Cualquier tiempo pasado ¿fue mejor?
Es relativo. Muchos aspectos de nuestra vida lo son, aunque desde luego, no todos (el respeto no lo es, al menos a mi entender). Cuando oímos la frase "el dinero no da la felicidad", ¿cuántos de nosotros no hemos añadido "...pero ayuda"? Al menos, aunque ahora, por la manera en la que hayamos decidido aprovechar nuestras experiencias, desechemos esta segunda parte, quizás en algún momento de la vida se nos haya pasado por la mente...y quién sabe, puede que vuelva a pasar.
Vivir en los tiempos que corren es complicado, si bien es verdad, que me cuesta definir el motivo por el que se afirma esto. Es complicado, ¿con respecto a qué? ¿a otros tiempos? ¿acaso a lo largo de la historia de la humanidad, ha habido algún "tiempo sencillo", mejor para vivir, carente de guerras, conflictos, complicaciones personales...? Bueno, al menos sí que hubo un tiempo sin hipotecas...¿o no?
La facilidad o dificultad con la que percibimos la vida (fijémonos, no se habla de MI vida, NUESTRA vida, sino LA vida, como si de una entidad semi-abstracta e independiente de nuestra existencia se tratare), pienso que no depende tanto del tiempo que nos ha tocado vivir, sino del momento de nuestro desarrollo en el que nos hayamos encontrado en ese periodo concreto. En fin, voy a intentar explicarme, para no caer en tantas divagaciones personales que la lectura pueda tornarse ardua y tediosa*: en la década de los 80, yo me encontraba en "mi personal década de los 10" (¡fíjate! si en pleno 2011, aún soy una guajina...). La percepción que yo, ahora mismo tengo de aquella época puede ser que todo era más sencillo, más bonito. Yo, una chiquilla feliz, ajena al sufrimiento, al intento de golpe de Estado, a la caída del Muro de Berlín, despreocupada de LA vida (¡que otros se preocuparan por mí!),... toda inocencia y candidez....bueno, no voy a seguir, porque al final, hasta yo misma me lo voy a acabar creyendo. Nuestra memoria es muy selectiva, pero además de esto, centrémonos en lo que no es. No se trata de una fiel reproducción de la realidad de lo vivido en aquella época, de la misma forma que si lo hubiésemos grabado en una cinta (claro, en los 80 aún no se estilaba tanto el formato CD o DVD), y ahora para evocar el recuerdo, tan sólo basta con apretar el play...y ahí lo tenemos.
No. No somos tan sencillos. De hecho, a veces recordamos parcialmente algunos hechos, pero olvidamos con relativa facilidad nuestros sentimientos. Sólo así podría explicarse por qué sigue habiendo tanta gente que describe la infancia de la manera en la que anteriormente yo lo hice hace un momento (y dicho de paso, mi intención era bastante irónica), como una especie de edén maravilloso y libre de sufrimiento. Ójala fuese así la infancia de nuestros hijos...¿o no? Es que a lo mejor todas las personas, con independencia de su edad, necesitamos envolvernos en algún "problemilla" de vez en cuando para sentir que seguimos vivos, que somos útiles, capaces de tirar para adelante y salir del bache. Nos ponemos a prueba, y normalmente lo logramos. Y no solemos estar solos, lo cual hace que ese bache cada vez se aleje más de....LA vida.
* Para no alargarlo demasiado, he preferido repartir este programa (emitido esta semana) en varias tomas, vaya, "en cómodas mensualidades" :-)
Es relativo. Muchos aspectos de nuestra vida lo son, aunque desde luego, no todos (el respeto no lo es, al menos a mi entender). Cuando oímos la frase "el dinero no da la felicidad", ¿cuántos de nosotros no hemos añadido "...pero ayuda"? Al menos, aunque ahora, por la manera en la que hayamos decidido aprovechar nuestras experiencias, desechemos esta segunda parte, quizás en algún momento de la vida se nos haya pasado por la mente...y quién sabe, puede que vuelva a pasar.
Vivir en los tiempos que corren es complicado, si bien es verdad, que me cuesta definir el motivo por el que se afirma esto. Es complicado, ¿con respecto a qué? ¿a otros tiempos? ¿acaso a lo largo de la historia de la humanidad, ha habido algún "tiempo sencillo", mejor para vivir, carente de guerras, conflictos, complicaciones personales...? Bueno, al menos sí que hubo un tiempo sin hipotecas...¿o no?
No. No somos tan sencillos. De hecho, a veces recordamos parcialmente algunos hechos, pero olvidamos con relativa facilidad nuestros sentimientos. Sólo así podría explicarse por qué sigue habiendo tanta gente que describe la infancia de la manera en la que anteriormente yo lo hice hace un momento (y dicho de paso, mi intención era bastante irónica), como una especie de edén maravilloso y libre de sufrimiento. Ójala fuese así la infancia de nuestros hijos...¿o no? Es que a lo mejor todas las personas, con independencia de su edad, necesitamos envolvernos en algún "problemilla" de vez en cuando para sentir que seguimos vivos, que somos útiles, capaces de tirar para adelante y salir del bache. Nos ponemos a prueba, y normalmente lo logramos. Y no solemos estar solos, lo cual hace que ese bache cada vez se aleje más de....LA vida.
* Para no alargarlo demasiado, he preferido repartir este programa (emitido esta semana) en varias tomas, vaya, "en cómodas mensualidades" :-)
Muy interesante, Sonia, como siempre. Es cierto que, a veces, cuando no existe un problema "real" parece como si nos esforzásemos en buscarlo... me explico: centrándonos en el rencor con el vecino, o cosas aún más absurdas. A veces parece difícil simplemente disfrutar del presente. Y sobre el tema de que "cualquier tiempo pasado fue mejor", es curioso porque mi propia madre reconoce que el tiempo que nos toca vivir es complicado... Pues yo no quiero ni imaginar mi vida en la postguerra, sin haber tenido la posibilidad de estudiar, ni de viajar. Este tiempo es complicado, pero no creo que lo sea más y menos que otros. A veces se nos olvida. LA vida... :)
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