Hay ocasiones en las que tengo la sensación de que nos estamos habituando demasiado cumplir a rajatabla la premisa de que "el fin justifica los medios", sin importar si esos medios son los más adecuados para lograr el fin.
Cuando oímos hablar de éxito, con demasiada frecuencia lo asociamos al resultado obtenido (lo cual es lógico), pero podemos estar pasando por alto el proceso, es decir, los medios empleados para llegar a ese "logro".
No puedo evitar preguntarme qué es lo que está detrás de un resultado (tanto si es considerado como exitoso como si no), cómo se ha invertido el esfuerzo, gracias a quién o a costa de qué.... porque continúo creyendo que lo importante son los procesos, no tanto los resultados.
Esta afirmación supone por tanto una profunda crítica a las diversas maneras que se están teniendo de actuar e incluso de interpretar la realidad: suspender una asignatura por un 4 en un examen, aunque el esfuerzo llevado a cabo durante todo el año haya sido considerable o por contra, aprobarla aunque se haya estado vagueando el curso entero, pero se sacó un 5 en la nota final; determinar "oficialmente" que un@ niñ@ tiene AACC porque saca todo 10 en el colegio, o concluir que es imposible porque si aprueba, lo hace por los pelos.
Y continúo pensando que flaco favor hacemos a nuestra cultura (y a la sociedad por extensión) si nos empeñamos en deshumanizar toda característica o todo acto propiamente humanos. Lo verdaderamente importante son las personas que tendemos a colocar detrás de una cifra, bien sea un CI, una nota a final de curso un balance de resultados en una empresa.
El verano pasado, cuando asistí a un curso sobre altas capacidades en la Universidad de La Rioja, se trataron 3 conceptos de suma importancia a la hora de entender este tipo de cuestiones de las que acabo de hablar: efectividad, eficiencia y eficacia.
La efectividad es la capacidad de lograr resultados en función de unos objetivos predeterminados.
La eficiencia consiste en lograr resultados con el mínimo esfuerzo o coste.
Y la eficacia hace referencia a lograr el máximo de resultados (en función de los objetivos), aplicando el mínimo coste o esfuerzo.
Me gustaría que fuéramos perdiendo la costumbre de hablar de números con los que identificarnos o de mencionar escalas en las que compararnos (como el ya famoso "informe PISA", que dice medir el nivel de los diversos sistemas educativos en función del rendimiento en determinadas materias), para empezar a pensar por nosotros mismos, a evolucionar como género humano y a trabajar por la única mejora que realmente importa: la que respecta a cada individuo.
Efectividad, eficiencia y eficacia. Tres términos que deberíamos tener en cuenta para no olvidar que el fin no siempre justifica los medios. Porque cuando los medios nos han deshumanizado, y con ello se nos ha perdido el RESPETO, ya no deberíamos hablar de "resultados positivos".
Para muestra, un botón.... veamos estos dos vídeos donde se habla de los dos países con mayor puntuación en el anteriormente mencionado informe PISA, y después volvamos a preguntarnos ¿qué es lo realmente importante?
Cuando oímos hablar de éxito, con demasiada frecuencia lo asociamos al resultado obtenido (lo cual es lógico), pero podemos estar pasando por alto el proceso, es decir, los medios empleados para llegar a ese "logro".
No puedo evitar preguntarme qué es lo que está detrás de un resultado (tanto si es considerado como exitoso como si no), cómo se ha invertido el esfuerzo, gracias a quién o a costa de qué.... porque continúo creyendo que lo importante son los procesos, no tanto los resultados.
Esta afirmación supone por tanto una profunda crítica a las diversas maneras que se están teniendo de actuar e incluso de interpretar la realidad: suspender una asignatura por un 4 en un examen, aunque el esfuerzo llevado a cabo durante todo el año haya sido considerable o por contra, aprobarla aunque se haya estado vagueando el curso entero, pero se sacó un 5 en la nota final; determinar "oficialmente" que un@ niñ@ tiene AACC porque saca todo 10 en el colegio, o concluir que es imposible porque si aprueba, lo hace por los pelos.
Y continúo pensando que flaco favor hacemos a nuestra cultura (y a la sociedad por extensión) si nos empeñamos en deshumanizar toda característica o todo acto propiamente humanos. Lo verdaderamente importante son las personas que tendemos a colocar detrás de una cifra, bien sea un CI, una nota a final de curso un balance de resultados en una empresa.
El verano pasado, cuando asistí a un curso sobre altas capacidades en la Universidad de La Rioja, se trataron 3 conceptos de suma importancia a la hora de entender este tipo de cuestiones de las que acabo de hablar: efectividad, eficiencia y eficacia.
La efectividad es la capacidad de lograr resultados en función de unos objetivos predeterminados.
La eficiencia consiste en lograr resultados con el mínimo esfuerzo o coste.
Y la eficacia hace referencia a lograr el máximo de resultados (en función de los objetivos), aplicando el mínimo coste o esfuerzo.
Me gustaría que fuéramos perdiendo la costumbre de hablar de números con los que identificarnos o de mencionar escalas en las que compararnos (como el ya famoso "informe PISA", que dice medir el nivel de los diversos sistemas educativos en función del rendimiento en determinadas materias), para empezar a pensar por nosotros mismos, a evolucionar como género humano y a trabajar por la única mejora que realmente importa: la que respecta a cada individuo.
Efectividad, eficiencia y eficacia. Tres términos que deberíamos tener en cuenta para no olvidar que el fin no siempre justifica los medios. Porque cuando los medios nos han deshumanizado, y con ello se nos ha perdido el RESPETO, ya no deberíamos hablar de "resultados positivos".
Para muestra, un botón.... veamos estos dos vídeos donde se habla de los dos países con mayor puntuación en el anteriormente mencionado informe PISA, y después volvamos a preguntarnos ¿qué es lo realmente importante?
EDUCACIÓN EN COREA DEL SUR: Nº 1 EN INFORME PISA
EDUCACIÓN EN FINLANDIA
Excelentes videos!!! Me interesan mucho los sistemas educativos del mundo, tal vez allí encontremos algunas ideas para mejorar el nuestro... Soy docente en Argentina. Gracias por compartir este tipo de información.
ResponderEliminarExcelente siempre Sir Ken Robinson. Este blog es maravilloso, garcias
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