SOLIDARIDAD
Etimológicamente
la palabra solidaridad viene del vocablo latino 'solidus', que tiene
tres acepciones:
1. Sólido, o sea, firme, macizo, denso y fuerte.
2. Un
cuerpo sólido que, debido a la gran cohesión de sus moléculas, mantiene
forma y volumen constante.
3. Una persona sólida, consistente,
establecida con razones fundamentales y verdaderas.
En los
diccionarios encontramos las siguientes acepciones de la palabra
solidaridad:
1. Un vínculo que une a varios individuos entre sí, para
colaborar y asistirse recíprocamente frente a las necesidades.
2. El
conjunto de los vínculos que unen a la persona singular con la comunidad
de la que forma parte, y a ésta con cada persona singular.
3.
Solidaridad humana, social, es el compartir con otros sentimientos,
opiniones, dificultades, dolores, y actuar en consecuencia.
Podemos
decir, entonces, que en su significado original y riguroso la
solidaridad es una relación horizontal entre personas que constituyen un
grupo, una asociación o una comunidad, en la cual los participantes se
encuentran en condiciones de igualdad. Tal relación o vínculo
interpersonal se constituye como solidario en razón de la fuerza o
intensidad de la cohesión mutua, que ha de ser mayor al simple
reconocimiento de la común pertenencia a una colectividad. Se trata, en
la solidaridad, de un vínculo especialmente comprometido, decidido, que
permanece en el tiempo y se manifiesta en acciones eficaces.
Estos
contenidos fuertes y comprometidos que tiene la palabra solidaridad
quedan ocultos en cierto empleo liviano que se ha hecho habitual en
muchos medios de comunicación, que a su vez se hacen eco del uso y abuso
de ella en algunos ambientes sociales, religiosos y políticos. En
efecto, se ha vuelto común emplear la palabra solidaridad para referirse
al asistencialismo y a las donaciones de caridad, como también a
ciertas políticas de impuestos para otorgar subsidios a los pobres y a
ciertos grupos de personas discapacitadas, minusválidas o marginadas.
Tales empleos de la palabra modifican y en cierto modo deforman y
degradan el sentido de la solidaridad, al despojarla de cinco
principales contenidos de su acepción original:
a) la solidez de la
interacción grupal que lleva a constituir el hecho o la realidad
solidaria como un cuerpo sólido (algo consistente, denso, que no es
líquido, fluido ni gaseoso);
b) la igualdad de situación y de compromiso
u obligación en que se encuentran las personas que solidarizan;
c) el
relacionamiento de todas ellas mediante un vínculo de mutualidad,
reciprocidad y participación en un colectivo o comunidad (conformado por
quienes solidarizan);
d) la intensidad de la unión mutua que hace
constituir al grupo como algo fuerte, definido, establecido por razones
fundamentales y verdaderas;
e) el carácter no ocasional sino estable y
permanente de la cohesión solidaria.
* del libro "¿Cómo iniciar la creación de una Nueva Civilización?" (Luis Razeto)
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