lunes, 31 de marzo de 2014

LA ESCUCHA ACTIVA EN EL PROCESO COMUNICATIVO

HABLANDO EN CONFIANZA
Temporada 2013/2014
PROGRAMA 12
"La natulareza nos ha dotado de 2 oídos y 1 lengua"
ZENÓN

Como seres sociales que somos, una de las destrezas que mś utilizamos y manejamos en nuestra vida cotidiana, a diario, es precisamente la comunicación. Sin embargo, llevar años utilizándola como recurso para relacionarse con otras personas no implica necesariamente dominio de la  misma. Es decir, que podemos llevar mucho tiempo hablando, pero no sabiendo cómo comunicarnos correctamente.
Hemos de considerar además que detrás de la mayoría de muchos de los problemas (de diversa índole) que podemos manejar o haber tenido a lo largo de nuestra vida, se encuentre precisamente un manejo inadecuado del proceso comunicativo.
Analicemos los pasos previos que comúnmente tienden a llevarse a cabo ante una inminente conversación.
Nos imaginamos la escena
El ser humano posee la maravillosa capacidad de prever mentalmente diversas situaciones, gracias a su capacidad imaginativa, la cual cumple funciones de adaptación al medio o que dota de posibilidad de crear algo en su mente antes de llegar a materializarlo.
¿Cómo solemos hacerlo?
1/ Dotamos de significado a la propia situación en la que tendrá lugar la conversación, de tal forma que la podemos convertir en positiva u hostil antes de que efectivamente suceda.
No solemos quedarnos en una postura neutral, puesto que en cierta forma nos podría generar un elevado grado de incertidumbre, lo cual nos impediría desarrollar estrategias adecuadas de afrontamiento.
2/ Nos imaginamos qué vamos a decir, así como el tono, los gestos, etc... todo ello probablemente ya bajo la influencia del significado que previamente hayamos otorgado al ambiente en el que se desarrolla la conversación.
3/ Ponemos voz a nuestro/a interlocutor/a, e incluso le dotamos de "intencionalidad" en su forma de afrontar la conversación con nosotr@s.

¿Todo esto es negativo? En absoluto. Al contrario, nos ayuda a "predecir" determinadas situaciones, lo cual conlleva no poseer sensación de indefensión ante la toma de conciencia de los posibles imprevistos. Por tanto, puede resultar un apoyo fundamental el poder imaginarse mentalmente una conversación con antelación, siempre y cuando consideremos los 3 puntos fundamentales a respetar ante el establecimiento de un diálogo:
1 - Planear QUÉ decir
2 - Ser consciente de QUÉ NO decir
3 - ESCUCHAR activamente
Todo bueno proceso comunicativo requiere no solamente de plantearse una situación hipotética de nuestros actos y palabras, sino también poseer una buena dosis de empatía, donde no se juzgue sistemáticamente a nuestro interlocutor. De hecho, para lo que digamos tenga sentido, ha de estar en constante retroalimentación con lo que escuchamos en la otra persona.

El problema que podemos encontrarnos en estas cuestiones lo podemos encontrar cuando dotamos de excesiva importancia a nuestra capacidad intuitiva. En este caso hay mayor probabilidad de que finalmente atendamos más a aquello que corrobora nuestra intuición que a la realidad en sí misma, y por lo tanto, es muy probable que estemos efectuando de manera errónea (e incluso nula) la escucha activa.
RECOMENDACIONES PARA LA ESCUCHA ACTIVA
1) Cuando deseamos lograr un entendimiento entre las partes, deberíamos tener por objetivo primordial ESCUCHAR,y luego hablar.
2) Librarse de todo prejuicio inicial, generado en esa "conversación imaginaria" que probablemente hemos desarrollado con anterioridad.
3) Evitar distracciones, es decir, esforzarse por crear un ambiente libre de estímulos distractores. Esto le hace ver al interlocutor que lo que nuestro mayor interés es escucharle.
4) Hacerle entender mediante nuestra interacción, que efectivamente le estamos escuchando (mirarle, asentir, parafrasear, etc... todo ello con naturalidad y espontaneidad)
5) Valorar la emotividad del comunicante (empatía)
6) Preguntar aquello que pueda ser interpretado de forma confusa antes de dar la contraria o "leerle el pensamiento".
ENLACES PARA TRABAJAR LA ESCUCHA ACTIVA EN NIÑ@S:
** Actividades de Escucha Activa para Niñ@s: http://es.slideshare.net/soniambr75/actividades-de-escucha-activa-para-nis
** Escucha Activa y Manejo de los Silencios: http://es.slideshare.net/soniambr75/escucha-activa-y-manejo-de-los-silencios

LAS ALTAS CAPACIDADES Y EL SUEÑO


Cuando las altas capacidades llegan a tu vida, hay dos perspectivas diferentes con las que se tiende a indagar acerca de este tema:
1. Conceptualmente
2. La vida real

En primer lugar, una persona no suele saber muy bien cuál ha sido el momento en el que las altas capacidades llegaron realmente a su vida (es probable incluso que desde el momento en el que nació), pero sí que suele marcarse un antes y un después en el momento en el que empieza a indagar en torno al tema. Por ese motivo hablo de una perspectiva conceptual y otra real: porque una cosa es cuando realmente han llegado y otra la visión diferente que se adopta conforme intentamos acercarnos al concepto con la intención de que nos pueda aportar algo más de comprensión en nuestro día a día, para poder ver al menos de vez en cuando un poco de luz ante tanta duda que nos rodea.

Lo cierto es que una de las cuestiones con las que primero solemos topar (porque es lo que tendemos a buscar para confirmar o refutar nuestras hipótesis) son los listados de cómo es una persona con altas capacidades. Intentamos encontrar alguna respuesta en esos listados, algo que nos ayude a entender un poquito mejor cómo sienten nuestr@s hijos e hijas, e incluso cómo sentimos nosotr@s mism@s.
Pero esa comprensióń no siempre llega a través de esos listados de características, porque no parecen cumplir TODOS y cada uno de los "requisitos" o porque hay ciertas cuestiones que nos llaman la atención, pero no solemos encontrar en ninguna lista.
¿Dónde solemos encontrar esas respuestas? En nuestr@s "iguales", que no son otras personas que las familias que lo viven en su vida cotidiana. Y empezamos a hablar, a escucharnos, a compartir vivencias.... hasta que llega un momento en el que una se percata de que todas esas cosas que carecían de sentido aparente, resulta que también son compartidas por otras familias.
Y cuando he conocido a otros niños, yo suelo asombrarme de cómo se parecen a mis hijos: su manera de hablar, de razonar, de expresar sus pensamientos e  ideas,.... son todos diferentes entre sí, pero al mismo tiempo hay similitudes (que por cierto, no aparecen en listados de características de niños/as con AA.CC.)


Una de esas similitudes es precisamente la del sueño. Mis 3 hijos han sido y son muy diferentes a este respecto. El primero y el tercero despertaban muchísimo de noche, duermen pocas horas (porque aunque se acuesten pronto, también se levanta MUY pronto) y el segundo sin embargo, siempre fue un bebé que dormía como un angelín toda la noche, desde el mismo día prácticamente en el que nació. Pero los 3 han tenido terrores nocturnos con una cierta frecuencia (especialmente el primero), que son esos momentos en los que aparentemente despiertan de noche gritando y llorando y nada puedes hacer para consolarlos, porque incluso rechazan tu contacto. En sus ojos en ocasiones había miradas de auténtico terror... y sin embargo, sin saber por qué, de pronto volvían a dormir como si nada hubiese pasado y al día siguiente no daban muestras de recordar nada. Pocas cosas me han generado tanta angustia en mi vida.... hasta que empecé a encontrar respuestas, que aunque no aporten al 100% certeza, sí que me han ayudado y apoyado para ir acercándome un poquito más a la comprensión de las personas más importantes de mi vida.

Hay a este respecto una entrada de Mónica San Martín en su blog que  puede ayudar a este acercamiento a las respuestas que necesitamos:

5 RAZONES POR LAS CUALES DUERMEN DIFERENTE (enlace)


1. TEMPERAMENTO DIFERENTE

2. DIFERENTE BARRERA DE ESTÍMULOS

3. TRANSICIONES DIFERENTES
4. NECESIDADES NOCTURNAS DIFERENTES
5. CARACTERÍSTICAS NOCTURNAS DIFERENTES

miércoles, 19 de marzo de 2014

LENGUAJE Y COMUNICACIÓN

HABLANDO EN CONFIANZA
Temporada 2013/2014
PROGRAMA 11
 
Cuando abordamos temáticas relacionadas con el desarrollo del lenguaje, parece existir una cierta tendencia a mostrar mayor interés por la expresión, dicción, riqueza de vocabulario y articulación del mismo (que l@s niñ@s aprendan a pronunciar correctamente) más que por aspectos más propiamente comunicativos o pragmáticos (uso social del lenguaje).

La comunicación implica poseer una consideración por el interlocutor u oyente para así modular nuestra expresividad y comunicar en consecuencia lo que realmente deseamos, libre de sesgos, dobles sentidos o interpretaciones incorrectas por su parte. 
Es decir, requiere un esfuerzo por parte del hablante para poder expresar sin lugar a incertidumbre aquello de "me responsabilizo de lo que yo digo, no de lo que usted entiende". A este respecto, me atrevería a añadir que "me responsabilizo de lo que yo emito", aplicando por lo tanto un sentido puramente intencional en lo referente a la preocupación por parte del hablante por que su mensaje llegue correctamente al oyente que desea y por las vías adecuadas, prestando especial atención no solamente a la palabra, sino también a la propia expresividad.

¿QUÉ SUCEDE CON L@S NIÑ@S?

Lo cierto es que no solemos mostrar pautas de comunicación adecuadas y por tanto corremos el riesgo de no estar resultando un modelo adecuado en el que se vean reflejados para su posible aprendizaje del lenguaje y la comunicación.

Aunque entendamos que en el desarrollo del lenguaje intervienen múltiples variables, en todo caso, el modelo que aportemos las personas adultas ha de entenderse desde la perspectiva de no una mera imitación, sino de aceptación de ciertas pautas de comunicación social como válidas.
Si solamente fuera una imitación o copia llevada a cabo en la infancia, el cambio de perspectiva  en la edad adulta sería más sencillo... pero obviamente no es así.  Porque lo que proporcionamos a la infancia son patrones sociales,  con lo que aprender pautas de actuación adecuadas en cuanto a la comunicación se torna más complicado en la edad adulta, ya que el cambio ha realizar ha de entenderse desde una perspectiva mucho más profunda.

miércoles, 12 de marzo de 2014

PARA TI.... ¿CÓMO ES UN@ NIÑ@ CON ALTAS CAPACIDADES?


Esta pregunta es la que me gustaría lanzar al aire para que la coja quien corresponda, o lo que es lo mismo, docentes, equipos de orientación, profesionales de la psicología y de la pedagogía, familias, etc, etc...
Tengo curiosidad por conocer qué ideas se manejan, cómo se respondería, e incluso que actitud se adoptaría cuando se le formulase dicha cuestión.

Lo cierto es que es muy probable que hacerla conllevase muchos peligros, tal y como mi amiga Susana me apuntó con mucho atino hoy mismo por la mañana: las respuestas iban a estar cargadas de tanta cantidad de prejuicios, que tendríamos que vernos en la tesitura de tener que hacerles ver que no están manejando información adecuada, que se equivocan, y consecuentemente hacerles rectificar, lo cual supondría con toda probabilidad una actitud de ofensa que cerraría las puertas a cualquier entrada de conocimiento más cercano a la realidad que vivimos día a día numerosas familias.... y desde luego, actitudes de hostilidad por parte del colegio no es precisamente lo que buscamos.

Entramos de nuevo en una gran paradoja, probablemente relacionada con los conocimientos que en ocasiones manejamos desde la "psicología popular": el considerarnos expert@s, en lugar de etern@s aprendices.

Cuando una persona finaliza unos estudios, sean de la índole que sean, y obtiene con ellos un título, debería de ir ineludiblemente una frase acompañando al mismo: "a partir de ahora, dispones de unos mínimos.... así que a seguir aprendiendo a lo largo de toda tu vida". Solamente de esta forma, olvidaremos la etiqueta autoimpuesta de "expert@ en" y podremos ser capaces de entender que para llegar a adquirir unos mínimos de sabiduría, no se trata tanto de manejar mucho conocimiento, sino de saber hacerse muchas preguntas al mismo tiempo que tengamos que rectificar muchas actitudes.... rectificar, es de sabios, lo contrario, sería seguir regodeándose con la propia ignorancia.

Así que.... ¿cómo es una persona con altas capacidades?

* Pues es una persona que cuando disfruta, lo hace con muchísima intensidad, lo cual le lleva a emplear horas en buscar diversidad de alternativas ante una misma cuestión, sin conformarse con la información previamente dada (lo que viene a ser la motivación intrínseca de la que tanto se habla).
* Es una persona con una capacidad enorme de aportar diversidad de respuestas, que sabe aplicar su ingenio al tiempo que utiliza diversidad de elementos con los que previamente ha experimentado que puedan serle de utilidad (lo que viene a ser relacionar diferentes conceptos entre sí).
* Un@ niñ@ con AA.CC. es una persona que se siente diferente, pero no entiende muy bien el motivo por el que se da ese hecho, solamente sabe que hay personas adultas que afirman "conocerle muy bien", pero no atinan ni una en lo que a sus sentimientos se refiere.
* Es una persona que se equivoca constantemente, que a lo largo de toda su vida, probablemente haya cometido muchos más errores que aciertos.
* No sigue desde luego un desarrollo lineal y estable, de tal forma que no solo no saca 10 en todas sus materias, sino que además, muchos días parece disperso, o especialmente inquieto, sin mostrar interés por aquello que ha de estudiar.... muchos días no va a ser capaz de concentrarse y rendir al 100% (de hecho, habrá días que con suerte, será capaz de hacerlo al 25%).

...en definitiva: una persona con altas capacidades, es un ser humano.

Estos puntos... y muchos más.
Pero obviamente, si partimos de la idea de que las ideas geniales han de surgir a todas horas, y que el rendimiento siempre ha de ser excelente, han de ser generos@s con el prójimo, nunca levantar la voz ni protestar, porque si son tan inteligentes, entonces tendrán que entender que todo esto se hace por su bien (aunque duela).... difícilmente podremos llegar a entender cómo es una persona con altas capacidades.
Y difícilmente podremos llegar a ayudar y apoyar a tod@s es@s niñ@s que a diario se encuentran en situaciones que les desbordan.

¿Medidas extracurriculares? Por supuesto.... pero primero, por favor, libérense de prejuicios. Interés y formación adecuada.

¿Qué NO es? ....pues esto


lunes, 3 de marzo de 2014

LAS PERSONAS INTELIGENTES SE EQUIVOCAN

Uno de los muchos prejuicios contra los que tenemos que enfrentarnos en las altas capacidades suele ser una actitud. Esa actitud no es otra cosa que la de estar constantemente poniendo a prueba a es@s niñ@s que alguien algún día nos dijo a través de un informe que eran muy inteligentes.
Es una actitud que suele hacer mucho daño, especialmente si la sumamos a lo que ya sabemos acerca del grado de autoexigencia que suelen tener las personas con altas capacidades precisamente por la arraigada tendencia al perfeccionismo.

Este tipo de actitudes las encontramos a diario:
- Cuando una maestra nos dice: "ya decía yo.... este puzle no lo hizo porque evidentemente no es capaz" . Y resulta que el puzle tenía 300 piezas y el niño 4 años (y lo que es peor aún, que el motivo por el que no quiso hacer el puzle no fue otro que sus compañeros se lo deshicieron cuando ya llevaba más de la mitad).
- Cuando un maestro nos dice: "¡pero cómo va a saber ya dividir! ...eso es imposible, si aún se equivoca haciendo sumas". Quisiera yo conocer a una persona que no se haya equivocado NUNCA haciendo sumas.

- Cuando un padre duda de la alta capacidad de su hijo porque "no tiene ideas geniales a todas horas".
- Cuando una madre se cuestiona que su hijo sea realmente inteligente, ¡con lo despistado que es, que tiene la chaqueta justo detrás y no es capaz de encontrarla!.

Tendemos a penalizar el error. La teoría nos muestra la importancia de cometer errores a lo largo de toda nuestra vida, precisamente por tratarse de una fuente inagotable de aportaciones al conocimiento, y por lo tanto al aprendizaje. Pero en la vida real somos incluso crueles con aquellas personas que se equivocan.

¿Y si probásemos a educar en la gestión del error?
Hay ocasiones en las que persistimos, una y otra vez, cometiendo el mismo error, convirtiendo en válido aquello de "el ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra".

¿Y si nos esforzásemos en indagar en primera instancia acerca del motivo por el que tendemos a mantener una actitud que nos lleva a fracasar reiteradamente?

Me ha gustado reflexionar acerca de una serie de puntos expuestos en Psicocode   y que dejo a continuación:
- Falta de motivación: El talento es inútil si una persona carece de la motivación para usarlo. La motivación puede ser externa (aprobación social) o interna (satisfacción por un trabajo bien hecho). Las fuentes externas de motivación suelen ser pasajeras. Por el contrario las fuentes internas de motivación suelen ser más duraderas y producir mejores resultados. Cuando tú eres tu propio juez sueles emplearte a fondo ya que no puedes engañarte a ti mismo.
- Falta de control de impulsos: Aplicar la primera solución que nos venga a la cabeza para resolver un determinado problema no suele ser la mejor opción. Controlar nuestros impulsos y valorar todas las alternativas posibles nos ayudará a producir los mejores resultados en una tarea determinada.
- Falta de perseverancia: Muchas personas abandonan enseguida si no obtienen los resultados esperados. Por el contrario otras personas continúan luchando a pesar de no recibir beneficios inmediatos.
- Emplear las habilidades equivocadas: A veces producimos un pobre resultado por equivocarnos a la hora de emplear nuestras habilidades. Un profesor que tiene que corregir muchos exámenes utiliza la velocidad en lugar de la concentración. Como resultado puede equivocarse en la puntuación otorgada a algún alumno.

- Incapacidad para convertir el pensamiento en acción: Muchas personas tienen grandes ideas. Sin embargo son incapaces de hacer nada con ellas. Les resulta extremadamente difícil diseñar un “plan de acción” para convertir esas ideas en realidades.

- Incapacidad para completar tareas: Aunque parezca mentira, a muchas personas les da miedo acabar sus tareas. Buscan excusas para alargar dichas tareas en el tiempo y así no enfrentarse a la situación de qué hacer a continuación.
- Incapacidad para comenzar una tarea: Por el contrario otras personas tardan mucho en comenzar una tarea determinada. Estas personas se enfrentan a la indecisión de cómo empezar y temen la responsabilidad de iniciar una tarea y tener que acabarla.
- Miedo al fracaso: Es el miedo más común. Evitamos empezar algo debido al miedo al “qué dirán” o el miedo al “qué pensarán” si nos equivocamos.
- Procrastinación: La procrastinación es el arte de postergar actividades o situaciones importantes que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables. Cuando decides ver la TV en lugar de estudiar estás procrastinando.
- Culpabilizar erróneamente: Algunas personas se culpan siempre a si mismas ante cualquier error. Por el contrario, otras personas culpan siempre a los demás. Ni todo es culpa tuya, ni todo es culpa de los demás. Debes encontrar el equilibrio.
- Autocompadecerse: Muchas personas pierden el tiempo sintiendo pena por si mismas en lugar de emplear el esfuerzo necesario para enfrentarse al problema.
- Dependencia excesiva: No esperes que los demás hagan por ti lo que deberías hacer tú. Muchas veces prefieres depender de personas con menos talento en lugar de asumir tu mismo la responsabilidad en la decisión.
- Excusarse con problemas personales: Debes hacer lo imposible por que tus problemas personales no interfieran con tu trabajo. La vida no es un camino de rosas, pero tampoco es un valle de lágrimas. Durante toda tu vida alternarás momentos realmente tristes con otros muy alegres. Mantener la perspectiva en el trabajo es muy complicado, sin embargo debes esforzarte por separar tu vida privada del trabajo.
- Involucrarse en demasiados proyectos: Llevar a cabo demasiadas actividades puede hacer que no ofrezcamos un resultado óptimo en ninguna de ellas.
- Involucrarse en pocos proyectos: Por el contrario, desaprovechamos oportunidades cuando nos involucramos en menos proyectos de los que podríamos realizar en base a nuestro talento.
- Incapacidad para ver el bosque a través de los árboles: Es lo que ocurre con aquellas personas que se obsesionan por los detalles y sin embargo son incapaces de visualizar la globalidad del proyecto que llevan entre manos. Conozco a más de uno con este problema.
-  Falta de autoconfianza: Junto al miedo al fracaso, la falta de autoconfianza es la principal barrera que nos inmoviliza a la hora de desempeñar una tarea. En muchas ocasiones esa falta de autoconfianza deriva en una profecia autocumplida que confirma nuestra incapacidad para realizar dicha tarea.
- Exceso de autoconfianza: Por el contrario, personas con un exceso de autoconfianza no admiten que se han equivocado ni que necesitan mejorar en una tarea determinada. A largo plazo estas personas suelen sufrir un estancamiento en su profesión.
- Incapacidad para llegar al resultado final de un proceso: En ocasiones nos preocupamos más del proceso en sí que del resultado final que debemos conseguir. No importa si modificamos algún punto del plan inicial, lo importante es obtener el resultado esperado.