miércoles, 12 de febrero de 2014

¿NUESTR@S HIJ@S CON ALTAS CAPACIDADES "HACEN EL PAYASO"?

Hay un prejuicio muy extendido en torno a las AA.CC. (uno entre muchos), y es el de dar por sentada la "intelectualidad" de estas personas. Lógicamente, me vais a permitir que entrecomille el palabro, pero creo que es lo que mejor podría llegar a definir el prejuicio que anteriormente he mencionado.
Quizá por ese empeño en separar lo "racional" de lo "emocional", nos cuesta llegar a comprender que una persona con una gran capacidad de utilizar su raciocinio sea también al mismo tiempo capaz de poder aplicar una buena dosis de emotividad a su inteligencia. O lo que es lo mismo: existe una tendencia a imaginarse que una persona, cuanto más inteligente es, más seria ha de parecer.
Evidentemente, si mantenemos esa creencia entraremos inexorablemente en una gran contradicción: no hay nada más serio que el sentido del humor.

PECULIAR SENTIDO DEL HUMOR
Dentro de la gran mayoría de los listados que podemos encontrarnos para intentar un acercamiento a la identificación de las altas capacidades, suele ser bastante habitual encontrar la de "sentido del humor peculiar".
¿Qué es lo que en realidad estamos diciendo con esto? A veces se tiende a pensar que se trata de una especie de humor inteligente que solamente serán capaces de alcanzar aquellas personas que pasen de un determinado CI. Si mantenemos esta creencia: craso error.
La peculiaridad del sentido del humor en las AA.CC. pasa por una manera diferente de procesar la información, por lo que la espontaneidad a la hora de encontrar dobles sentidos es mucho más elevada. Esto implica que habrá ocurrencias que solo les hagan gracia a ell@s mism@s (lógicamente) y otras que serán tan llamativas que llaman la atención de las personas que le rodean; y al estar hablando de sentido del humor, la forma en la que se responde, lógicamente, es cuanto menos que con una carcajada.
Pero... ¡cuidado! Si la ocurrencia no ha sido emitida con intencionalidad de agradar, sino que la forma en la que se ha desarrollado fue por un proceso interno de reflexión en torno a un tema que le estaba resultando interesante, ni pizca de gracia hará que los demás se rían de lo que acaba de decir: lógicamente tendrá la sensación de que se están riendo DE él/ella, no CON él/ella.

NECESIDAD DE LLAMADA DE ATENCIÓN
Otra cosa sucede sin embargo cuando sí que ha existido intencionalidad a la hora de soltar lo que se le ha ocurrido en ese momento.
Tal y como ya he comentado en anteriores ocasiones, somos seres sociales, lo cual va a implicar que surja en nosotr@s la necesidad de encontrar personas con las que relacionarnos. Y es cierto que tendemos a congeniar en mayor grado con aquellas con las que sentimos que compartimos gustos, preferencias o estilos en común... pero el resto del mundo no nos es indiferente.
Es importante empezar a gestionar este tipo de actitudes (con tacto y sin agresividad) porque la tendencia a intentar agradar a los demás, si bien es cierto que es incluso deseable (propia de poseer un elevado grado de empatía), puede resultar demasiado elevada y no deberíamos dejar que domine gran parte de nuestra propia identidad.
¿Con tacto y sin agresividad? A lo que me refiero fundamentalmente es que desde las familias debemos tener cuidado con las palabras que empleamos para describir esos comportamientos graciosetes de nuestr@s hij@s... y es que aunque muy noble y complicada es la profesión de payaso, la forma con la que solemos emplearla roza más la falta de respeto que la alabanza.
La percepción que las demás personas tienen de él/ella se tiende a ver reflejada en lo que hacemos y en lo que decimos.....

3 comentarios:

  1. Parece que te hayas inspirado en uno que yo me sé, y al que más de una vez hemos amenazado con matricularle en una escuela de payasos... :(

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  2. Tienes un blog estupendo.Ya soy seguidora.Tendré que ir mirándolo con tiempo.Un saludo

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