"Quien tiene un amigo, tiene un tesoro". Gran verdad. Y nos percatamos de ello especialmente cuando a pesar del paso del tiempo, esa persona que un dÃa (hace ya años) entró en tu vida, permanece en ella de una u otra forma aunque el contacto ya no sea tan frecuente.
Y es que afortunamente tal y como leà en una ocasión, el destino pone a muchas personas en tu vida, pero sólo las mejores permanecen.
Ese es el caso sin lugar a dudas de mi amiga Susana: inteligencia, reflexión, emotividad,.... tantas de tus cualidades has compartido conmigo que no quiero que ninguna se pierda en el olvido, por eso quiero compartir hoy estas palabras que de ti surgieron hace unos años, pero siguen tan vigentes como si hubiesen surgido ayer.
Gracias por ser y por estar.
Dudar... No me gusta dejarme arrastrar por las dudas!
El peor momento por el que hasta ahora he pasado en estos años, fue aquel en el que las opiniones de las maestras de mi hijo me han hecho dudar de su valoración, de su capacidad y además dudar de mi misma. He peleado con uñas y dientes para dejar de dudar y para que ellas también aparcaran sus dudas y le aceptaran como es; creÃa haberlo conseguido. Sin embargo, de pronto y sin esperarlo me encuentro de nuevo en el punto de salida.
Mi primera reacción es de enfado. De enfado con el sistema, con l@s profesor@s, con la orientadora. Lo veo todo claro, voy a pelear porque esta situación no es justa, porque él se merece algo mejor, porque él tiene derecho. Después dudo... ¿tendrán razón? ¿estaré equivocada? ¿lo estaré haciendo bien? ¿le estaré perjudicando? ¿será mejor dejarlo estar? ¿realmente él es de AACC?...
Resulta frustrante, resulta descorazonador verte una y otra vez en el mismo lugar sin avanzar. Creo que asà es como él se siente dentro del aula repitiendo los mismos contenidos una y otra vez. Al fin puedo comprender qué siente, puedo entender su mal humor, sus pocas ganas, su "conducta disrruptiva"...
Hay razones para tirar la toalla y darte por vencida, para dejarte llevar y no pensar más en ello y asà al menos, cerrar un frente que te da verdaderos quebraderos de cabeza. Por otra parte, tengo una razón aún mayor para seguir adelante, para pelear, para no dejarme llevar... Sólo sé que quiero dejar de dudar.
Sonia, mi amiga y mi paño de lágrimas en este mundo de las AACC, me ha dicho que esto en psicologÃa es algo asà como la "Disonancia Cognitiva", que no es más que el proceso de conflicto cuando mantenemos dos creencias contrapuestas entre sÃ, porque tenemos argumentos a favor y en contra sobre aquello de lo que dudamos.
Yo lo veo como la tÃpica pescadilla que se muerde la cola, ¿verdad? Haga lo que haga, decida lo que decida no sabré si será la decisión correcta hasta dentro de un tiempo, en el que me vuelvan hacer dudar... o no!
Si pudiera borrar las dudas en mÃ,
Si pudiera borrar el daño que sufrÃ,
Si pudiera olvidar aquello que vivÃ...
Prometo ver la alegrÃa, escarmentar de la experiencia, pero nunca, nunca más ....
Susana.
Y es que afortunamente tal y como leà en una ocasión, el destino pone a muchas personas en tu vida, pero sólo las mejores permanecen.
Ese es el caso sin lugar a dudas de mi amiga Susana: inteligencia, reflexión, emotividad,.... tantas de tus cualidades has compartido conmigo que no quiero que ninguna se pierda en el olvido, por eso quiero compartir hoy estas palabras que de ti surgieron hace unos años, pero siguen tan vigentes como si hubiesen surgido ayer.
Gracias por ser y por estar.
Dicen que dudar es de sabios, pero ¿qué pasa cuando las
dudas te las generan aquellos que no creen en ti o en los tuyos? ¿Cuándo esas
dudas que no tenÃas, se hacen mayores que tus certezas? ¿Cuándo aquello que
creÃas seguro y estable vuelve a tambalearse bajo tus pies? ¿Cuándo esas dudas
te hacen retroceder y no puedes avanzar?¿Cuándo dudas de aquel a quien más
quieres?
Dudar... No me gusta dejarme arrastrar por las dudas!
El peor momento por el que hasta ahora he pasado en estos años, fue aquel en el que las opiniones de las maestras de mi hijo me han hecho dudar de su valoración, de su capacidad y además dudar de mi misma. He peleado con uñas y dientes para dejar de dudar y para que ellas también aparcaran sus dudas y le aceptaran como es; creÃa haberlo conseguido. Sin embargo, de pronto y sin esperarlo me encuentro de nuevo en el punto de salida.
Mi primera reacción es de enfado. De enfado con el sistema, con l@s profesor@s, con la orientadora. Lo veo todo claro, voy a pelear porque esta situación no es justa, porque él se merece algo mejor, porque él tiene derecho. Después dudo... ¿tendrán razón? ¿estaré equivocada? ¿lo estaré haciendo bien? ¿le estaré perjudicando? ¿será mejor dejarlo estar? ¿realmente él es de AACC?...
Resulta frustrante, resulta descorazonador verte una y otra vez en el mismo lugar sin avanzar. Creo que asà es como él se siente dentro del aula repitiendo los mismos contenidos una y otra vez. Al fin puedo comprender qué siente, puedo entender su mal humor, sus pocas ganas, su "conducta disrruptiva"...
Hay razones para tirar la toalla y darte por vencida, para dejarte llevar y no pensar más en ello y asà al menos, cerrar un frente que te da verdaderos quebraderos de cabeza. Por otra parte, tengo una razón aún mayor para seguir adelante, para pelear, para no dejarme llevar... Sólo sé que quiero dejar de dudar.
Sonia, mi amiga y mi paño de lágrimas en este mundo de las AACC, me ha dicho que esto en psicologÃa es algo asà como la "Disonancia Cognitiva", que no es más que el proceso de conflicto cuando mantenemos dos creencias contrapuestas entre sÃ, porque tenemos argumentos a favor y en contra sobre aquello de lo que dudamos.
Yo lo veo como la tÃpica pescadilla que se muerde la cola, ¿verdad? Haga lo que haga, decida lo que decida no sabré si será la decisión correcta hasta dentro de un tiempo, en el que me vuelvan hacer dudar... o no!
Si pudiera borrar las dudas en mÃ,
Si pudiera borrar el daño que sufrÃ,
Si pudiera olvidar aquello que vivÃ...
Prometo ver la alegrÃa, escarmentar de la experiencia, pero nunca, nunca más ....
Susana.
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