miércoles, 13 de junio de 2012

SOLIDARIDAD

Etimológicamente la palabra solidaridad viene del vocablo latino 'solidus', que tiene tres acepciones:
1. Sólido, o sea, firme, macizo, denso y fuerte.
2. Un cuerpo sólido que, debido a la gran cohesión de sus moléculas, mantiene forma y volumen constante. 
3. Una persona sólida, consistente, establecida con razones fundamentales y verdaderas.
 En los diccionarios encontramos las siguientes acepciones de la palabra solidaridad: 
1. Un vínculo que une a varios individuos entre sí, para colaborar y asistirse recíprocamente frente a las necesidades.
2. El conjunto de los vínculos que unen a la persona singular con la comunidad de la que forma parte, y a ésta con cada persona singular.
3. Solidaridad humana, social, es el compartir con otros sentimientos, opiniones, dificultades, dolores, y actuar en consecuencia.

Podemos decir, entonces, que en su significado original y riguroso la solidaridad es una relación horizontal entre personas que constituyen un grupo, una asociación o una comunidad, en la cual los participantes se encuentran en condiciones de igualdad. Tal relación o vínculo interpersonal se constituye como solidario en razón de la fuerza o intensidad de la cohesión mutua, que ha de ser mayor al simple reconocimiento de la común pertenencia a una colectividad. Se trata, en la solidaridad, de un vínculo especialmente comprometido, decidido, que permanece en el tiempo y se manifiesta en acciones eficaces.
Estos contenidos fuertes y comprometidos que tiene la palabra solidaridad quedan ocultos en cierto empleo liviano que se ha hecho habitual en muchos medios de comunicación, que a su vez se hacen eco del uso y abuso de ella en algunos ambientes sociales, religiosos y políticos. En efecto, se ha vuelto común emplear la palabra solidaridad para referirse al asistencialismo y a las donaciones de caridad, como también a ciertas políticas de impuestos para otorgar subsidios a los pobres y a ciertos grupos de personas discapacitadas, minusválidas o marginadas.
Tales empleos de la palabra modifican y en cierto modo deforman y degradan el sentido de la solidaridad, al despojarla de cinco principales contenidos de su acepción original:
a) la solidez de la interacción grupal que lleva a constituir el hecho o la realidad solidaria como un cuerpo sólido (algo consistente, denso, que no es líquido, fluido ni gaseoso);
b) la igualdad de situación y de compromiso u obligación en que se encuentran las personas que solidarizan;
c) el relacionamiento de todas ellas mediante un vínculo de mutualidad, reciprocidad y participación en un colectivo o comunidad (conformado por quienes solidarizan);
d) la intensidad de la unión mutua que hace constituir al grupo como algo fuerte, definido, establecido por razones fundamentales y verdaderas;
e) el carácter no ocasional sino estable y permanente de la cohesión solidaria.
 

* del libro "¿Cómo iniciar la creación de una Nueva Civilización?" (Luis Razeto)

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