Uno de los temas que quizá más nos suele preocupar son las reacciones ante frustración cuando no se consigue el objetivo planeado, íntimamente relacionado con esa sobreexcitabilidad común en la mayoría de las personas superdotadas.
Sin embargo, aunque la reacción emocional de carácter no tan positivo sea muy intensa, esto no necesariamente ha de implicar que no lleguen a saber responder de la manera adecuada. Démosles tiempo y de manera especial.... apoyo y confianza.
En mi opinión... ¿Cómo podemos apoyar a nuestr@s hijos en su desarrollo pleno?
Autoconocimiento: aceptarse un@ mism@ para que l@s demás te acepten. Obviamente cada persona está en su derecho de mostrar al mundo de sí misma aquello que desee y mantener para sí misma algo que considere como parte de su privacidad.
Sin embargo, no debemos olvidar que nuestra actitud ante cómo somos, es el espejo en el que se ven reflejad@s nuestr@s hij@s.
Es frecuente el temor a la reacción de las demás personas cuando rompemos esa barrera que nos impide mostrarnos tal cual somos... pero pensemos algo...¿quiénes son "l@s demás"? No es el resto del mundo porque tú también formas parte del mundo: que seas diferente no implica necesariamente que te apartes del resto. Lo más adecuado quizá se trate de trabajar para crecer en lo personal respetando a las demás personas, y por supuesto sin avergonzarse de cómo somos y seguir hacia adelante.
Perseverancia: lo que incita a perseverar en la tarea es la motivación. Cuando ésta desaparece, de manera inherente, también lo hace la perseverancia, con lo que puede existir un abandono a la primera de cambio cuando no se están cumpliendo las expectativas generadas de antemano.
Para evitar este abandono, es importante recordar a nuestr@s hij@s que no todas las cosas salen a la primera, que confiamos en ell@s en su lucha por conseguir ese objetivo (es decir, que permanecemos a su lado para dar ánimos y tenderles la mano cuando nos lo pidan, no para hacer por ellos ese trabajo) y que con independencia del resultado final, que sentimos orgullo por su esfuerzo y de los logros que ha ido consiguiendo en pequeños pasos.
Y es que las cosas no siempre salen a la primera, así que recuerda....
Lucha: íntimamente relacionado con todo lo anterior. El sentimiento de lucha nace cuando nos conocemos a nosotros mismos, y al percibir algún tipo de injusticia hacia nuestra persona, poseemos la suficiente confianza en nuestras posibilidades como para comenzar a luchar por lo que consideramos justo. Esto desde luego no va a estar exento de miedos, al contrario: gran parte de la lucha irá dirigida contra ellos y sólo cuando vayamos dando pasos, éstos se irán difuminando.
Sin embargo, aunque la reacción emocional de carácter no tan positivo sea muy intensa, esto no necesariamente ha de implicar que no lleguen a saber responder de la manera adecuada. Démosles tiempo y de manera especial.... apoyo y confianza.
En mi opinión... ¿Cómo podemos apoyar a nuestr@s hijos en su desarrollo pleno?
Autoconocimiento: aceptarse un@ mism@ para que l@s demás te acepten. Obviamente cada persona está en su derecho de mostrar al mundo de sí misma aquello que desee y mantener para sí misma algo que considere como parte de su privacidad.
Sin embargo, no debemos olvidar que nuestra actitud ante cómo somos, es el espejo en el que se ven reflejad@s nuestr@s hij@s.
Es frecuente el temor a la reacción de las demás personas cuando rompemos esa barrera que nos impide mostrarnos tal cual somos... pero pensemos algo...¿quiénes son "l@s demás"? No es el resto del mundo porque tú también formas parte del mundo: que seas diferente no implica necesariamente que te apartes del resto. Lo más adecuado quizá se trate de trabajar para crecer en lo personal respetando a las demás personas, y por supuesto sin avergonzarse de cómo somos y seguir hacia adelante.
Perseverancia: lo que incita a perseverar en la tarea es la motivación. Cuando ésta desaparece, de manera inherente, también lo hace la perseverancia, con lo que puede existir un abandono a la primera de cambio cuando no se están cumpliendo las expectativas generadas de antemano.
Para evitar este abandono, es importante recordar a nuestr@s hij@s que no todas las cosas salen a la primera, que confiamos en ell@s en su lucha por conseguir ese objetivo (es decir, que permanecemos a su lado para dar ánimos y tenderles la mano cuando nos lo pidan, no para hacer por ellos ese trabajo) y que con independencia del resultado final, que sentimos orgullo por su esfuerzo y de los logros que ha ido consiguiendo en pequeños pasos.
Y es que las cosas no siempre salen a la primera, así que recuerda....
Lucha: íntimamente relacionado con todo lo anterior. El sentimiento de lucha nace cuando nos conocemos a nosotros mismos, y al percibir algún tipo de injusticia hacia nuestra persona, poseemos la suficiente confianza en nuestras posibilidades como para comenzar a luchar por lo que consideramos justo. Esto desde luego no va a estar exento de miedos, al contrario: gran parte de la lucha irá dirigida contra ellos y sólo cuando vayamos dando pasos, éstos se irán difuminando.
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