Lunes, 17 de junio de 2013
Hoy ha hecho el examen de inglés. Al llevar al niño a clase, la señorita AAA me ha parado para enseñarme las notas de los ¿dos exámenes? que hizo. Me dijo que era un examen global…y ahora son dos los que hizo. Bueno, en uno ha sacado un 4 y en otro un 4.5. Me ha dicho que ha hecho todo lo posible por sacar puntos de donde no los hay y que ya no depende de ella. Que quizá no le dejen aprobarlo. Ha sacado una libreta de notas que tiene con todos los niños, y me ha dicho que en el segundo trimestre “lo aprobó” ella…cuando he visto 4 dieces, un 8.75, 7.5…en fin, varias notas muy altas y otras pocas muy bajas. No sé si ya no se lo que he visto de un vistazo, pero me daba la sensación de que la media aritmética daría más de “aprobado por ella”.
También me ha dicho que las dos pruebas de madurez de lengua y matemáticas que le hizo la orientadora….¿que? la he parado yo…”si, si…las pruebas de madurez”…Ahora el famoso test de inteligencia, eran pruebas de madurez de lengua y matemáticas. Ya no sé que esperarme de esta mujer. Está claro que la orientadora ha debido hablar con ella y a estas alturas sabe que yo sé de sus mentiras respecto al test. Pues dice que le salieron muy mal, aunque aún no sabe los resultados. ¿Adivina? Por eso está intentando “calmarme” a mi. Cariñosa de más, amiguísima como si tomáramos café juntas, …ufff.
No sé si fiarme de su corrección. Evidentemente no confío en esa mujer y en sus intenciones para con mi hijo. Quizá tenga que solicitar que alguien distinto corrija esos exámenes. ¿La inspección quizá?
A las 12 del medio día, el niño me ha llamado. El profesor de educación física, D. BBB, ha llegado a clase para acompañar a los niños al parque y no le ha dicho nada; él tampoco ha preguntado. Simplemente han salido todos y al ver que se quedaba solo…se ha ido detrás de la fila. Nadie le ha ayudado, por lo que ha bajado con las muletas solo dos pisos de escaleras con el peligro que eso conlleva. ¿Nadie te ha ayudado? “Nadie, mamá”. El profesor no le ha hecho ni caso y ha tenido que correr con las muletas porque para cruzar el parque, el profesor para el tráfico y cuando él ha llegado, ya se había quitado del paso de peatones.
Total, el niño se ha hecho daño en todo este proceso, o igual era tan sólo la humillación de que nadie le echara un cable lo que le ha hecho llamarme. No iban a hacer nada más el resto del día, tan sólo ensayar unas canciones para cantárselas a los niños más pequeños el viernes.
Mañana vamos al traumatólogo, así que tampoco asistirá a clase.
Sé que para mi hijo el esfuerzo es su gran problema. Se rinde muy fácilmente. Pero todo esto le está ayudando a querer esforzarse menos aún. Los intentos que ha hecho, lejos de darle resultados, han sido totalmente en vano.
Evidentemente, con la escritura si hemos hecho un gran logro, pero en casa.
Aunque aún no llega al nivel que debería lo lograremos, porque yo si quiero motivarlo.
Hoy le han hecho escribir a toda la clase una redacción “Mis cuatro años con la señorita AAA”. Cuando he visto lo que ha escrito el niño en clase …¿Esto es lo que tú piensas, hijo?. No, mamá. Eso es lo que quiere AAA que le diga.
Pues le he invitado a escribir una redacción de verdad. Que demuestre que sabe redactar, que explique lo que siente con respecto a su señorita. Que sirva de “prueba” para que nadie piense que yo me lo invento. “Demuestra que sabes explicarte, hijo y demuestra tu evolución con la ortografía”.
Pues ahí está, lleva 3 folios y me ha pedido que le deje continuar mañana, porque estaba cansado.
Continuará...
DULCE MONTAGUDO
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