Ya ha llegado otro año más. Cuando una se convierte en madre, y tus hijos empiezan su andadura escolar, te acabas dando cuenta de que en realidad, tu año, no empieza en enero, como para el resto de los mortales. Seguimos otro calendario distinto, independiente del que hasta ahora hemos conocido. Y los meses ya no son 12, sino que van de septiembre a junio. Y el verano no posee ni meses: simplemente, es verano.
Mi año empieza en septiembre, concretamente, hoy estoy de "celebración de año nuevo". y lo tengo que entrecomillar, porque es pura ironía hablar de "celebración". En fin....
Es probable que mis sentimientos al respecto sean significativamente diferentes a los que mis hijos han experimentado a lo largo de la semana pasada, e incluso hoy mismo cuando se levantaron. Álex estaba nerviosín el pobre... bastante. Lógico, era su primer día. Y como bien dijo el padre de un compañerín suyo: "este es el primer día de los 30 años que les quedan de estudio". Jon por contra, no estaba nervioso (al menos no aparentemente). ¡¡Ya es veterano!! ¡¡Un "veterano" de 5 años!! Eso sí, cuando le pedí que se vistiera para ir al cole, me preguntó: "¡¿pero es que ya es septiembreeee?!".
Luego están mis sentimientos. Eso va por otro lado. Me llama la atención de que para algun@s de nosotr@s, el cole no es de nuestr@s hij@s... ¡qué va! Es nuestro. Yo hablo de lo que pasa en MI cole, de las cosas que se hacen en MI cole... y desgraciadamente, en ocasiones los problemas que ME plantean en MI cole. Porque cada vez que un maestro, la directora, el orientador,...cualquiera, me plantea que ell@s conocen mejor a mis hijos que yo misma... para mí, es un problema. Quizá de momento no lo sea para ninguno de mis hijos, aún son muy pequeños. Pero yo ya lo sufro y padezco en mis propias carnes. :-)Especialmente la lucha que tengo que mantener para que se esfuercen por conocer un poquito (no pido mucho más, la verdad, sólo un poquito) más a fondo el tema de las altas capacidades intelectuales, y dejen de planteármelo como "el problema de mi hijo". De momento, estoy aguantando. Pero no sé cuánto tiempo más voy a poder aguantar antes de soltar lo que realmente pienso: "el problema es tuyo, no de mi hijo".
Pero quiero dar un margen, al fin y al cabo, hoy ha sido sólo el primer día. Lo que pasa es que yo no quería que MI primer día de colegio empezase con alguien dándome largas a la hora de solicitar lo que es justo para el niño. No quería percibir esto como una lucha, porque a veces tengo la sensación de que me agota. Lo que pasa es que ese agotamiento, en realidad, sólo es una sensación. De eso es de las pocas cosas en la vida de las que estoy completamente segura. Me asemejo un poco al cuento de los 3 cerditos: si me derrumban lo que estoy construyendo, que tengan bien seguro que lo siguiente que construya, no será de paja. Y lo siguiente, no será de madera. Y sé que tarde o temprano, lo que levante, será sólido, porque no voy a rendirme. Es lo justo. Y además, no estoy sola.
Mi año empieza en septiembre, concretamente, hoy estoy de "celebración de año nuevo". y lo tengo que entrecomillar, porque es pura ironía hablar de "celebración". En fin....
Es probable que mis sentimientos al respecto sean significativamente diferentes a los que mis hijos han experimentado a lo largo de la semana pasada, e incluso hoy mismo cuando se levantaron. Álex estaba nerviosín el pobre... bastante. Lógico, era su primer día. Y como bien dijo el padre de un compañerín suyo: "este es el primer día de los 30 años que les quedan de estudio". Jon por contra, no estaba nervioso (al menos no aparentemente). ¡¡Ya es veterano!! ¡¡Un "veterano" de 5 años!! Eso sí, cuando le pedí que se vistiera para ir al cole, me preguntó: "¡¿pero es que ya es septiembreeee?!".
Luego están mis sentimientos. Eso va por otro lado. Me llama la atención de que para algun@s de nosotr@s, el cole no es de nuestr@s hij@s... ¡qué va! Es nuestro. Yo hablo de lo que pasa en MI cole, de las cosas que se hacen en MI cole... y desgraciadamente, en ocasiones los problemas que ME plantean en MI cole. Porque cada vez que un maestro, la directora, el orientador,...cualquiera, me plantea que ell@s conocen mejor a mis hijos que yo misma... para mí, es un problema. Quizá de momento no lo sea para ninguno de mis hijos, aún son muy pequeños. Pero yo ya lo sufro y padezco en mis propias carnes. :-)Especialmente la lucha que tengo que mantener para que se esfuercen por conocer un poquito (no pido mucho más, la verdad, sólo un poquito) más a fondo el tema de las altas capacidades intelectuales, y dejen de planteármelo como "el problema de mi hijo". De momento, estoy aguantando. Pero no sé cuánto tiempo más voy a poder aguantar antes de soltar lo que realmente pienso: "el problema es tuyo, no de mi hijo".
Pero quiero dar un margen, al fin y al cabo, hoy ha sido sólo el primer día. Lo que pasa es que yo no quería que MI primer día de colegio empezase con alguien dándome largas a la hora de solicitar lo que es justo para el niño. No quería percibir esto como una lucha, porque a veces tengo la sensación de que me agota. Lo que pasa es que ese agotamiento, en realidad, sólo es una sensación. De eso es de las pocas cosas en la vida de las que estoy completamente segura. Me asemejo un poco al cuento de los 3 cerditos: si me derrumban lo que estoy construyendo, que tengan bien seguro que lo siguiente que construya, no será de paja. Y lo siguiente, no será de madera. Y sé que tarde o temprano, lo que levante, será sólido, porque no voy a rendirme. Es lo justo. Y además, no estoy sola.