os tengo que decir lo que vamos a dibujar. Hoy tenéis que dibujar una flor". Entonces el niño pensó "¡Qué bien me encantan las flores, voy a dibujarlas moradas, rosas, azules, amarillas, grandes, pequeñas, en manceta, en un jardín,...." Pero la maestra dijo "¡Esperad, todavía no empéceis, tenéis que dibujar la flor como la que he dibujado en la pizarra". Era una flor roja, con un tallo verde y entonces el niño dibujó una flor roja con un tallo verde.

Otro día la maestra dijo "Hoy vamos a jugar con la plastilina" y el niño pensó "Me encanta la plastilina, puedo hacer muchas cosas con ella, voy a hacer un puente, o mejor una muralla, o...." Pero la maestra dijo "Esperad, no empecéis todavía, tenéis que hacer un plato azul como éste". Entonces el niño hizo el plato azul.

Cuando pasó a primaria el niño cambió de maestra. Un día la maestra nueva dijo "Hoy vamos a hacer un dibujo". El niño se quedó quieto, esperando mientras los demás comenzaron a dibujar, la maestra al verlo parado le preguntó "¿Por qué no dibujas?", " ¿Estoy esperando a qué me diga lo que tengo que hacer?", dijo el niño. "Puedes hacer lo que quieras", dijo la maestra. Si todos hiciérais lo mismo ¿cómo sabría distinguir lo que ha hecho cada uno? Entonces el niño, se puso a pensar un poco y al final decidió dibujar una flor roja con un tallo verde."

Y como bien añaden en uno de los comentarios al post, se confirma que la escuela mata la creatividad (al menos algunas). Aunque cabe la posibilidad de que no sea la escuela en sí, sino la mentalidad que impera entre los miembros, profesionales, que la componen.
La persona no se desarrolla cognitivamente por ósmosis. No basta con acercarse a otro que sabe mucho, tocarle y descubrir mágicamente que en ese preciso instante, sus conocimientos son compartidos en maravilloso equilibrio entre su cerebro y el tuyo. Necesita de un contacto sí, pero también de una autonomía en el ejercicio de su desarrollo. Por ejemplo, con 4 años... ¿importa realmente tanto que pinte una cebolla de color crema y marrón, ya que así son las cebollas? Pues hoy mi hijo trajo una cebolla pintada como dice él "de fantasía", con más colorinos que las banderas del Día del Orgullo Gay.

De hecho, cada persona necesita de una estimulación adecuada para desarrollarse según sus capacidades y posibilidades. Y para eso hace falta observación. Palabra clave: OBSERVACIÓN. Y gracias a ella, lograremos descubrir cuáles son sus necesidades (me gusta más esta palabra...al menos, más que "carencias"), así como sus potencialidades. Aquí empezará el trabajo de verdad, en serio... y bajo el prisma de respeto del derecho que todos tenemos a que se nos trate individualmente, sin exceso de generalidades grupales. Que voluntariamente o por imposición pertenezcamos a un determinado grupo social (familia, compañeros de clase o de trabajo, amigos, 15-M....) no implica que no merezcamos que se nos pregunte antes de afirmar con rotundidad que se conocen nuestras respuestas.

Por eso cuando un educador, bien sea o no docente, afirma con rotundidad que un niño "es repetitivo" porque tiende a jugar con las mismas actividades, debería primero escuchar, atender a lo que los padres también tengan que decir al respecto, ya que cabe la posibilidad de que en casa no repita esta misma pauta. Y a la par, debería OBSERVAR a ese niño. Caben distintas posibilidades: que no disponga de otros juguetes que le interesen o simplemente que perfecciona su método para llega a obtener un resultado similar, o indaga acerca de las diversas posibilidades de las que dispone para ejecutar esa tarea....y creedme, ¡nunca pensé que un puzle diera tanto de sí! Y habría permanecido puede que toda mi vida en la ignorancia si no me hubiese esforzado en aprender de un niño, observándole e interactuando con él, mientras me dice: "ánimo mamá, tú también puedes colocar esa pieza...¡venga, que yo confío en ti!".

Otro paso importante sería romper prejuicios (no me cansaré de decirlo). Cuando un bebé llora....¿está "mal acostumbrado" porque quiere que le cojas en brazos? Desde luego, es una manera un tanto extraña y desapegada de describir los mimos y el cariño... O cuando un niño pisa un charco (este no fue ninguno de mis hijos, pero me gusta...OBSERVAR), ¿es un maleducado que desafía las normas de buena conducta? ...extraña forma de manifestar el olvido selectivo...¿acaso no somos capaces de recordar lo divertido que eso resultaba?.
De todas formas, si se peca de mala memoria, es tan sencillo como.....sí, de nuevo, la palabra del día.....OBSERVAR la carita que ponen cuando se ponen pingando por botar en el agua. ¡Bastante les importa a ell@s si las manchas no se van del vestido, o el catarro que pueden coger en pleno invierno!
A ver, que no quiere decir que no deben existir normas, o que puedan hacer en todo momento lo que les apetezca. Sólo que no es lo mismo decir que ese niño es un desobediente, que fijarse un poquito más detenidamente en los motivos que puede tener para hacer lo que hace. Seguro que haberlos, haylos.

Las normas son importantes para el buen funcionamiento social. Pero de manera casi paralela al concepto de "norma", tiene que ir otro de importancia similar: "flexibilidad". La rigidez a parte provoca más rechazo en su cumplimiento. Obviamente me refiero a una mejora en la convivencia... no hablo de "leyes".

Y si nos dedicamos a OBSERVARLES, nuestra vida va a ser más rica, vamos a tener la capacidad de aprender de ellos y sus experiencias.... ponernos en su piel, entender su lógica, que a veces es más aplastante que la nuestra. Si no, que le pregunten a Álex, hace unos meses, cuando después de estar dándole todo un recital con la armoniosa voz que me caracteriza, entonando el "que llueva, que llueva, la virgen de la cueva", cuando llegué a la parte de "las nubes se levantan"...me paró en seco para recordarme que: "mamá, ¿pero no ves que las nubes ya están arriba del todo? ¡cómo se van a levantar más!".
Lo dicho, que tiene más razón que un santo. Sólo espero que esta chispa que tiene, pueda seguir con ella a partir de septiembre, cuando empiece al cole...

miércoles, 8 de junio de 2011

... Y MAÑANA SERÁ OTRO DÍA

No todos los días son buenos. Creo que ya lo he expresado en otra ocasión. Pienso que hacia lo que debemos tender es a la búsqueda óptima de la estabilidad emocional, teniendo en cuenta por supuesto que habrá días mejores y otros peores. En fin... digamos que el día de hoy no es "de los mejores". Curioso... cada vez que voy a hablar con la maestra de mi hijo mayor, el resto del día se me cae encima.
Da igual la teoría que sepa, el control que intente tener sobre mis sentimientos...es un hecho. Este tipo de diálogos acerca de "las carencias de mi hijo", me dejan K.O. Por eso creo que necesito desahogarme, sacar fuera lo que siento... y qué mejor sitio que este...

Sé que no es perfecto, ni mi segundo hijo, ni el tercero, ni yo,...ni la maestra,...nadie....¡y ni falta que hace! No espero oir que todo va de maravilla y que se adapta perfectamente, que se relaciona a la perfección con sus compañeros,... pero sí que quisiera que si cada progreso, cada cosa buena que hace, no fuera acompañada de manera sistemática por un "sí.....pero...". Ese "pero" me mata. Literalmente. Me crea un nudo en el estómago, el corazón se parte y no soy capaz de tragar saliva. Y no debería de sorprenderme, ya viví en primera persona (como much@s, me imagino) los desplantes, sorna y desprecios a ciertas aptitudes personales cuando era niña por parte de algún profesor o profesora.... pero no es lo mismo. Con un hijo, nunca será lo mismo.

Y a riesgo de caer en el tópico acerca de los sentimientos que ser madre o ser padre te evoca, nada me resulta más cierto que el sentimiento tan grande que descubres cuando llega una pequeña personita a tu vida (bueno, y en mi caso, ¡luego otra, y luego otra! ;-)). Es precioso. Y duro. Pero en todo caso, enriquecedor. ¡Madre mía! ¡Cuánto aprendes!... por eso te cambia la vida, porque tienes que re-estructurar tantas cosas...
tus horarios, tus prioridades, tus hábitos, tus costumbres.... Y ese aprendizaje si bien es verdad que lo logras tú mism@, también lo es que es esa personita es quien te lo enseña. Desde que nace. Incluso a veces, antes de nacer.

 Hoy por la mañana, después de volver de la radio, y de hablar con la maestra, me detuve a mirar un poco por encima en mi blog, vaya, este blog, en el escritorio. Me aparecen todas las cosinas nuevas que se van publicando en los blogs de los que me he hecho seguidora, y estoy descubriendo que me encanta esta lectura, porque es humana. Me gusta leer libros que tocan diversas áreas de psicología, cuestiones más técnicas....me apasiona, de hecho. Pero la lectura de lo humano, en primera persona, donde uno plasma lo que siente, o lo que le hace sentir una u otra cosa.... creo que ni puedo expresar con palabras lo que me hace sentir (¡y mira qué es difícil que me quede sin palabras!...con el "rollo" que a veces tengo....).

Es precioso, incluso cuando tocan temas en los que he de reconocerme una absoluta ignorante, como mi muy querida amiga Raquel. Esa pasión con la que escribe y describe su trabajo en su blog "El Códice del Eremita", me envuelve y me apasiona.
O como Yolanda, en "ancalayoli"... el no conocerla en persona no es un impedimento para que lo que leo en su blog me evoque emociones intensas...y bonitas. ¡Cuánta razón tiene cuando reflexiona acerca de la Educación, o las altas capacidades!
Todos y todas, aunque estas dos personas concretamente, tienen un don. Un don maravilloso, porque no todo el mundo puede convertir las meras palabras en auténtica poesía para nuestras mentes. Sublime.

Y sí, sé que la perfección no existe, que el ser humano es por naturaleza imperfecto... Sin embargo, me gustaría que cuando describimos a un niño, lo hiciésemos no sólo en términos de lo que observamos con los ojos. Esto es un hadicap, una limitación autoimpuesta. Pienso que no hay descripción más pura que la que se hace con el corazón.
Hay detalles, pequeños, pero grandes...enormes. Como cuando Jon , el mayor, que aún no ha cumplido los 5 años se dedica a hacer cosquillas a Íker, el peque más peque de la casa de 7 meses, o le lee un libro de Bob Esponja. O como cuando Álex, el segundo, de 3 añinos, el otro día jugaba a fingir que el matamoscas  (de esos que tienen en el extremo forma de mano y con el que literalmente "espachurras" a los pobres insectos)... como decía, fingía que era una barita mágica y con ella, tras pronunciar las palabras mágicas "abracadabra", convertía a su padre, el aitatxito, en diversos animales.... hasta que lo convirtió en mosca, y en el mismo preciso momento en el que su padre sufrió la transformación mutante e hizo "bzzzzz"... ¡ZAS! le atizó en todo el cogote al grito de ¡Ajá! ¡TE CACÉ!...

Y voy a finalizar dejando volar mi imaginación, pidiendo un deseo, como hacía prácticamente cada noche cuando era niña: algún día, me gustaría ir al colegio y escuchar que mi hijo es un niño tranquilo, inteligente, sorprendente, curioso, despierto, habilidoso, tímido, soñador, sensible.....sólo porque es la verdad....sin "peros".

Por lo demás....MAÑANA SERÁ OTRO DÍA...Un beso para todos...

domingo, 5 de junio de 2011

EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA DEFENSA DEL DERECHO A SER DIFERENTE

Hubo quien dijo en una ocasión que los resultados de la aplicación de un determinado sistema educativo, han de corroborarse a largo plazo. Y por supuesto, esto ha sido subscrito por Inger Enkvist, asesora del Ministerio de Educación Sueco. Países Nórdicos, cuna de la prosperidad, modelo social y educativo y ejemplo utópico de aquello que todos deseáriamos conseguir, pero no alcanzamos porque........¿por qué? Es más, me apetece formular otra pregunta más: ¿para qué?

En realidad, el tema acerca del cual me llevo unos días documentando, me ha suscitado muchas preguntas (¡me encanta!), a las que he intentado dar respuesta documentándome aún más... pero esto desencadena otra serie de interrogantes, así que he llegado a la conclusión de que la única respuesta de la que me tengo que preocupar de manera inmediata (ahora mismo), es la siguiente: ¿cómo conseguir conjugar, resumir, explicar,...todo este contenido para no alargar tanto este artículo y de tal forma conseguir que el lector se sienta atraído e interesado? El resto de preguntas, trataré de responderlas poco a poco, pero también he de reconocer que lo que espero transmitir es un espíritu de cierta contradicción y desarrollo del pensamiento crítico tal, que todo aquél que lea esta reflexión personal, al menos empiece a formularse si no las mismas preguntas, al menos sí algunas de índole similar.

Malas Interpretaciones

Se dice que la Historia (con mayúscula), no puede ser subjetiva. Todo va a depender del bando que relate una batalla, del vencedor o del vencido. Hollywood no hubiese tratado de la misma forma su Guerra de la Independencia entre el Norte y el Sur de su país si hubiese resultado ganador el segundo en lugar del primero... es probable. O España: tantos años negando la existencia de una Historia reciente en pro del hermanamiento entre estas "2 Españas", para al final, en pleno año 2011 acabar con un diccionario biográfico que nos describe al generalísimo (no, no es una errata, lo que pasa es que me niego a escribirlo con mayúscula) como "valeroso y católico" (http://www.insurgente.org/index.php?option=com_content&view=article&id=7429%3Asegun-el-nuevo-diccionario-biografico-espanol-franco-fue-un-general-valeroso-y-catolico&catid=139%3Aestado-espanol&Itemid=557) y en todo caso "autoritario, pero no totalitario" (http://www.publico.es/culturas/378862/autoritario-no-totalitario)... y otras lindeces por el estilo acerca del gobierno aznarino (con perdón del palabro). Todo ello bajo la relativa aprobación de un gobierno presuntamente de izquierdas. Y digo presuntamente, porque últimamente parece más centrado en ser políticamente correcto que en llevar a cabo acciones progresistas y no tan paternalistas.

Sin embargo, tengamos en cuenta que estas distintas formas de entender la Historia, sus personajes y acontecimientos, viene dada precisamente porque no es la única disciplina susceptible de interpretación según conveniencia. La ciencia también lo sufre. Charles Darwin, como sabemos autor de "El Origen de las Especies" entre otras obras, tuvo que aclarar que "la evolución carece de finalidad y es absurdo calificar a un animal superior a otro", tras ver cómo su trabajo era utilizado por parte de Ernst Haekel como herramienta teórica para justificar el racismo, mediante la divulgación en Alemania de que "las razas primitivas estaban más cerca de los monos que de los europeos". De hecho esta idea caló profundamente en las conciencias de muchos contemporáneos, que siguen creyendo que el propio Darwin fue el que afirmó que "el hombre desciende del mono", supuesto que él mismo en su día desmintió...nunca realizó tal afirmación. Sino que el hombre, al igual que el chimpancé, gorila,...y demás primates tenemos un antepasado evolutivo común. No es lo mismo una afirmación que la otra. Y si bien es cierto que Darwin creía que se podían perder beneficios evolutivos como especie si se ayudaba a procrear a aquellos miembros más débiles, también es verdad que advirtió del peligro de extrapolar esta creencia al ser humano, puesto que se ponía en peligro el instinto de solidaridad,...la parte más noble de nuestra naturaleza. Pero de nada sirvió: F. Galton se quedó con la primera parte de la argumentación y desarrolló el concepto de "eugenesia", pugnando por la necesidad de favorecer la reproducción de aquellas razas más puras y posibilitando la reducción del nacimiento de los ineptos, débiles y enfermos.

Dentro de la psicología, tenemos también diversos ejemplos. Concretamente, el de Wilhem Wundt, padre de la psicología experimental, y su discípulo, Edward Titchener, que difundió su propia interpretación de las ideas originales acerca de la introspección. Titchener era reduccionista, y para él, basándose en las sensaciones y aplicando las leyes de asociación llegaríamos al contenido de la consciencia. Voy a intentar poner un ejemplo: el Condicionamiento Clásico. Pavlov, fisiólogo ruso, se hallaba realizando un experimento con perros, para el cual necesitó colocarles unas cánulas en las glándulas salivales, midiendo así la cantidad de saliva segregada por dichos animales. Para no extenderme en el tema, el caso fue que observaba que originalmente, los perros salivaban en presencia de la comida. Pero mediante la repetida experiencia de otro estímulo (inicialmente neutro, es decir, que no provoca la secreción de saliva per se), como el sonido de una campana, dichos animales, comenzaban a salivar ANTES de la presencia de la comida.
Pues bien, no es lo mismo afirmar que este fenómeno se da por asociación de ideas (es decir, los perros "asocian" el estímulo CAMPANA al estímulo COMIDA), y esa es la razón por la que salivan, que afirmar que el motivo de la salivación viene determinado por el hecho de que si llegan a salivar, lo hacen porque la campana SIGNIFICA la llegada de la comida. Es decir, la primera hipótesis explicativa, reduce en demasía el concepto de inteligencia. Espero que se entienda lo que pretendo explicar. Si no es así, por favor, detalládmelo en los comentarios, e intentaré exponerlo más amplia y claramente.

Creación de mitos

Entiéndase que por "mitos" no estoy haciendo referencia al término "prejuicio", sino en el sentido de la necesidad que a veces tenemos de tener héroes. No es necesariamente negativo, sólo si la existencia de ese mito creado entorno a la figura de una persona sobrepasa el plano individual, es compartido por un grupo, y se acaba llegando al fanatismo. Este hecho impide la progresión y ejecución del pensamiento crítico: llega un momento en el que el héroe se convierte en modelo absoluto de perfección (artística, personal, moral, etc). Personalmente, no me gustan los absolutismos. Reconozco que tiendo a desconfiar, casi por sistema, de todo aquello que se manifiesta como perfecto. No creo en la perfección, sólo confío en la consecución de los niveles óptimos para cada uno. Por lo tanto, aquello acerca de lo cual, no encuentro a nadie que emita una sola crítica, no hay un voz disonante que ponga un "pero"....he de reconocer que no me gusta.
Veríamos casi como una aberración que alguien emita una crítica hacia Ghandi, Vicente Ferrer, la madre Teresa de Calcuta...y no seré yo quien lo haga, porque lo cierto es que estas personas concretamente, fueron ellas mismas las que emitieron en vida su propia autocrítica, lo cual me parece tremendamente loable.

Pero...¿qué está ocurriendo con el sistema educativo finlandés? Puedo prometer y prometo (;-)) que he estado buscando por activa y por pasiva alguna crítica o autocrítica emitida...nada. No encuentro nada que analice la aplicación del sistema que vaya más allá de los resultados en el informe PISA. También he estado buscando información acerca del trato educativo que reciben los alumnos con necesidades educativas especiales, y más allá de nombrar "colegios especiales"...sigo sin encontrar nada. Incluso lo he formulado a través del facebook... nada. Por favor, si alguien puede detallarme información, estaré muy agradecida de recibirla. Lo único que hallo es...la excelencia y perfección, el modelo a seguir....mmmm.

La excelencia es la diferencia

Esto me ha llevado a indagar un poquito más. Por favor, vean estos vídeos y opinen antes de seguir leyendo, por favor.
   

¿¿¿Las chicas tienen que trabajar en paz??? ¿¿¿con la segregación por sexos, se disminuye el acoso???
Como ya he mencionado anteriormente, Inger Enkvist es asesora para el Ministerio de Educación sueco. Y a parte de un currículo envidiable, también mantiene claramente una ideología neoliberal, muy en auge (cada vez más en los países nórdicos). Me gustaría que alguien le explicara de todas formas que la existencia de las escuelas privadas no guarda relación alguna con la calidad de enseñanza de las públicas, y la diferencia entre necesidades reales y necesidades creadas (vaya, el uso de una estrategia de manipulación mediática, mediante la cual te hacen preocuparte por una carencia inexistente para que demandes un servicio que no resulta necesario: "¡señora! ¡¿pero no ve que el detergente de su vecina lava más blanco!?).
Escuchar a esta señora hablar, elogiando el sistema educativo finés (que aplica el método pedagógico de Freinet http://es.wikipedia.org/wiki/Pedagog%C3%ADa_Freinet), a la par que critica el modelo de escuela comprensiva y el paidocentrismo, es algo que no me termina de cuadrar. De la misma forma que no me cuadra una escuela con un funcionamiento ejemplar con la extraordinaria subida a la tercera fuerza política del partido "Auténticos Finlandeses" en las últimas elecciones en el país, el cual mantiene una ideología homófoba y xenófoba (http://olahjl2.blogspot.com/2011/04/finlandia-en-el-punto-de-mira.html)... recordemos que los efectos de la educación en los niños los vamos a ir viendo progresivamente, más a largo plazo, como la señora Enkvist bien reconoce también cuando ha afirmado que "estamos educando al soberano". Entonces.... no soy capaz de casar un aspecto con el otro. Quizá me faltan datos. Si consigo recabar más datos al respecto, volveré a "reflexionar" en el blog, para seguir argumentando en el mismo sentido o rectificar si me hago con información que me convenza de lo contrario.De momento, seguiré siendo tremendamente crítica con esta idea neoliberal de entender la pedagogía, que es la que está desarrollado la sra. Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid.

Lo único que sí me llega a cuadrar es el hecho de que en Finlandia se trabaja hacia la consecución de objetivos del grupo, tendiendo a que todos sus miembros adquieran el nivel del más destacado del mismo. Si queda algún rezagado, se le apoya para que logre el nivel esperado. Pero esto no es atención a la diversidad, sino una tendencia a la homogeneidad. ¿Y qué ocurre si algún niño no puede alcanzar dichos objetivos por un problema en su capacidad? ¿Y si lo que ocurre es que el niño posee una alta capacidad intelectual? Este sistema de homogeneización no sería justo para ninguno de los 2. Lo único que he conseguido encontrar al respecto es que la respuesta educativa va destinada hacia otro centro especial donde se acojen a niñ@s con este tipo de necesidades educativas especiales. Y si además le sumamos que se trata de un país con excasa inmigración,...et voilà!!. Nos quitamos de un plumazo los problemas que la señora Enkvist plantea: la inmigración, y más concretamente la PROCEDENCIA, los países de origen. En mi opinión, esto dista bastante de la noción de escuela inclusiva...

Entonces ¿cuál puede ser el motivo de su éxito educativo? En los resultados obtenidos en el informe PISA, el programa internacional de evaluación de estudiantes de diversos países miembros de la OCDE (aunque de cultura y costumbres diversas). Dicho informe, mide RENDIMIENTO, no CAPACIDAD. Que unos alumnos posean muchos conocimientos, no implica que luego vayan a aplicarlos correctamente, ni que lleguen a desarrollar la noción de pensamiento crítico; y queda demostrado en cuanto a lectura, que aun a pesar de ser los que me recuperación de información e interpretación de textos poseen, este nivel no es congruente con su deficiencia en lo que a reflexión sobre los mismos se refiere.

No es que todo sea malo, pero el debate roza el absurdo, convirtiéndose así en un tema estéril, si lo que se pretende es emular los puntos buenos de un sistema. Pienso que hacia lo que deberíamos tender es a olvidarnos de esta postura ecléctica de tomar lo mejor de cada casa, y centrarnos en nuestro propio paradigma para crear sólidas teorías, válidas en nuestra cultura y manera de entender la educación y la vida.

La homogeneidad grupal no es inclusiva

Un aspecto que no me gusta que se hable de él como "uno de los secretos del éxito educativo" es el de la educación centrada en el grupo.
Fomentar, favorecer y apoyar el desarrollo de las diferencias individuales en el marco del aula inclusiva. Esto implica ir más allá de la mera "integración", que parece limitarse a mezclar diferencias, olvidando la esencia de una mejor convivencia: el respeto mediante el apoyo a aquellas necesidades individuales de cada uno. Y para llegar a aquí, se requiere esfuerzo y trabajo. Esfuerzo para comprender la necesidad de un cambio en las actitudes. Trabajo para demostrar que gracias al esfuerzo intelectual y físico, la inclusión educativa no es una utopía, sino perfectamente factible.
 (http://www.reproduccionsocial.edusanluis.com.ar/2009/06/es-lo-mismo-integracion-que-inclusion.html).

Para conseguir alcanzar nuestro objetivo de escuela inclusiva, pienso que deberíamos trabajar como base, 2 aspectos mínimos:
1- Fomento de la responsabilidad personal (trabajo individual).
2- Trabajo grupal basado en el respeto y apoyo entre las diferencias, donde el personal docente ha de dar ejemplo (parece obvio, pero desgraciadamente, en ocasiones hay demasiadas carencias a este respecto).

ESTO sí es contructivismo, y no "esa idea de que los chicos, nuestros hijos, son una especie de buen salvaje y que ellos solitos, si se les deja experimentar, acabarán aprendiendo por su cuenta todo porque en realidad tienen las ideas innatas en su cabeza y van a salir solas a flote". Una escuela cuyo funcionamiento se base en el paradigma constructivista, se centrará en la educación, no en el "amaestramiento". Vamos a evitar volver a caer en el error de juzgar algo en base a una mala interpretación, o una idea sesgada de la misma.

Constructivismo. Esta era la base de nuestra ahora ya tan criticada LOGSE. Este es el sustento ideológico en el que se basan las leyes referentes al sistema educativo. Mi conclusión por lo tanto es que nuestro sistema no va mal encaminado, pero sí que falta encarrilar algunos aspectos:

1) Exponer CÓMO ha de llevarse a cabo.
2) Formar a todos los profesionales implicados en la tarea docente y escolar. Exigir unos mínimos más elevados en cuanto a profesionalidad e incidir en su continua formación a lo largo de los años (formación no sólo en cuanto a docencia, sino también en cuanto a la necesidad del trato individualizado del alumno, dento del grupo heterogéneo).

En la variedad está el gusto. Esta es una frase que en más de una ocasión hemos podido escuchar a propósito de la importancia de lo diferente. Sin embargo, ¿tenemos claro que ser diferente no necesariamente implica ser mejor o peor?
La diferencia como concepto en realidad adquiere significado propio, per se, no por comparación con nada ni con nadie.
¿Soy realmente tan diferente? ¿Estoy sola? creo que en realidad, más bien todo lo contrario: pertenezco a un grupo muy elitista, y lo es tanto, que cualquiera puede entrar: el SER HUMANO. Eso es lo que quiero que aprendan mis hijos, no sólo mediante mis enseñanzas, sino también a través de la institución ajena a la familia que más importancia probablemente tiene para ellos: la escuela.