"L@s niñ@s necesitan aprender que no pasa nada por equivocarse.
Puedes modelar las ansias de ser perfecto de tu hij@, manejando tus errores.
Necesitan saber que las personas mayores también cometen errores. Esto es especialmente cierto en la persona perfeccionista que puede sentir que la aprobación , y por ello su valor, depende de estar libre de errores.
Los errores son una buena forma de aprender, y aprendemos mucho en nuestra familia. Cuando alguien se equivoca, seguro que algun@ de nosotr@s comenta: “¿ahora, qué podemos aprender de esta situación?”
Si se pulsa el botón de la ira, esto no funciona. Ten cuidado de no reaccionar con rabia cuando alguien derrama la leche o rompe sus pantalones. Simplemente dí “¿Ahora qué podemos aprender?”
Entonces, quizás hasta os riáis. La risa hace gran parte del trabajo, aunque tú fueras castigad@ por cada error cometido de niñ@."
Dr. Sears
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