miércoles, 25 de mayo de 2011

ALTA CAPACIDAD INTELECTUAL Y ¿FRACASO ESCOLAR?

"El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender"

                                                                              Plutarco


Es un prejuicio. Que el hecho de que un niño o una niña, por tener altas capacidades intelectuales, es una variable de riesgo, es un mito a erradicar. Una cosa es que sí que sea cierto que hay una probabilidad, por otra parte relativamente alta, de que su rendimiento escolar no sea el acorde a su capacidad, y que hay desgraciadamente muchos niños que además incluso suspende (o les suspenden). Sin embargo, a parte, hay otras variables que pueden estar influyendo en el rendimiento escolar, y si  no trabajamos de manera global, sumándole a todo ello una buena dosis de empatía, el riesgo es aún más elevado.

Pero insisto en que es un prejuicio. Y lo hago porque el ser humano tiene la...llamémosle "fea" costumbre de pecar de egocentrismo, es decir, de evaluar todo aquello que nos rodea aplicando criterios únicamente individuales y personales, sin llegar por lo tanto a discernir una mera opinión de un juicio de valor.
Y por eso, en MI opinión, ese es el motivo por el que hay desgraciadamente estudios, titulares, afirmaciones, etc. que alegan que el superdotado tiene una alta probabilidad de fracasar en la escuela, cuando la realidad planteada pasa por dos cuestiones a considerar:

1ª) No es el único en "fracasar", sino que lo hace aquel que es diferente a lo que el sistema plantea como "normal", que en realidad sería por tanto el alumno que ha aprendido a adaptarse a lo que se espera de él en el sistema educativo. Y esto nos lleva al segundo punto.

2ª) La capacidad o incapacidad de percatarse de la posibilidad de que el que realmente fracasa es el sistema (a través de sus docentes y demás personal implicado) por no llevar a cabo, no materializar la idea de inclusión dentro de la escuela. Darle la vuelta a la tortilla es una tarea tremendamente complicada, al menos desde una postura egocéntrica.


Indicadores en la evaluación en Educación

Cuando hablamos de fracaso o éxito escolar, es necesario conocer algunos conceptos, reflexionar acerca de qué estamos hablando, porque de lo contrario volveríamos a caer en el error de criticar por criticar, quejarse sin buscar soluciones, de tal forma que nos acaba envolviendo una espiral de incertidumbre y lo que es peor, de apatía al pensar que nada (o poco) podemos hacer.

He extraído cierta información de este enlace (Alta Capacidad y Bajo Rendimiento Escolar). Hay información que es literal, y otra en cambio son opiniones personales. Intentaré en todo caso diferenciar unas de otras.

Centrémonos en 2 indicadores: el rendimiento escolar por un lado y la adaptación personal y la competencia social, por otro.

1) El rendimiento escolar.- Para determinar el éxito o fracaso escolar, se comparan los recursos y logros del alumno con uno o más criterios:
* Suficiente o Insuficiente: desde el punto de vista de los objetivos del curso, establecidos para todo el grupo de alumnos.
* Satisfactorio o Insatisfactorio: desde el punto de vista del alumno y su potencial de aprendizaje, su capacidad personal.

Después de haber definido estos conceptos, podemos decir que dentro del aula se pueden presentar 4 situaciones diferentes representadas en la siguiente tabla:

RENDIMIENTO      SUFICIENTE        INSUFICIENTE
ESCOLAR

SATISFACTORIO       Nivel óptimo                          NEE (Necesidades Educativas
                                                                                             Especiales) por algún tipo
                                                                                             de discapacidad.

INSATISFACTORIO  Falta de motivación                  Fracaso escolar
                                                                      (necesidad de programas
                                                                       de enriquecimiento)


Hasta aquí, la propuesta de estudio. Desde mi punto de vista, si tenemos en cuenta la posibilidad de relación entre estos factores, obtendríamos por tanto 4 posibilidades fruto de la combinación entre ellos. Sin embargo, una tiene la sensación de que dentro de una escuela "normal" (y recalco el calificativo de normal entre comillas), que sólo se consideran 2: el rendimiento suficiente y satisfactorio, obteniendo por lo tanto un nivel óptimo individual, y el rendimiento insuficiente e insatisfactorio, que se denominaría fracaso escolar, y de manera errónea, se metería en el mismo saco a aquellos que no se adaptan al sistema educativo, por el problema sea de la índole que sea.
De ahí que resulte tan importante incidir, por un lado en la educación basada en el currículo individualizado (incluímos por lo tanto ahí las NEE) y por otro lado en las posibles causas de la no obtención de los resultados esperados. Eso sí, dichos resultados no habrían de ser considerados desde una perspectiva global (comunes a toda la clase), sino también individualizados. Entiendo que han de existir unos mínimos comunes y que además, la complejidad para llevar a cabo dichas medidas sería bastante alta. Pero nuestr@s niñ@s no se merecen conformarse con menos.

2) La adaptación personal y la competencia social.- Entendamos por adaptación la manifestación interna del rendimiento del estudiante. Implica control progresivo de aprendizaje, autoconcepto positivo y actitud de apertura. En dicho concepto, personalmente añadiría una noción introducida por Sternberg en lo referente a su subteoría contextual (dentro de la Teoría Triádica de la Inteligencia): la capacidad de todo individuo para modificar sus actitudes en función de las exigencias del medio, por un lado y la capacidad para adaptar el medio a sus propias exigencias, por otro lado.
Por competencia social entenderíamos la manifestación interna del rendimiento. Tiene que ver con la productividad material (signo externo del rendimiento) o capacidad de relaciones positivas con los otros. Pero obviamente, en lo referente a las relaciones con los demás, no sólo cuenta la voluntad personal, sino además las posibilidades reales de poder adherirse al grupo, o por decirlo de otra forma, de ser aceptado por los demás tal y como eres, aunque seas diferente. Y esta labor ha de ser propia de la familia en casa y mantenida por el personal docente en la escuela.

¿Podríamos establecer unas características típicas del niñ@ con altas capacidades y fracaso escolar?

Todos estos estudios suelo tomármelos con suma cautela. Es muy fácil caer en el error de equiparar correlación con causa. O dicho de otra forma, tal y como explicaba un profesor que tuve: el hecho de que la mayoría de los genios compositores musicales nacieran en el mes de octubre, sólo nos permite establecer una correlación entre ambas variables, pero no podemos llegar a atribuir que una sea la causa de la otra.

Pero sí que pueden existir algunas variables que sí que tenga sentido nombrar, tan sólo aplicando el tan poco usual sentido común :-).

VARIABLES SOCIOLÓGICAS
- Grupos étnicos culturalmente marginados.
- Pobre entorno sociocultural de referencia. Es decir, padres que no le den al estudio la importancia que se merece, e incluso que se menosprecie.
- Factores de riesgo en la escuela:
   1. Percepcion por parte del alumno del trabajo académico como fácil, repetitivo y aburrido.
   2. Reglas que excluyen a alumnos no convencionales (como una cierta rigidez en la aplicación de las normas).
   3. Educación impersonal: dirigida a todos, pero al mismo tiempo, a ninguno en particular. El alumnno puede acabar teniendo la sensación de ser tan sólo un número dentro del aula.

VARIABLES PSICOLÓGICAS
- Control externo. O lo que es lo mismo, actuación según deseabilidad social, es decir, comportarse en función de lo que creen que se espera de ellos con el fin de ser aceptados socialmente. De esta forma puede quedar enmascarada la capacidad de un@ alumn@ bajo un determinado comportamiento o etiqueta (el gracioso de clase, el que contesta mal, el perezoso, el despistado, o simplemente, el "raro"). Su capacidad puede resultar encubierta.
- Pobre autoconcepto. Por sentirse diferentes de la norma preestablecida, puede suceder que la manera en la que se definan a sí mismos esté distorsionada negativamente.

En cuanto a las características familiares mostradas en el anterior enlace, no voy a mencionarlas tal y como venían expuestas, ya que en mi opinión, no le encuentro relación alguna con la posibilidad de que el niño tenga o no fracaso escolar. "Juzguen ustedes mismos", y si lo desean, me contradicen a través de un comentario. Estaría encantada, puede que cambiase de opinión con la aplicación de otro razonamiento alternativo.


Adaptación del alumno a la escuela, y viceversa.

En verdad, cambiar las actitudes de ciertos padres y/o ciertos maestros puede ser complicado. A veces, nada nos gusta menos que alguien venga a decirnos a nosotros, con todos los años de experiencia que tenemos detrás (o como dice J.Mª Toro, autor de "Educar con co-razón", a lo peor se tiene 1 año de experiencia y 29 perdidos).

Así, el plan de acción en el centro ha de atender 3 niveles:
1) El profesor debe tener conocimientos acerca de las altas capacidades y saber motivar.
2) Función de iguales: en el sentido de la labor de un animador socio-cultural, fomentando la participación de cada alumno de manera individual, así como del grupo.
3) El curriculum: acomodar los puntos débiles y los fuertes y desarrollar la autoestima-

No podemos, finalmente, olvidar un aspecto vital en toda relación humana: la COMUNICACIÓN. Tanto en el seno familiar como en el ámbito escolar (y por supuesto mantener relación entre ambas partes), es muy importante que la base esté establecida sobre el amor, el respeto, el cariño. Es la primera fuente de seguridad. Hacerle ver sus puntos positivos sobre los negativos.

Nuestro trabajo ha de ir destinado a satisfacer al menos, 3 grupos de necesidades:
1- Necesidad de seguridad y afecto: pocas cosas provocan mayor distorsión que el hecho de que una persona que se supone que te quiere muchísimo, te haga daño de manera intencionada-
2- Necesidad de pertenencia y respeto: sentir que eres aceptado tal y como eres.
3- Necesidad de comunicación y autorrealización: poder hablar, exponer tus ideas, estar dispuesto a atender las de los demás, aprender, aprender, aprender....que no es lo mismo que memorizar, memorizar, memorizar....

domingo, 22 de mayo de 2011

...tener de todo no nos hace más felices ¿por qué?

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo".

                                                                            Albert Einstein


El anhelo de la vida sencilla

Nos pasamos gran parte de nuestra vida deseando, anhelando que todo aquello que nos rodea nos resulte más sencillo.  Pero cuando tenemos más posibilidad de acceder a aquello que nos facilita lo cotidiano, más nos acabamos complicando la existencia. Y no lo expongo como una crítica al género humano. Todo lo contrario. Somos extraños, impredecibles en ocasiones, deseamos con absoluta vehemencia algo y con la misma intensidad añoramos todo lo contrario. Es el encanto de sentirnos útiles, que nos permite percatarnos de que seguimos vivos, más allá del perfecto funcionamiento de nuestros órganos vitales.

A nivel individual, cuando tenemos una rutina estable, deseamos romperla para demostrarnos en cierta forma a nosotros mismos que también seríamos capaces de mantener una vida diferente a la que llevamos. Que nuestra organización cotidiana no nos domina, sino que se da a la inversa. Pero esto no significa que deseemos perder del todo esa rutina, esos quehaceres diarios. Al fin y al cabo, las rutinas no son tan malas, no es un elemento tan negativo como a veces se habla. Todo lo contrario:  nos aportan estabilidad. Si hay alguien que sienta que su vida carece de actos rutinarios (por el motivo que sea, por ejemplo, porque sea incapaz de imponérselas), no va a ser en esencia más feliz que el que sí los posee. De hecho, un aspecto curioso es que cada uno idealiza lo que cree que el otro posee. Y digo bien, "lo que cree", ve aquello que desea ver, anhela aquello de lo que carece. ¿Es o no es una extraordinaria manera de complicación? Y ES MARAVILLOSO. No pasará nada, salvo que no dé por olvidar que nuestra rutina, nuestra forma de ser, nuestro entorno, nuestro, nuestro,...es precisamente eso: nuestro; y si bien somos capaces de admirar lo que los demás tienen y a veces incluso nos aportan (porque nosotros carecemos de ello), eso no implica que no sepamos admirar e impulsar "lo nuestro".

Curiosas paradojas del "mundo moderno"

Lo que sí que habría que reconocer, es que si bien a nivel individual, la incesante búsqueda de lo complejo puede resultar motivante, también lo es que a nivel más social, hay ciertos aspectos que pueden resultar un tanto desconcertantes y que además podrían acarrearnos algún que otro problema si no nos empeñamos en emplear adecuadamente, al menos a mi entender, el espíritu crítico, e incluso, por qué no decirlo, el propio sentido común.
El tiempo pasado no ha sido mejor en todo, ni peor en todo. Sólo ha sido diferente. Y la realidad cambia, a pesar que se tienda a decir que hay ciertos acontecimientos que se dan con una cierta periodicidad, cíclicamente, aunque se puedan establecer ciertas analogías históricamente hablando, cada periodo va a tener sus propias particularidades. Y lo cierto es que al menos en lo referente al tema de nuestra salud, entendida tal y como es definida por la OMS ("bienestar bio-psico-social"), hemos mejorado. La ciencia médica y farmacológica ha avanzado a pasos agigantados a través del pasado siglo XX, y continúa haciéndolo. He ahí el planteamiento que pretendo exponer: tenemos en nuestro momento histórico y nuestro país la posibilidad del acceso a un sistema de salud muy bueno y bastante completo (aunque desde luego, siempre mejorable), pero nos empeñamos en buscar fantasmas, espectros que nos acechan y por eso no podemos estar desprevenidos... hay que desconfiar en todo momento...de todo, de todos... En fin, obviamente no me dedico a escribir relatos de terror (eso mejor para un tal Stephen King), sino sobre temas que me preocupan, y en ocasiones con más tino que en otras. Entonces, como decía, podemos encontrarnos dos aspectos diferentes en cuanto a la interpretación que queramos darle al tema de la "búsqueda de la complejidad":
1- Una versión extrema, casi radical.
2- Una forma de desconfianza, basada en alguna "teoría de la conspiración".

En ningún momento quisiera presentar la apariencia con mis palabras de que lo que pretendo es frivolizar acerca de este tema. Todo lo contrario: me preocupa, y en el primer caso, de manera especial, ya que al centrarse en un interpretación extrema de algunos consejos que pueden ser dados por los profesionales de la salud, lejos de mejorar nuestra calidad de vida, se puede caer en un serio problema de salud física (bio), psicológica (psico) y social. No siempre la información dada sirve para el uso que se pretendía originariamente. Por ejemplo, el día que un médico hizo público el beneficio de tomarse un vaso de vino entre las comidas, ese mismo día, muchos empezaron a justificar no sólo el uso, sino también desgraciadamente el abuso del alcohol...en fin, lo dijo un médico.
Pero de manera más concreta, me estoy refiriendo a ciertos trastornos de la alimentación, no sólo anorexia o bulimia nerviosas, sino además, la ortorexia, que a grandes rasgos, podemos definir como una excesiva preocupación por la alimentación sana y el culto al cuerpo. Y es que los hábitos saludables han de ser útiles para llevar una óptima calidad de vida, no para que nuestra vida gire entorno a estos hábitos.
No pensemos sin embargo que se trata de un problema moderno (he ahí el motivo por el que esta palabra estaba entrecomillada en el título de este apartado). La obsesión (que no preocupación) por la estética corporal no es un invento del siglo pasado: recordemos esos pesados miriñaques para que las prendas lucieran más voluminosas, esas costillas rotas de tanto apretar el corset para mantener una cintura fina y esbelta, esa tez tan pálida, que no sólo era maquillada con polvos de arroz, sino que para conseguirlo "de manera natural", se ingerían cantidades industriales de vinagre (digamos que "come" glóbulos rojos).

En el caso de la segunda interpretación anteriormente mencionada, quisiera mantener todos mis respetos a las decisiones al respecto que cada uno desee tomar acerca de su propia salud, por supuesto se trata de un derecho universal. Obviamente, yo también tengo derecho a tener mi opinión, que es lo que voy a hacer con esta exposición. Me refiero a una cuestión acerca de la cual cada vez más pediatras alertan, y es la opción que algunas familiar toman de no vacunar a sus hijos. Incluso existe un movimiento que promueve esta cuestión (la Liga para la Libertad de Vacunación). Yo no voy a extenderme en cuestiones técnicas de tipo médico que no me competen, sólo aclarar que a mi entender, puede suponer un peligro: el de la reaparición de enfermedades que estaban prácticamente controladas (sarampión, rubeola y paperas) y que vuelven a estar desgraciadamente de actualidad. http://www.elcomercio.es/v/20110517/asturias/detectan-tres-primeros-casos-20110517.html
El promotor de esta corriente se llama A. Wakefield, gastroenterólogo que ha vinculado en un artículo publicado en The Lancet la vacuna triple vírica que se pone en varias dosis a los niños, con la aparición del autismo, así como con inflamación intestinal debida a la existencia de genes de sarampión en el intestino. Pues bien, a pesar de que ha quedado demostrado que dicho material genético encontrado no tenía nada que ver con el sarampión (en el caso de esta enfermedad, se trataría de ARN, no de ADN, que fue lo que se encontró), a pesar de que un ayudante de laboratorio suyo confesara que ocultó datos como que los síntomas de los que hablaba Wakefield eran incluso anteriores a la vacunación, a pesar de su retractación de nuevo en The lancet, a pesar de que se descubrió la relación económica que dicho personaje poseía con ciertos bufetes de abogados (que eran los que llevaban los casos que los padres denunciaban) y a pesar, finalmente de que se le quitara la licencia para ejercer en el Reino Unido, como digo, a pesar de todo esto, el mensaje que más ha calado (y aún sigue calando) fue el primero. Para más información al respecto, y más completa, recomiendo el siguiente enlace:
 http://www.minusval2000.com/literatura/articulos/los_hijos_perdidos_del_autismo.html
Todo...¿de todo?

Quisiera terminar esta reflexión con otra de índole similar, especialmente porque no me gustaría dar pie a "segundas interpretaciones" o malos entendidos con respecto al tema que he deseado tratar en esta ocasión. No pretendo dar la imagen de que nos quejamos entonces "de vicio", porque lo tenemos todo, nos aburrimos, y por eso, nos da por incordiar complicándonos la vida, complicándosela incluso a los demás. El que afirme esto, desgraciadamente no ha sabido aprovechar adecuadamente su experiencia. Puede que haya pasado por muchos acontecimientos (obviamente negativos o muy negativos), pero no ha podido integrarlos dentro de su saber, de su sabiduría correctamente, para acabar llegando a la conclusión de que en realidad, cada época tiene sus difiicultades.

A veces se oye que la juventud de hoy en día, tiene de todo, y eso ha hecho que se hayan convertido en unos comodones y unos aprovechados. Si es que tenemos de todo, y a lo GRANDE:
- GRANDES casas (de 40 metros cuadrados), que conllevan GRANDES hipotecas.
- GRANDES coches (de segunda mano), que hemos adquirido a través de GRANDES créditos
- Y este creo que es mi preferido: gracias al plan Bolonia, todo el mundo va a poder acceder a la enseñanza universitaria pública, ya nadie podrá decir que no ha estudiado una carrera por no poder pagarla, porque va a existir la GRAN posibilidad de estudiar gracias a los GRANDES préstamos bancarios que les van a prestar "encantados" ese dinero para que comodamente, vayan pagando sus estudios a lo largo de los años. Lástima que luego tener unos estudios ya no sólo no supondrá una garantía de trabajo, y además sea tan complicado acceder a un mercado laboral estable, que tendrán que acabar pagando los padres. A ver si así, va desapareciendo por fin este sistema tan injusto de las becas. No, ese dinero es a fondo perdido y para una juventud que no se lo merece. Al fin y al cabo, no son más que unos "ni-nis".
Vaya, esto sí que resulta extraño, ¿eso es tener de todo? Debo de poseer una mente muy obtusa, porque la sensación que tengo es que si hay alguien que tiene de todo, esos, serán los bancos. Y a lo GRANDE...¿no?

jueves, 19 de mayo de 2011

....tener de todo no nos hace más felices. 19MAY11

Cualquier tiempo pasado ¿fue mejor?

Es relativo. Muchos aspectos de nuestra vida lo son, aunque desde luego, no todos (el respeto no lo es, al menos a mi entender). Cuando oímos la frase "el dinero no da la felicidad", ¿cuántos de nosotros no hemos añadido "...pero ayuda"? Al menos, aunque ahora, por la manera en la que hayamos decidido aprovechar nuestras experiencias, desechemos esta segunda parte, quizás en algún momento de la vida se nos haya pasado por la mente...y quién sabe, puede que vuelva a pasar.
Vivir en los tiempos que corren es complicado, si bien es verdad, que me cuesta definir el motivo por el que se afirma esto. Es complicado, ¿con respecto a qué? ¿a otros tiempos? ¿acaso a lo largo de la historia de la humanidad, ha habido algún "tiempo sencillo", mejor para vivir, carente de guerras, conflictos, complicaciones personales...? Bueno, al menos sí que hubo un tiempo sin  hipotecas...¿o no?

La facilidad o dificultad con la que percibimos la vida (fijémonos, no se habla de MI vida, NUESTRA vida, sino LA vida, como si de una entidad semi-abstracta e independiente de nuestra existencia se tratare), pienso que no depende tanto del tiempo que nos ha tocado vivir, sino del momento de nuestro desarrollo en el que nos hayamos encontrado en ese periodo concreto. En fin, voy a intentar explicarme, para no caer en tantas divagaciones personales que la lectura pueda tornarse ardua y tediosa*: en la década de los 80, yo me encontraba en "mi personal década de los 10" (¡fíjate! si en pleno 2011, aún soy una guajina...). La percepción que yo, ahora mismo tengo de aquella época puede ser que todo era más sencillo, más bonito. Yo, una chiquilla feliz, ajena al sufrimiento, al intento de golpe de Estado, a la caída del Muro de Berlín, despreocupada de LA vida (¡que otros se preocuparan por mí!),... toda inocencia y candidez....bueno, no voy a seguir, porque al final, hasta yo misma me lo voy a acabar creyendo. Nuestra memoria es muy selectiva, pero además de esto, centrémonos en lo que no es. No se trata de una fiel reproducción de la realidad de lo vivido en aquella época, de la misma forma que si lo hubiésemos grabado en una cinta (claro, en los 80 aún no se estilaba tanto el formato CD o DVD),  y ahora para evocar el recuerdo, tan sólo basta con apretar el play...y ahí lo tenemos.

No. No somos tan sencillos. De hecho, a veces recordamos parcialmente algunos hechos, pero olvidamos con relativa facilidad nuestros sentimientos. Sólo así podría explicarse por qué sigue habiendo tanta gente que describe la infancia de la manera en la que anteriormente yo lo hice hace un momento (y dicho de paso, mi intención era bastante irónica), como una especie de edén maravilloso y libre de sufrimiento. Ójala fuese así la infancia de nuestros hijos...¿o no? Es que a lo mejor todas las personas, con independencia de su edad, necesitamos envolvernos en algún "problemilla" de vez en cuando para sentir que seguimos vivos, que somos útiles, capaces de tirar para adelante y salir del bache. Nos ponemos a prueba, y normalmente lo logramos. Y no solemos estar solos, lo cual hace que ese bache cada vez se aleje más de....LA vida.





* Para no alargarlo demasiado, he preferido repartir este programa (emitido esta semana) en varias tomas, vaya, "en cómodas mensualidades"   :-)

viernes, 6 de mayo de 2011

LA EDUCACIÓN Y LA CULTURA 27ABR11

"Lo que aprendas en el futuro depende sustancialmente de lo que hoy sepas"

D. Ausubel


En los últimos tiempos, cuando sale a colación el tema de la educación en España, no parece existir una postura demasiado positiva al respecto. Incluso da la sensación de que todo está mal, nada funciona, estamos casi los últimos en el informe PISA,... Sin embargo, a nivel personal, me apetece plantear una cuestión: cuando estudiaba (cierto es que de eso hace ya "unos pocos años"), algunos compañeros y compañeras tuvieron la posibilidad de gozar de la beca Erasmus e irse un año a otro país de la UE a cursar su carrera (Italia, Grecia, Alemania,..). Lo cierto fue que a su regreso, no hubo ninguno que dijera que le había costado mucho sacar ese año adelante, académicamente hablando, por supuesto. En cambio, sí recuerdo el caso de 2 chicas que habían venido de Irlanda que comentaban que se arrepentían de haber venido aquí (Ingeniería Técnica de Minas, si no me equivoco), y no precisamente porque todo les resultase demasiado sencillo. Cierto es que no se trata de un estudio de campo, ni tan siquiera podría considerar el grado de hipótesis. Tómese como lo que es una mera opinión personal. Una vez más la disonancia cognitiva golpeando en mi cabeza...no me cuadraba. ¿No estábamos a la cola?



Consideraciones Previas
 Hace un tiempo leí en una de las revistas de Infocop que recibo periódicamente una entrevista a J.C. Núñez, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo, hablando acerca del sistema educativo español. Entonces salió a colación obviamente, los resultados obtenidos en el informe PISA en el año 2006. Parecía ser, que aun siendo cierto la necesidad de poner remedio a ciertas carencias en el sistema, también lo es que España tan sólo es superada por Francia en cuanto a puntuación, cuando la comparamos con los países del sur de Europa. (http://www.cop.es/infocop/pdf/1729.pdf)


Empecé a reflexionar al respecto. Mi opinión siempre ha ido encaminada hacia la idea de la necesidad de cambio. Cambio educativo, social, personal,...pero de carácter constructivo. No podemos negar que dentro de nuestros derechos individuales, está el de la queja, dirigido hacia aquello con lo que nos hallamos disconformes. Ahora bien la queja sistemática, la pataleta emocional en sí, si lo unimos a la fea costumbre de delegar propias responsabilidades sobre otros, no posee más utilidad que la de acabar aceptando en tono derrotista que poco podemos hacer. Vamos a abandonar esta actitud victimista y vayamos hacia un análisis constructivo de la realidad.

Lo que la realidad nos plantea pasa por fomentar nuestro espíritu crítico con respecto a lo que vemos, oímos o leemos en los medios de comunicación. Sin pretensión de quitar la utilidad que sin lugar a duda poseen, creo que en mayor o menor medida todos sabemos el trato que ciertas informaciones reciben por parte de la prensa. Cuando aparece una noticia de carácter científico en algún informativo, he de reconocer que hasta mis neuronas se echan a temblar. No sé, creo que el hecho de que hace unos años en un periódico regional saliese una "presunta" detallada entrevista que me fue realizada tratando precisamente el tema de la educación, he perdido la fe en los medios (o la poca que ya me quedaba). Digo "presunta", porque nunca se realizó: sólo me pidieron la redacción de un escrito al respecto y el único contacto que tuve de manera directa fue cuando el fotógrafo me hizo la foto de rigor.
No. He de reconocer que en los informativos tampoco me gusta escuchar noticias científicas. Recuerdo una hace un tiempo en la que se afirmaba "la maravillosa aparición del medicamento que cura la adicción al alcohol: la naltrexona". Creo que si hubiese podido gritar ¡socorro! lo hubiese hecho. Era como si una pastilla, cual barita mágica, poseyera el don de la curación del alcoholismo con sólo su ingesta. De nada sirvieron después mis intentos de razonamiento acerca del tema con algunos conocidos: la naltrexona es un antagonista de opiáceos, y su uso en lo relativo a este tema es en todo caso un complemento a la intervención psicológica. Pero era tarde. ¡Cómo voy a competir yo en credibilidad con Informativos Tele 5!

En lo que respecta al tema que realmente nos compete ahora, es la interpretación tan a la ligera que se hace, especialmente de los estadísticos:
se suele utilizar la "media" como dato relevante en estudios en los que el análisis ha de ser más profundo. No es el único criterio estadístico (desviaciones típicas, varianza, moda, correlación,...). Digo esto porque no siempre conviene hablar de media: si yo, a mis 35 años, me hallo en una habitación con una persona de 75, otra de 80 y otra de 90...sobra decir que no tiene objeto afirmar que "en esa habitación, la media de edad es de 70 años". No le doy importancia a la edad,...pero honestamente, me sentiría algo ofendida, "ninguneada". Hay parámetros más útiles para este tipo de análisis.
En cuanto al informe PISA, pienso que no debemos comparar sistemas educativos con independencia de ciertas variables culturales.


Plantemiento de objetivos. Clave del éxito educativo en Finlandia.



Hay muchas variables que intervienen en el sistema educativo, más incluso que las que habitualmente se plantean. Nuestros estilos sociales median notablemente en cómo entendemos la educación desde una perspectiva social.
Se pide en ocasiones un consenso político tal que  impida que cada vez que cambia el color del gobierno, se produzca una reforma en la ley de educación. Pues bien, estoy de acuerdo, pero con matices. Al fin y al cabo, el gobierno es elegido por el pueblo, y sigo pensando que siguen existiendo desgraciadamente "2 Españas", divididas y con ideas difícilmente reconciliables. No pretendo ser catastrofista, creo en el respeto entre ideologías. A lo que me refiero es que a nivel social también existen ideas enfrentadas en lo referente a la concepción de cómo ha de resultar el sistema educativo.

Para centrarnos en qué falla en nuestro sistema educativo, previamente tendremos que analizar dos cuestiones: 
1- Cómo entendemos nosotros la educación.
2- Las relaciones que establecemos con nuestros hijos.

Ya que poseemos el modelo de sistema educativo finés, hemos de decir que una de las cuestiones en las que diferimos notablemente es en la cooperación y continua relación existente entre escuela y padres y madres. En España a veces una tiene la sensación de que establecemos intereses contrapuestos, cuando en realidad nos deberíamos centrar en uno común: la educación (buena educación) de los niños. Hay colegios que se quejan de la escasa preocupación de ciertos padres por la educación de sus hijos, tanto en cuanto a contenidos se refiere, como a...llamémoslo "modales". Y a la inversa, muchos padres se quejan de la poca atención que reciben sus hijos (no sin falta de razón), especialmente cuando se trata de niños con necesidades educativas especiales, sean de la índole que sean.

Recomiendo un enlace en el que se compilan una serie de artículos relativos al sistema educativo en Finlandia (http://www.redes-cepalcala.org/inspector/DOCUMENTOS%20Y%20LIBROS/EVALUACION/RECOPILACION%20ARTICULOS%20-%20EDUCACION%20EN%20FINLANDIA.pdf). Y con el permiso de sus autores, voy a centrarme especialmente en uno en el que se plantea la visión de una persona española que pasó un tiempo en Finlandia.

Planteémoslo por tanto procurando hacer un análisis comparativo, pero desde una perspectiva constructiva, cara a la mejora y por supuesto considerando la viabilidad en nuestra cultura

1. Climatología.- No es un tópico que el clima es una variable que afecta sobre nuestro estado de ánimo y nuestro comportamiento. Si consideramos que la temperatura más cálida que se puede alcanzar en Helsinki ronda los 5ºC en verano, no es de extrañar que no se haga tanta vida social como puede suceder en España. Parece lógico pensar (sin caer en falsos tópicos) que pueda ser una población más introvertida e incluso tímida.
A parte, las horas de luz son escasas, por lo que los horarios escolares se ven afectados (a las 8-9 h de la mañana, aún es de noche). Y ya del gasto energético al que tendría que hacer frente el estado si no se aprovechan las horas de luz, ni hablamos.

2. Costumbres sociales.- No hay tanto conflicto en el aula. Se parte de la premisa de que un niño ya tiene que llegar "educado" de su casa, no delegar esta tarea sobre el personal docente. Cuando mi hijo empezó en el colegio con 3 años, recuerdo oir en más de una ocasión "a ver si aquí aprende a comer sólo", o "a ver si aquí le enseñan a recoger". Aclaro algo: no pretendo expresar esto a modo de mera crítica, sólo por el hecho de criticar. La mayoría hemos pecado de sobreprotección hacia nuestros hijos en diferentes asuntos. Yo personalmente, tenía miedo (ahora con la perspectiva del tiempo lo veo absurdo, al menos intento no repetir el error) de dejarle subir solo las escaleras...cuál sería mi sorpresa, cuando al mes ¡las subía y bajaba con toda soltura! En todo caso, lo que quiero decir, es que no deberíamos delegar esas responsabilidades en los demás.

3. Excesivo perfeccionismo.- Parece ser (aunque me haya documentado, no quiero afirmar taxativamente un tema que no conozco personalmente) que se trata de una cultura muy perfeccionista. Tanto que prefieren decir "no sé" antes que intentarlo si no están completamente seguros de que el resultado será el más acertado. Obvia decir que de ser así, tiene sentido bajo el prisma de la timidez, el miedo al ridículo.

4. Dinero público destinado a educación.- Aproximadamente 1/5 del presupuesto es destinado al sistema educativo. En España, creo que la mayoría estaríamos encantados de que así fuera también (¡aunque no pongo la mano en ell fuego, por si me quemo!). Pero ¿estaríamos dispuestos a pagar un 20% en impuestos? Tenemos la absurda ilusión de que el dinero del estado proviene de una máquina de hacer dinero, o similar. Como cuando un niño cree que a ti el dinero te lo da el banco. No somos plenamente conscientes de que ese dinero proviene de nosotros mismos, de nuestros impuestos, nuestra solidaridad para que sea empleado en aquello que más se necesite. Y si me permitís un breve inciso en tono de humor (que nadie se ofenda), cuando digo "aquello que más se necesite", NO estoy haciendo referencia a los bancos...  ;-).

5. Importancia de la enseñanza musical.- Es una lástima que la música sea entendida como una especie de asignatura de complemento, donde aprendes muy por encima qué es un pentagrama y a tocar el "cumpleaños feliz" con la flauta para deleite de tus padres en las reuniones familiares. Los beneficios de la enseñanza musical van más allá, especialmente en el desarrollo afectivo y  la sensibilidad. Recordemos además que ya H.Gardner ha hablado de esta capacidad como uno de los tipos de inteligencia por él descritos.


La sensibilidad, la educación en y para la afectividad es primordial para nuestro desarrollo como personas. Si bien es cierto que de los errores se aprende mucho, eso hemos de entenderlo en un plano individual, es decir, cada individuo en cierta forma, decide de qué errores aprender. Cuando hablamos de la relación con los demás, hemos de enseñar a nuestros hijos que somos capaces de centrarnos y apoyarles también en aquello que mejor les sale, aquello en lo que más puedan aportar. Focalizar por tanto en los aciertos por encima de los errores.
EL PODER DEL APRENDIZAJE AFECTIVO

6. Idiomas.- Desde el comienzo de la enseñanza obligatoria, al menos la mitad de las asignaturas se imparten en otro idioma, a parte del finlandés. Esta noción de "colegio bilingüe" es la que quizás más nos falla, ya que basta que una sola asignatura (aunque sea Plástica) se  imparta en inglés, para que la escuela ya pueda ofertarse como bilingüe. Aunque no seamos malos. En el artículo que anteriormente mencionaba, también advierte de una cuestión: sienten que tienen la necesidad de aprender otros idiomas, a parte de los oficiales (finlandés y sueco), ya que fuera de sus fronteras no son idiomas muy extendidos. Y recordemos que el español es la tercera lengua más hablada del planeta. Tengo que reconocer que en cierta manera me ofende que se diga que nuestros presidentes no hablan inglés. Tampoco Obama habla español, y eso sí que tiene más delito, que la comunidad hispano-hablante en EE.UU. es considerable. Pero, volvamos a lo nuestro, no vaya a ser que caigamos en el "mal de muchos, consuelo de... pocos".
Lo realmente trascendental en mi opinión no es hablar muchos idiomas por hablarlos, sino que va más allá. Es afán por conocer algo más, diferente a lo que normalmente te rodea, es riqueza cultural. Es hacer nuestra la frase de "sé bastante....pero aún me queda mucho más por conocer".

7. Prestigio social del maestro.- Ya no sólo que sea una profesión altamente preparada, sino que posee un prestigio social excelente. Desgraciadamente, como  decía una antigua compañera de instituto, a magisterio van a parar, junto con aquellos que realmente tienen vocación, otros cuantos a los que no les llegó la nota para entrar en la carrera que deseaban...y algo había que hacer.

8. Contacto permanente entre padres-centro educativo.- Fundamental, de una relevancia inmensa. Los intereses han de ser los mismos.

A modo de conclusión, para no extenderme tanto, el éxito educativo finlandés, no creo que sea debido en realidad a cuestiones separadas y claramente diferenciadas del resto de la humanidad, creo que es su conjunto lo que propicia el éxito. Ahora bien, nosotros, si bien podemos tomar ciertos aspectos de este sistema, lo que hemos de pretender es encaminarnos hacia la búsqueda de aquello que necesitemos como cultura, potenciando aquello que sí hacemos bien y procurando corregir efectivamente lo negativo. Cada uno, tiene que tender hacia su propia utopía.

http://www.youtube.com/watch?v=c7MSIR_3Tn0  SISTEMA EDUCATIVO EN FINLANDIA
Los tiempos cambian, y con ellos la sociedad, la cultura, las personas, las ideas,...aquello que hace 20 años era considerado como una valor irrefutable, hoy día puede haberse convertido en un mero prejuicio social. Hubo un tiempo en nuestro país (no tan lejano cuando históricamente hacemos referencia a él) en el que el objetivo fundamental en lo que respecta a la educación, era erradicar el analfabetismo. Bien, objetivo bastante cumplido. Pero ahora hay que ir más allá, no basta con centrarse en que nuestros hijos acaben la enseñanza obligatoria por ley, sino que tenemos el deber y la obligación de ser más ambiciosos.

miércoles, 4 de mayo de 2011

MUJERES OCULTAS EN LAS AA.CC. (II)

Cuando trato ciertos temas, bien sea en la radio o en este blog, suelo padecer con bastante frecuencia el fenómeno de "creo que me he dejado algo en el tintero". Bueno, por otro lado, afortunadamente, ya que si no, llegaría a extenderme hasta límites insospechados, lo cual puede llegar a ser contraproducente, especialmente para el lector.
Sin embargo, voy a permitirme la licencia de volver a tocar este tema. Es cuanto menos preocupante que se llegue a la conclusión de que en la vida es mejor pasar desapercibido, especialmente cuando si se sigue esta premisa, se puede perder por el camino una cantidad ingente de talento.
Este es fundamentalmente el motivo por el que pienso que deberíamos preocuparnos de ciertas cuestiones relativas al sexismo que mantenemos y propagamos cual plaga de generación en generación.

1- Profesiones con género. ¿Realmente hay menos mujeres ingenieras porque el cerebro femenino está menos preparado que el maculino para desarrollar estas destrezas? ¿De verdad que si se siguen pidiendo muchas más bajas por maternidad que por paternidad es porque la mujer desarrolla ese "instinto maternal" por un subidón hormonal? ¿En las carreras humanísticas hay menos hombres porque no tienen "esa capacidad especial que tenemos las mujeres para este tipo de asuntos"?.....y, permitidme la última pregunta retórica ¿todavía puede haber alguien que no se haya cuestionado la falacia de semejantes argumentos? Sigo pensando que la eterna lucha entre si son más o menos difíciles las carreras de letras o las de ciencias, y el prestigio que ello conlleva, tiene en parte que ver por a quién han sido atribuídas culturalmente. 
Lo cierto es que da la sensación de que el prestigio social que desarrollan determinadas profesiones no va tanto en función de la importancia o relevancia de su desempeño, sino del género que tradicionalmente las haya desarrollado, al que más se le haya atribuído su ejercicio. Para mantener esta hipótesis, me baso en la idea de que hay ciertas profesiones que no han gozado de dicho privilegio social hasta que el hombre no empezó a desempeñar también esta labor: la cocina, por ejemplo. ¿Cuánto hace que la mujer es la que se dedica a cocinar principalmente en el hogar? Sin embargo, empieza a ser un hobbie ameno, divertido e incluso una profesión con clase cuando el hombre empieza a ser cocinero (¡uy, perdón!...chef) de manera pública.

2- Atribución de emociones. Las emociones que poseemos no tienen carnet de identidad. No son femeninas o masculinas, sino propiamente humanas (o de otros seres vivos por extensión). Sin embargo, aquellas que tradicional y culturalmente han sido atribuídas al género masculino son sinónimo de gallardía y las atribuídas al género femenino, por contra, debilidad. No sé cuántas veces habré oído cuando tenía la consulta "mi problema es que soy demasiado débil porque soy sensible". Sensibilidad y debilidad no es lo mismo. Otra cosa es que hayamos sido educadas para no reflexionar demasiado acerca de ciertos asuntos, o como decía Begoña, una buena amiga "no pensar, sólo ir tirando".

3- Búsqueda de pseudo-utopías. Cuando una crece en un ambiente en el que una gran parte de las historias que nos cuentan, finalizan con un "..y fueros felices y comieron perdices", tiende a buscar la creación de su propia historia intentando emular un final similar. Nos pasamos gran parte de la vida buscando la felicidad, lo cual se torna en ocasiones en una "búsqueda a la desesperada" que puede llegar a originar más distorsiones acerca de lo que en realidad supone aceptar la vida en sí. No es una postura pesimista, ni optimista. La realidad es que en la vida viviremos hechos que nos harán sentir felices (algunos incluso extremadamente felices), otros tristeza (incluso angustia) y en muchas ocasiones experimentaremos enfado, ira...y podría seguir extendiéndome mucho más, pero no tiene sentido. Sabemos de lo que hablamos.
Nuestra búsqueda ha de ir dirigida, al menos desde mi opinión, hacia una estabilidad emocional óptima, lo cual supondrá altibajos, momentos mejores y momentos peores. Y momentos en los que dudamos, en otros por contra nos mostramos seguros de nuestras convicciones...en fin, c´est la vie!
La felicidad como estado perpetuo es probable que no exista, y ni falta que hace. Lo cierto es que cuando alguien me hace daño, tendré que:

   1) Identificar por qué siento dolor. Es probable que sea lógico, lo que no lo sería tanto sería que no me importara en absoluto discutir con alguien a quien quiero.

   2) Saber que lo que siento, aunque sea negativo, es congruente con la situación en sí.

   3) Elegir entre enfrentarme a ello de diversas formas (lo cual conlleva la elección de la más adecuada según la visión de cada uno) o evadirme buscando una justificación a lo injustificable. Esto último es lo que hace que muchas mujeres se conviertan en víctimas. Eternas víctimas. Y no lo planteo como una crítica, sino desde mi más profunda preocupación, porque sigue existiendo un porcentaje demasiado alarmante de niñas con AA.CC. que pasan desapercibidas.

Pero esta situación, por supuesto qu es susceptible de cambio. Y para que llegue el cambio social, hemos de buscar en primera instancia un cambio personal, individual. Porque si bien es cierto que hay determinados momentos más idóneos para adquirir ciertos conocimientos, o periódos críticos de aprendizaje, también hay estudios, como el de Sarah J.Blakemore, que avalan la teoría de que a lo largo de toda nuestra vida nuestro cerebro experimenta cambios debidos a una interacción con el ambiente (plasticidad cerebral). Ahora bien, necesitamos una motivación individual con el suficiente peso como para seguir luchando por alcanzar nuevas metas. Esa motivación pienso que deberíamos encontrarla en generar un presente para esta generación de niñ@s. Hemos de olvidarnos de delegar nuestras responsabilidades sobre las espaldas de otros, y luchar por aquello que humanamente sí podamos hacer: l@s niñ@s aprenden mejor de una persona que da ejemplo y sirve como modelo, que de una grabación o una imagen en la televisión, porque somos eminentemente seres sociales.

Esa educación en la que una mujer ha de asumir una serie de roles, le gusten o no, es la que hace que a lo largo de la historia gran parte de las mujeres notables hayan permanecido en el anonimato o como "adyacente a"... Lo peor no es que haya sucedido, sino que sigue sucediendo, y sucederá en un futuro si no le ponemos remedio, en lugar de meros parches.

Hay asuntos en la vida que se han de escapar del "todo es relativo". Porque algunas cosas no son relativas, como los derechos fundamentales de todo ser humano, que trasciende mucho más allá incluso que las propias leyes de cada país o las costumbres de una u otra cultura o religión. Y debe ser una preocupación de tod@s.


http://www.mujeresenelarte.blogspot.com/    (¡¡gracias, Raquel!!)


http://quark.prbb.org/27/027060.htm : LAS MUJERES EN LA HISTORIA DE LA CIENCIA


http://www.algunasmujeressabias.blogspot.com/

http://acercadelasuperdotacionyeltalento.blogspot.com/2011/04/quien-dijo-que-las-mujeres-no-saben.html


* Finalmente, si alguien aún necesita alguna prueba más de que las diferencias entre sexos vienen condicionadas en su mayor porcentaje por causas debidas a la interacción con el ambiente, recomiendo "Adolescencia, Sexo y Cultura en Samoa", de Margaret Mead.

martes, 3 de mayo de 2011

LAS MUJERES OCULTAS EN LAS AA.CC.

"Luchamos por lograr que los niños sean libres en su interior, libres del miedo, de la hipocresía, del odio, de la intolerancia"
Alexander Neill

Paradójico...

Creo que para empezar a opinar acerca de este tema, hay que centrarse en algunas de las muchas paradojas, contradicciones que mantenemos saliéndose de toda lógica, o cuanto menos del sentido común (aunque bien es cierto que suele ser el menos común de los sentidos).
No es disonancia cognitiva. Esto hace referencia a poder mantener al menos 2 posturas contradictorias, contrapuestas, pero el objetivo es el razonamiento de ambas, con una alta mediación de la empatía. Es decir, sería como escuchar a cada uno de los miembros de una pareja que se acaba de separar y ambos son amigos nuestros: cada vez que escuchemos a cada uno exponer sus razones, podremos ponernos en su lugar porque oímos sus razones y seguramente están fundamentadas en algo.
Sin embargo, los hechos paradójicos a los que quiero hacer referencia, nada tienen que ver con esto. Me refiero a prejuicios, y más concretamente a ciertos razonamientos de carácter sexista que se pueden mantener, y que pasan de generación en generación, con independencia del género que los difunda. De hecho, ser hombre o mujer, no es un agravante para que un razonamiento sexista siga manteniéndose. Lo criticable es la teoría, no la persona de la que provenga, al menos desde mi punto de vista.
¿A qué me refiero? A situaciones como cuando una está embarazada y te formulan la pregunta de rigor: "¿ya sabes si es niño o niña?". Y aunque tu respuesta sea que no lo sabes, y que tampoco te importa, de forma demasiado frecuente comienza toda una disertación acerca de la conveniencia o no de que sea un sexo y otro: "las niñas son más despabiladas", "los niños son más brutos, pero más nobles", "los niños tiran más para mamá y las niñas para papá"...y por supuesto, si ya tienes un niño..."¡a ver si hay suerte, y llega una niña!". Todo esto, sin contar que a lo mejor, como es mi caso, tienes 2 niños y ya sabes que el tercero que vas a tener será otro niño más y te dicen "¡vaya!...bueno, no ha habido suerte...puedes intentarlo otra vez"... ¡¿me estaban "consolando"?!
Todo esto son tremendas paradojas: cuando nace una niña, la vestimos de rosa, la ponemos lazos, compramos muñecas, la tratamos con dulzura y la llamamos "mi princesa" a la par que contamos maravillosos cuentos de hadas, princesas rescatadas por príncipes, y un largo etcétera de calificativos pastel. Y esto lo hacemos desde el momento en el que nace, no le damos un margen de unos años, no vaya a ser que ose a pensar por sí misma. Hay estudios que demuestran que incluso en las guarderías infantiles el trato entre niños y niñas es diferente en función de su sexo. Recientemente en el colegio de mi hijo mayor, he sido testigo de cómo una cuidadora le dijo a un compañero suyo que llevaba una muñeca: ¡cómo llevas eso! ¿no ves que es de niñas!. Tremendo.
Y no sólo son todas estas ideas llenas de cuentos irreales que reducen a la mujer a un cuento sin ninguna otra moraleja más que la de inferioridad con respecto al hombre. A veces, ya se va más la grano. Y aquí, en mi opinión nace el peligro de la "desaparición" de las niñas de altas capacidades: la forma que tenemos de definir la inteligencia de nuestras hijas. Como digo, de manera demasiado frecuente oímos que "la niña es lista, sí...demasiado despabilada, para su edad", "es una brujina (como decimos en Asturias), demasiado picardiosa", y otro largo etcétera en el que hacemos  ver que consideramos que los signos de inteligencia en una niña no son una virtud, sino más bien todo lo contrario.

Deseabilidad social.
Recordemos una característica bastante común en los niños y niñas de altas capacidades (sin pretender caer en la generalización, por supuesto): la sensibilidad entendida como capacidad de captar emociones de su entorno. Sólo que la persona que las capta, no deja de ser  niñ@, lo cual puede hacer que todos estos mensajes se traduzcan a otro lenguaje no tan adecuado como es el de la deseabilidad social. Nos gusta encajar en un grupo, sentir que somos importantes para alguien. Ser diferentes es un don, pero sentirnos diferentes, no lo es tanto. Y si para colmo, cuando eres niña, los demás manejan una descripción de ti misma como que aquello en lo que sobresales intelectualmente no es importante, porque resulta que si no te gusta fregar, ni tienes interés por tener ordenada tu habitación, ni te gustan las muñecas...entonces no eres una "buena niña", que en tu lenguaje se traduce en: "para encajar, tengo que saber compaginar mis estudios, con ayudar a los demás, aprender a que me gusten las tareas de la casa, pero sin que se note que estoy ahí, porque en realidad, soy rara. Los demás me aceptan en función no de mis capacidades, de hecho eso hace que se alejen de mí, sino en función de que demuestre que sí que puedo hacer todo eso que dicen que tengo que hacer".

Ser una persona con altas capacidades, viene a ser complicado ya de por sí, por todo el desconocimiento, todos los falsos mitos que rodean al concepto. Pero si además le sumas haber nacido mujer, aún se complica más. Sí que importa elegir qué cuentos les leemos a nuestros hijos (recomiendo "La Princesa Bombera", de Cristina Mesa), qué programas de televisión les dejamos ver, qué libros leen...aunque lo más importante sigue siendo que lo hagamos con ellos, y les observemos. Quizá esa es la labor más importante que podemos llevar a cabo como padres y educadores: observarles para conocerles realmente y olvidarnos, al menos un poquito, de ese dicho "te conozco más que tú a ti mismo, por eso te parí".
Crezcamos con ellos, a su lado, evolucionemos individualmente, aunque en el mismo sentido, y olvidémonos de establecer comparaciones entre hombre y mujer, al menos en el sentido en el que sigamos manteniendo el carácter innato de ciertas características, que viene a ser cada vez más obvio que son adquiridas. Recomiendo ver esta entrevista a Ceferino Artiles.

Enlaces de interés:
Mujeres superdotadas y Sociedad: DEL "BURKA" AL SÍNDROME DE LA ABEJA REINA

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